Filosof¨ªa de emociones universales

La amante de San Agust¨ªn, Padre de la Iglesia latina, fue una mujer adelantada a su tiempo, aunque su historia fue traspapelada por la tiran¨ªa del olvido. Repudiada, humillada y separada de su hijo, Floria Emilia se convirti¨®, a pesar del padecimiento vital que sus coet¨¢neos le infringieron, en una reputada maestra en plenas fauces del Imperio Romano, all¨¢ por el siglo V. El escritor noruego Jostein Gaarder rescat¨® su historia en la novela Vita Brevis, y el dramaturgo Joaqu¨ªn G¨®mez la sube a las tablas en el off madrile?o del teatro del Arte con una adaptaci¨®n hom¨®nima protagonizada por Nieves Castells.

Un fuerte arraigo a la actualidad vincula el montaje a una f¨¦rrea fidelidad con la historia original. Ambas ¨¦pocas se adaptan la una a la otra y dan como resultado un mon¨®logo con el que el p¨²blico se siente sumamente identificado. "Intentamos construir una mujer cotidiana, aunque la escenograf¨ªa evoque la Roma cl¨¢sica", explica el director. Para Joaqu¨ªn G¨®mez, "los sentimientos no entienden de ¨¦poca, la misera humana tampoco ha cambiado". Floria Emilia es "un personaje que tiene que luchar por sus derechos y que tiene que seguir adelante. Es actual porque ella siente como ahora".

Sobre Nieves Castells recae todo el peso dram¨¢tico de la historia. Durante m¨¢s de una hora, la actriz se enfrenta a todas las luces y sombras de esta enigm¨¢tica figura de la antig¨¹edad y cree, como G¨®mez, que la universalidad de la obra reside en los sentimientos que expresa. "Pienso que las mujeres tenemos mucha m¨¢s fuerza. Estamos arraigadas a la vida. Floria Emilia vive en la naturaleza y en los recuerdos de su hijo".

La protagonista desnuda su historia ante el p¨²blico en forma de ep¨ªstola, una respuesta desesperada ante las cuentas pendientes que tiene con el que m¨¢s de una d¨¦cada fue su amante. A ¨¦l dirige su diatriba, mientras que el espectador es testigo de su vida, desde los momentos m¨¢s felices a los m¨¢s amargos. El transfondo de la historia, no obstante, construye un universo mucho m¨¢s amplio de cr¨ªtica social y pol¨ªtica. "Amar es pecado, comer es pecado, sentir es pecado... Vita Brevis habla del sectarismo. Antes la Iglesia Cat¨®lica, ahora los islamistas. Todos desprecian la vida, la naturaleza y los sentimientos", asevera G¨®mez.?

Floria personaliza la cr¨ªtica en la figura de San Agust¨ªn, por haber abandonado el amor humano por sus creencias religiosas, y se opone al machismo imperante en la sociedad en la que vivi¨®. Sin embargo, a lo largo de la obra se va despojando del lastre vital de su dura existencia hasta dar visos de quedar en paz. "Se libera de todo, de esa carga emocional que le supone san Agust¨ªn, su relaci¨®n y la muerte de su hijo", reafirma el director. Tendida debajo de un ¨¢rbol, testigo de los inicios de su romance, repite por ¨²ltima vez un ep¨ªlogo metaf¨®rico que sentencia su larga reflexi¨®n. "Primero debemos vivir. Luego podremos filosofar".