Las diez veces que rechazaron a Harper Lee
'Matar a un ruise?or' era tan solo un cap¨ªtulo de la novela original de la autora, que se public¨® 58 a?os despu¨¦s
Diez veces le dijeron ?no! a Harper Lee. Era el verano h¨²medo de Nueva York de 1957 cuando la escritora de 31 a?os recorri¨® las principales editoriales de la ciudad con un manuscrito de 293 p¨¢ginas titulado Ve y pon un centinela, una frase sacada del Libro de Isa¨ªas. Entrado ya agosto Lee recibi¨® el ¨²nico s¨ª. Fue en la peque?a editorial Lippincott, pero con la condici¨®n de que pr¨¢cticamente la reescribiera. La escritora acept¨®. Le asignaron a la editora Tay Hohoff con quien empez¨® a trabajar con regularidad.?
La novela contaba la visita que a mediados de los a?os cincuenta hace una joven veintea?era a su padre, Atticus Finch, un abogado de Maycomb. All¨ª descubre que ¨¦l ha cambiado, que ya no es el mismo padre que tanto admiraba de ni?a. ?l, que hab¨ªa defendido, en los a?os treinta, a un hombre negro acusado de violaci¨®n que fue condenado a muerte. La joven es combativa frente a los derechos civiles, a la segregaci¨®n racial. Es una mujer adelantada para la ¨¦poca al reclamar la igualdad femenina e independencia en las relaciones de pareja.
Tay Hohoff tom¨® ese original. Le dijo a Harper Lee que esa voz evocadora donde habla la ni?a, llamada Scout, era muy potente y que esa defensa del padre sobre los derechos civiles y la segregaci¨®n racial era el coraz¨®n de la historia, as¨ª que hab¨ªa que potenciarla m¨¢s. Pidi¨® a Lee que escribiera la historia recreando y ampliando lo que en el original era solo un cap¨ªtulo.
Las dos avanzaron d¨ªa a d¨ªa en el proceso. Pasaron tres inviernos y tres veranos m¨¢s. El resultado fue Matar a un ruise?or, la historia donde el padre se alza como el h¨¦roe paternal, moral y ¨¦tico, mientras esa misma ni?a recuerda ese verano de los a?os treinta con su hermano Jem y su amigo Dill, inspirado en Truman Capote, amigo de la escritora.
Esos cambios le iban a garantizar un sitio en los cl¨¢sicos contempor¨¢neos. En 1960, cuando Harper Lee acompa?a por Kansas a su amigo Capote en una investigaci¨®n, de la que saldr¨¢ el libro A sangre fr¨ªa, se publica la novela. Al a?o siguiente obtiene el Premio Pulitzer. Dos a?os despu¨¦s, es llevada al cine con gran ¨¦xito, la protagoniza Gregory Peck.
A partir de ah¨ª, Harper Lee entr¨® en el silencio literario. En la mitolog¨ªa viva. Hasta que en el invierno pasado apareci¨® el manuscrito original: Ve y pon un centinela. Estaba en unas carpetas en otra casa. As¨ª fue como el verano de 2015, 58 a?os despu¨¦s de que Harper Lee empezara su periplo en busca de una editorial, se edit¨® aquel in¨¦dito que es principio y futuro de la historia universalmente conocida.
Ve y pon un centinela es el primer soplo de inspiraci¨®n de Harper Lee. La historia que ella quer¨ªa contar de veras. Una hija que llega a visitar a su padre, ambos charlan sobre sus vidas y recuerdan los hechos ocurridos 20 a?os antes, mientras ese pasado pol¨ªtico y judicial bulle en las calles al tiempo que van apareciendo los pliegues del padre, otrora h¨¦roe infantil.
Una mirada comparativa entre las dos novelas permite apreciar algunos aspectos reveladores, tanto en el tema como en la estructura que sirve de gu¨ªa para comprender mejor el universo humano e ideol¨®gico del condado de Maycomb. ?Qu¨¦ desvela Ve y pon un centinela?
1- Escritora. A una Harper Lee m¨¢s realista, combativa, pol¨ªtica, progresista y feminista que la reflejada en Matar a un ruise?or.
2- Tem¨¢tica. La tem¨¢tica es la misma en las dos novelas: la segregaci¨®n racial y los derechos civiles, pero el escenario pol¨ªtico y social es diferente: en Ve y pon un centinela transcurre en el Estados Unidos de los 50 que bulle de protestas y reivindicaciones mientras el pa¨ªs busca reinventarse; mientras Matar a un ruise?or sucede en los a?os treinta con esa misma problem¨¢tica y preocupaciones pero m¨¢s incipientes.
