Un bazar chino como inspiraci¨®n
El m¨²sico espa?ol independiente m¨¢s internacional vuelve a los escenarios con su nuevo disco ¡®Hiperasia¡¯, obsesivo y confesional, a?os despu¨¦s de triunfar con Bj?rk
El ¨²ltimo disco de El Guincho sale de un mont¨®n de basura. Cuando Pablo D¨ªaz-Reixa (Las Palmas, 1983), m¨¢s conocido como El Guincho, se mud¨® a Madrid con la intenci¨®n de componerlo, se instal¨® en una especie de yacimiento musical: huesos de muslitos de pollo a la barbacoa, compactos rotos de The Prodigy, latas de cerveza y puntos de escucha de centros comerciales con fotograf¨ªas de bandas que triunfaron hace muchos a?os.
A cambio de que lo adecentase, el due?o de la discogr¨¢fica Everlasting le hab¨ªa ofrecido grabar en un almac¨¦n de su empresa, luminoso pero abarrotado de mugre. Un local que podr¨ªa funcionar como met¨¢fora perfecta tanto del estado de la industria musical como de lo que sent¨ªa su nuevo inquilino. En los ¨²ltimos a?os, El Guincho hab¨ªa trabajado codo con codo con artistas como Bj?rk, cosechado las mejores rese?as en los principales diarios estadounidenses y girado por los cinco continentes, encontrando una legi¨®n de fans tanto en Jap¨®n como en Australia o en Mauritania. Sin embargo, la grave enfermedad de su madre lo hizo detenerse en seco y volver a Las Palmas, donde, mientras cuidaba de ella, pudo pensar en qu¨¦ narices le estaba sucediendo: ¡°Reflexion¨¦ mucho sobre el hecho de llevar desde los 22 a?os dedic¨¢ndome a la m¨²sica de forma profesional, viajando sin parar, lidiando con mil contratos internacionales o conociendo a gente nueva todo el rato. Cuando tienes que parar por algo tan horrible lo positivo es que miras tu vida desde fuera¡±.
En ese estado se enfrent¨® D¨ªaz-Reixa a la labor de sanear el estudio. Baj¨® a comprar pintura, mesas y productos de limpieza a Hiperasia: ¡°Era un gigabazar chino que hab¨ªa por la zona. Cuando entr¨¦, pens¨¦ que lo que estaba viendo era lo que sent¨ªa: un mont¨®n de productos colocados en las baldas sin ning¨²n criterio, decenas de imitaciones de marcas, much¨ªsimos colores estridentes y de olores ca¨®ticos¡¡±. All¨ª no solo encontr¨® lo que buscaba, sino tambi¨¦n lo que descubri¨® por sorpresa: desde un juego de minigolf, con el que se relaj¨® durante los meses de grabaci¨®n, hasta el t¨ªtulo de su tercer disco: Hiperasia (Everlasting / CANADA), con el que inici¨® una gira internacional en Bangkok hace unas semanas. En esos momentos atrap¨® tambi¨¦n el tono de un ¨¢lbum contradictorio y picado como el Atl¨¢ntico en enero; tan luminoso y turbio como esos primeros d¨ªas en una capital donde a¨²n no ten¨ªa amigos fiables: ¡°Fueron semanas y semanas encerrado en ese local. Durante muchos d¨ªas quiz¨¢s solo hablaba con mi t¨ªa por Whatsapp¡±.
Que Hiperasia quiere ser m¨¢s que un simple disco se nota en los formatos: adem¨¢s del vinilo y del ced¨¦, es un disco vestible, ya que se puede escuchar gracias a un chip NFC colocado en sudaderas y pulseras (ha creado hasta una l¨ªnea de ropa para la ocasi¨®n) que dan acceso a todo un universo paralelo de bases electr¨®nicas liberadas, v¨ªdeos y canciones exclusivas o trece piezas de animaci¨®n en 3D dirigidas por el estudio Manson. Todo un concepto novedoso influido por las charlas que El Guincho manten¨ªa con la islandesa Bj?rk en Nueva York mientras ella le cocinaba riqu¨ªsimos platos de pescado marinado: ¡°Yo estaba obsesionado con los acabados. Por eso para mi anterior disco, Pop Negro, habl¨¦ tanto con el productor de Whitney Houston y Michael Jackson¡ Pero ella me ense?¨® que la canci¨®n no es solo algo que queda fijado para siempre. Que un tema puede ser muchas cosas y un lanzamiento puede ser algo m¨¢s evolutivo¡±.
Pel¨ªcula animada
?En la pel¨ªcula animada incluida dentro de Hiperasia, D¨ªaz-Reixa tiene un ¨¢lterego digital llamado Chef-P: ¡°Ese mote me lo puso un profesor de mi colegio. Yo sacaba buenas notas pero iba con los gamberros. Siempre me acusaba de andar tramando todas las travesuras en las sombras. Y eso tiene que ver con el hecho de que el disco hable tanto de mi carrera: me hace gracia que la gente piense que tengo alg¨²n tipo de inteligencia estrat¨¦gica o que soy muy calculador¡±.
Las canciones de Hiperasia le dan la raz¨®n: l¨ªneas de bajo epil¨¦pticas, bases r¨ªtmicas de angina de pecho, estribillos impepinables saboteados en cuatro compases y letras confesionales escritas a tumba abierta pero cantadas por una voz distorsionada con Autotune. ¡°Me dicen que no se va a entender, pero dijeron lo mismo de los otros. Mi carrera siempre ha transitado por el rechazo furibundo y estoy c¨®modo ah¨ª. Me gusta gente como Caetano Veloso, mucho m¨¢s r¨¢pido en sus turbulencias que yo, un tipo que cambia abruptamente de m¨²sica y de discurso. Que pone a prueba a la gente que lo escucha, que la saca de su zona de confort¡±, explica. Y a?ade: ¡°Yo no soy ese personaje tropical y carnavalero que entra en escena tocando la marimba. Quiz¨¢s por todo lo que he sentido ¨²ltimamente quer¨ªa hacer el disco m¨¢s radical. Un disco para tener un esguince bailando¡±.
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