¡°No podemos mirar m¨¢s hacia otro lado¡±
El documentalista Gianfranco Rosi espera que el premio a su pel¨ªcula ¡°despierte conciencias¡±
El director italiano Gianfranco Rosi se consagr¨® ayer como uno de los grandes nombres del documental de nuestros d¨ªas al hacerse con el Oso de Oro a su documental Fuocoammare, con la crisis de los refugiados como tel¨®n de fondo. Rosi, que se autodefine como un ¡°narrador de los invisibles¡±, se instal¨® durante a?o y medio en Lampedusa para observar el curso de la vida en la isla italiana ante la llegada de miles de refugiados.
¡°Cuando empec¨¦ a rodar, el debate sobre la inmigraci¨®n estaba muy concentrado en Italia. Pero Lampedusa solo era la puerta de entrada. Ahora entendemos que hay una masa enorme de personas movi¨¦ndose por Europa y se ha convertido en un debate p¨²blico en todo el continente¡±, explic¨® anoche tras recibir el premio. ¡°Tal vez me equivoco, pero mi pel¨ªcula no es un filme pol¨ªtico o una declaraci¨®n solemne. Si lo ha acabado siendo, es porque lo que est¨¢ sucediendo es muy grave. Espero, con gran humildad, que la pel¨ªcula despierte la consciencia y el conocimiento¡±, a?adi¨® Rosi. ¡°No podemos mirar m¨¢s hacia otro lado. Todos somos responsables de lo que est¨¢ sucediendo. No podemos decir que no sabemos qu¨¦ est¨¢ pasando, porque existen miles de im¨¢genes a diario. Est¨¢ sucediendo ante nuestros propios ojos¡±.
Con su anterior proyecto, Sacro GRA (2013), donde describ¨ªa a los habitantes de la circunvalaci¨®n que rodea Roma, Rosi se alz¨® contra todo pron¨®stico con el Le¨®n de Oro en Venecia en 2013. En total, el cineasta acumula m¨¢s de 40 premios en festivales internacionales con los seis trabajos que ha rodado hasta la fecha. En todos ellos ha seguido un m¨¦todo de inmersi¨®n total: vivi¨® en una barca de pescadores que navegaba por el Ganges, se instal¨® junto a una comunidad de sintecho en una antigua base militar de California y luego pas¨® semanas con un narcotraficante centroafricano para capturar su confesi¨®n.
El tiempo que consagra a sus proyectos tambi¨¦n es poco habitual. Rosi dedic¨® cinco a?os a cada una de sus primeras dos pel¨ªculas, Boatman (1993) y el cortometraje documental Afterwords (2001). Con Below sea level (2008) gan¨® el premio Orizzonti en Venecia, mientras que con El sicario (2010) se hizo con el premio de la cr¨ªtica en el mismo festival. Adem¨¢s de su trabajo en el documental, ha sido director de doblaje al italiano para los grandes estudios estadounidenses. Rosi acostumbra a trabajar solo o, en algunos casos, acompa?ado de un ayudante de realizaci¨®n. Para rodar Fuocoammare, el cineasta se instal¨® en el puerto de Lampedusa y copi¨® el estilo de vida de los aut¨®ctonos, a quienes observ¨® hasta que dio con la media docena de personajes que protagonizan su pel¨ªcula. Ayer prometi¨® organizar una proyecci¨®n de Fuocoammare en la isla para que sus habitantes puedan descubrir la pel¨ªcula.
Rosi (Asmara, Eritrea) naci¨® durante la guerra entre Etiop¨ªa y Eritrea. A los 13 a?os, volvi¨® a Italia en un avi¨®n militar, mientras sus padres permanec¨ªan en el pa¨ªs africano. Poco m¨¢s se sabe de esa etapa de su vida. ¡°Un documentalista debe permanecer an¨®nimo. Nunca cuento mi propia historia. Nac¨ª en Eritrea porque mi padre trabajaba en Asmara. No digo nada m¨¢s, porque abrir¨ªa un territorio en el que no me quiero adentrar¡±, dijo a Corriere della Sera en 2013. M¨¢s tarde, creci¨® entre Roma y Estambul, antes de instalarse en Nueva York a los 20 a?os para estudiar cine en la NYU. Hoy tiene la doble nacionalidad, italiana y estadounidense. ¡°He crecido en lugares m¨¢gicos. El mundo es un lugar por el que me muevo. Siempre digo que tengo una existencia n¨®mada¡±, declar¨® anoche. Rosi dedic¨® ayer el premio a su hija adolescente Emma, a quien reconoci¨® no haber visto durante un a?o y medio. ¡°Pero esta semana lo vamos a recuperar¡±, le prometi¨®.
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