Una sencilla f¨¢brica de Pulitzer

El premio Oscar a la Mejor Pel¨ªcula que la Academia le confiri¨® a Spotlight no es solo un homenaje al periodismo sino un pu?etazo en la nariz a quienes ejercen este oficio con af¨¢n de protagonismo. Porque a Marty Baron, que como director de The Boston Globe inici¨® en 2001 la investigaci¨®n sobre los abusos sexuales a menores de edad por parte de algunos miembros de la curia de Massachusetts ¨Ctodo lo cual figura en Spotlight¨C, y que se ha convertido en el periodista m¨¢s admirado del mundo, se le puede aplicar la c¨¦lebre definici¨®n de Fernando Savater: ¡°El periodista ideal es el que hace notar sin hacerse notar¡±.

En Baron, un jud¨ªo de 61 a?os nacido en Tampa, en el estado de la Florida, y graduado de la Universidad de Lehigh, predominan la sencillez y el bajo perfil. Fue as¨ª como, justamente el d¨ªa en que se estrenaba en el Globe, pregunt¨® en el consejo de redacci¨®n, tras haber le¨ªdo una columna sobre el tema, por qu¨¦ el peri¨®dico no le hab¨ªa metido el diente a la Arquidi¨®cesis. Le dijeron que en Boston la gente ama a los Red Sox y mandan los irlandeses cat¨®licos como los Kennedy?, y que ¨¦l era jud¨ªo, soltero y no le gustaba el b¨¦isbol. No se rindi¨®. Le gan¨® desde el diario una demanda a la curia, forz¨® la publicaci¨®n de documentos hasta entonces secretos y destap¨® una olla podrida de la que ahora hablan millones de personas y obliga a hablar al Papa. Marty Baron tambi¨¦n tiene su definici¨®n de este oficio. ¡°Periodismo es pedirle cuentas al poder¡±, dice.

Una sencilla f¨¢brica de Pulitzer

Les ha dedicado la vida a los peri¨®dicos. Tras haber editado el de la universidad, aterriz¨® en 1976, con menos de 25 a?os, en la sala de redacci¨®n de The Miami Herald. En 1979 fue a parar a Los Angeles Times y en 1996 a The New York Times, de donde volvi¨® cuatro a?os m¨¢s tarde a Miami como director, cargo en el que coordin¨® el cubrimiento de caso de la controvertida custodia del ni?o cubano Eli¨¢n Gonz¨¢lez, lo que le vali¨® un Pulitzer al Herald. Eso influy¨® en su nombramiento meses despu¨¦s en The Boston Globe, donde los m¨¢s de 600 art¨ªculos sobre la curia son ya parte de la historia, y fueron premiados con el Pulitzer por Servicio P¨²blico.

Su carrera dio otro salto el 31 de diciembre de 2012, cuando la familia Graham lo llam¨® a dirigir The Washington Post, el peri¨®dico que hab¨ªa tumbado al presidente Richard Nixon en 1974. No se hab¨ªa instalado del todo en su oficina cuando Jeff Bezos, el multimillonario due?o de Amazon, compr¨® el peri¨®dico. Baron no sab¨ªa si lo iban a echar. Pero Bezos apost¨® por ¨¦l, y gan¨® la apuesta. En 2014 ganaron el Pulitzer al revelar las filtraciones de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, y en 2015 otro por los esc¨¢ndalos y los grandes fallos de los servicios secretos. Por si fuera poco, el pasado mes de octubre el Post destron¨® a The New York Times en n¨²mero de visitas por Internet en Estados Unidos. En diciembre la ventaja se ampli¨®. Fue de casi seis millones. La locura.

Pero, en medio de tanto ¨¦xito, Marty Baron sigue pasando vacaciones en pa¨ªses donde se habla espa?ol, lengua que domina, como Ecuador, Per¨² o Colombia. Vivi¨® en Sevilla, conoce Barcelona. Y sigue caminando a diario de su casa a la sede del Post, mochila al hombro y tomando caf¨¦ en cualquier esquina. Y no pierde el sentido del humor. En noviembre, Esquire lo llam¨® ¡°el mejor director de peri¨®dico de toda la historia¡±, por encima de Ben Bradlee y James Reston. ¡°La revista exagera¡±, dice. Y agrega: ¡°En todo caso, no voy a mandar una carta para pedir que rectifiquen¡±. Y se r¨ªe.