Terapia: r¨ªase

Espa?a es un pa¨ªs propenso al enfado y a la solemnidad, pero tambi¨¦n fue siempre tierra de grandes c¨®micos. Una valiente generaci¨®n de humoristas hizo soportable la grisura del franquismo; otra m¨¢s gamberra explot¨® con la Transici¨®n; los nuevos valores tocan todos los palos, de lo m¨¢s refinado a lo m¨¢s grotesco. Hace algunas d¨¦cadas, cada ma?ana se comentaban las gracias vistas en la tele (¨²nica) la noche anterior. Pero hoy lo chistoso se asoma de forma intermitente a la pantalla, m¨¢s all¨¢ de las galas de Nochevieja y las reposiciones en bucle de El club de la comedia.

Buenas noticias: el humor es el plato fuerte del nuevo canal #0, en Movistar +, que ha reemplazado a Canal + sin perder su alma, volviendo incluso a la idea original. Sigue siendo de pago, s¨ª, por eso dijo Buenafuente: ¡°R¨ªanse o estar¨¢n perdiendo dinero¡±.

Javier Cansado reivindica el oficio en la serie C¨®micos, estrenada el mi¨¦rcoles. Desfilan figuras de ayer y de hoy: desde Esteso y Pajares a Mota y Latre, pasando por Tip y Coll, Martes y Trece o Tricicle. Entendemos que hacer re¨ªr es un trabajo serio: vemos a Joaqu¨ªn Reyes pasar horas en maquillaje caracteriz¨¢ndose de Rodrigo Rato; Las Virtudes cuentan que tardaban semanas en preparar un sketch de tres minutos. Pero la chispa a veces surge de la improvisaci¨®n, la que convirti¨® en fen¨®meno social el gag de las empanadillas o la que se practica en Ilustres ignorantes.

C¨®micos acierta en subrayar la diversidad. Hay un humor gestual que apela a lo primario y enlaza con el gran cine mudo, y otro que explota el ingenio verbal; uno pegado a la realidad y otro surrealista. Reyes, influyente como pocos, lo explica as¨ª: ¡°Me gusta la comedia inteligente y tambi¨¦n la tontuna¡±.

Distintos estilos, todos terap¨¦uticos. Los monstruos se vuelven menos temibles tras re¨ªrnos de ellos. O sea, de nosotros mismos. Larga vida al buf¨®n.