A capricho del guionista

La sexta y ¨²ltima temporada de Sexo en Nueva York podr¨ªa servir como paradigma de lo que un grupo de guionistas deber¨ªa evitar en torno al desarrollo de personajes de una comedia rom¨¢ntica. El concepto cl¨¢sico deus ex machina evolucionaba hacia algo parecido a la tiran¨ªa del guionista (o del productor, lo que ser¨ªa a¨²n peor), escenific¨¢ndose finalmente en el personaje que interpretaba Mija¨ªl Baryshnikov, al que, a causa de un patente cambio de opini¨®n de ¨²ltima hora sobre una parte del desenlace de la serie, maltrataban d¨¢ndole la vuelta a sus caracter¨ªsticas, a lo mostrado hasta entonces, y poco menos que sac¨¢ndole un cad¨¢ver del armario.

En How to be single, rebautizada para su estreno espa?ol con el un tanto hortera Mejor... solteras, ocurre algo parecido, con el agravante de que en una pel¨ªcula, y adem¨¢s basada en una novela, la t¨¦cnica del escritor trilero es a¨²n m¨¢s condenable: al menos en una serie de televisi¨®n se sabe que, aunque no deber¨ªa ser as¨ª, los finales de temporada y de relato total siempre dependen de los imponderables de la audiencia. La pel¨ªcula de Christian Ditter comparte bastantes cosas con Sexo en Nueva York: el mejor escenario natural del mundo como eje; grupo de chicas dispares y sus relaciones sentimentales; ecos, vagos pero ecos al fin, de la alta comedia cl¨¢sica; y ecos, vagos pero ecos al fin, de las screwball comedies, con sus gags f¨ªsicos, su lucha de sexos y sus situaciones poco plausibles. Sin embargo, en Mejor... solteras (cuanto m¨¢s se escribe el t¨ªtulo, peor resulta), no parece haber un esquema decente de desarrollo dram¨¢tico y de evoluci¨®n de personajes, y s¨ª una especie de metr¨®nomo narrativo de bolsillo, de gu¨ªa para conformar una comedia rom¨¢ntica de libro, seg¨²n la parte del metraje en el que se encuentre la historia.

Los personajes masculinos entran y salen de la vida de la protagonista, interpretada por Dakota Johnson, comport¨¢ndose no como lo caprichosos (o mentirosos) que se podemos ser los hombres, sino como los monigotes de un guionista con ganas de dar vueltas a su antojo. Y, en los femeninos, los vaivenes tambi¨¦n tienen menos que ver con lo complicado que es ponerse de acuerdo con uno mismo que con un tira y afloja narrativo y a ver d¨®nde nos lleva esto.

Las comedias de Jennifer Aniston, que luego fueron las de Katherine Heigl, hace tiempo que evolucionaron hacia algo menos cursi y bastante m¨¢s gamberro, y ah¨ª el personaje de Rebel Wilson se pone las botas con su gracia habitual, pero subtramas como la de Damon Wayans Jr. rozan lo despreciable, dejando la pel¨ªcula en otra olvidable tesis cinematogr¨¢fica sobre el universo sentimental femenino, espor¨¢dicamente graciosa, que al menos no da el t¨ªpico paso atr¨¢s en el ¨²ltimo instante.