3- Estructura. La estructura narrativa es diferente: Ve y pon un centinela tiene siete partes con 19 cap¨ªtulos, algunos como piezas independientes, y Matar a un ruise?or est¨¢ construida con dos secciones de 30 cap¨ªtulos en un solo flujo narrativo interconectado.
4- Metamorfosis. Ve y pon un centinela permite ver la maestr¨ªa con la que Harper Lee convierte su texto original en un cl¨¢sico. De c¨®mo una historia que transcurre en los a?os 50 la traslada a la d¨¦cada de los treinta, lo que significa que sus dos protagonistas en el original son mayores: Jean Louise Finch, Scout de ni?a, tiene 26 a?os; y Atticus, su padre, 70; y en Matar a un ruise?or tienen 20 a?os menos, lo cual permite ver el arco de la vida y evoluci¨®n, adelante y atr¨¢s de su psicolog¨ªa, ideas y car¨¢cter.
5- H¨¦roe. Atticus Finch, el hombre viudo, padre de dos ni?os (Scout y Jem) y abogado que defiende a un hombre negro acusado de violaci¨®n, que aparece en la d¨¦cada de los treinta, en Matar a un ruise?or, como ejemplo de ¨¦tica, integridad moral, partidario de la igualdad y los derechos civiles y padre ejemplar, se revela veinte a?os despu¨¦s, en Ve y pon un centinela, como una persona que vive una especie de retroceso: es m¨¢s conservador, es racista, ha asistido a reuniones del Ku Klux Klan y se opone a los intentos de la Corte Suprema de imponer derechos de igualdad y educaci¨®n.
Ve y pon un centinela es el primer soplo de inspiraci¨®n de Harper Lee. La historia que ella quer¨ªa contar de veras
6- Voz. Ve y pon un centinela es narrada en tercera persona con flashbacks emotivos desde la perspectiva de una mujer adulta dando origen a un mundo m¨¢s realista, donde el pasado choca con el presente; y Matar a un ruise?or es contada en primera persona, en la voz de una ni?a que presenta un mundo m¨¢s idealizado.
7- Pol¨ªtica. La novela original es m¨¢s dura, m¨¢s beligerante en sus ideas contra el racismo y a favor de la igual de derechos; m¨¢s directa en el discurso y arriesgada y discursiva en el desarrollo de las ideas pol¨ªticas y sociales; en Matar a un ruise?or se toma como ejemplo el caso en que Atticus defiende a un hombre negro y ense?a a sus hijos a que hay que ponerse en la piel de otro si se le quiere conocer de verdad.
8- Edici¨®n. Ve y pon un centinela es, quiz¨¢s, una obra menos acabada en su redacci¨®n y estilo pero con momentos literarios muy emotivos; mientras que Matar a un ruise?or es m¨¢s pulida y m¨¢s fina en su concepci¨®n, estructura y voz de principio a fin.
9- Mirada. Ve y pon un centinela muestra la audacia, valent¨ªa y libertad de una Harper Lee de 30 a?os. Algunos ejemplos de conexiones y diferencias narrativas concretas entre las dos obras son las siguientes:
En Matar a un ruise?or, Atticus dice a su hija: ¡°Lo ¨²nico que puedo decirte es que cuando t¨² y Jem se¨¢is adultos, quiz¨¢s recordar¨¦is todo esto con cierta clemencia y con la sensaci¨®n de que no os defraud¨¦¡±. En Ve y pon un centinela, la idea genuina, hay un momento en que Scout se siente traicionada y le dice: ¡°Eres un cobarde, un snob y un tirano¡±.
Calpurnia, la mujer negra que asist¨ªa la casa y cuidaba de los ni?os en Matar a un ruise?or es una mujer seria pero comprensiva que vela por ellos y los corrige de tal manera que los ni?os saben que sus fronteras para jugar llegan hasta donde alcanza su voz. En Ve y pon un centinela, Calpurnia ya es muy mayor y cuando Scout la va a visitar detecta en ella la mirada de una mujer que sabe que no puede evitar pensar que la ni?a que ayud¨® a criar es blanca, incluso en unos a?os 50 donde a¨²n se discrimina a los negros como ella y que su padre asiste a reuniones indeseables.
Pero en la memoria de todos siempre estar¨¢ ese padre, Atticus, que por la noche sentaba a Scout sobre sus piernas y la arrullaba ley¨¦ndole libros hasta que se dorm¨ªa. ?l callaba, entonces, ella dec¨ªa, desde el otro lado del sue?o, que siguiera leyendo... El mismo padre que le dijo que "solo poni¨¦ndose en el lugar de un hombre y viviendo como ¨¦l se le llegaba a conocer".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.