Vuelve el hombre, y es vikingo
Los guerreros Uhtred y Ragnar compiten por el t¨ªtulo de mejor pirata del Norte
Uhtred de Bebbanburg, el guerrero medio saj¨®n y medio vikingo creado por la pluma de Bernard Cornwell, ha llegado a la televisi¨®n en la serie The Last Kingdom. Ha desembarcado para competir con otro pirata del Norte, el vikingo Ragnar Lodbrok de la serie Vikingos, que acaba de iniciar su cuarta temporada y cuyo referente literario es el semilegendario Ragnar Calzas Peludas de las sagas. Seguidor fan¨¢tico ¡ªincluso berserker¡ª de Vikingos, pero tambi¨¦n lector compulsivo de las aventuras de Uhtred y desde ahora entusiasta asimismo de The Last Kingdom, me encuentro con el coraz¨®n dividido a la hora de elegir vikingo. Es sabido que no puedes prestar juramento de fidelidad a dos se?ores de la guerra a la vez. Es como hacerte de Pedro S¨¢nchez o de Pablo Iglesias. Te juegas la decapitaci¨®n o algo peor, el ?guila de Sangre, ese m¨ªtico ritual carnicero en el que te abren la espalda y te sacan los pulmones para extenderlos sobre los hombros como unas alas. Ragnar lo ha perpetrado ya un par de veces en su serie y siempre ha coincidido con mi cena, que ya es trance.
Uhtred, al que reclama su lado m¨¢s feroz, su sangre vikinga, no se queda atr¨¢s en salvajadas (en su ¨²ltima novela, reci¨¦n aparecida, Uthred, el pagano, mata a un monje clav¨¢ndole su propio b¨¢culo), aunque su c¨®digo de honor es algo m¨¢s estricto y no asesina mujeres ni ni?os. A Uhtred, demediado por su herencia y obligado a pelear contra los daneses pero fiel a Thor, mal hablado, disoluto y aborrecedor de la mojigater¨ªa de los cristianos, le conozco desde hace mucho. Sus novelas las publica en Espa?a Edhasa desde 2006 y vamos ya por la s¨¦ptima, todas muy emocionantes, pues bueno es Cornwell -el creador del fusilero Sharpe de las guerras napole¨®nicas, que tambi¨¦n tiene serie televisiva- para narrar batallas. La versi¨®n filmada comenz¨® a emitirse en octubre y la estoy disfrutando una barbaridad. Vikingos le gana en calidad de producci¨®n: los vikingos de Ragnar tienen una est¨¦tica mucho m¨¢s cuidada, los peinados, los tatuajes, las pieles¡ todo resulta m¨¢s impresionante (empezando por la reina Aslaug) y moderno. Tambi¨¦n es m¨¢s retorcida. The Last Kingdom puede parecer en comparaci¨®n m¨¢s de estar por casa. Sus vikingos son m¨¢s cl¨¢sicos, aunque por supuesto no hasta el punto de llevar cuernos (en los cascos: de los otros, como en Vikingos, hay muchos). Son herederos directos de los de la pel¨ªcula de Richard Fleischer Los vikingos (1958), que disfrutaban lanzando hachas a las trenzas de las chicas ad¨²lteras. Aventuras m¨¢s convencionales, vamos.
Curiosamente, los dos protagonistas de aquel inolvidable filme, los medio hermanos Eric y Einar, se parecen a los respectivos protagonistas de nuestras series. El primero es m¨¢s el vikingo aut¨¦ntico, de pura cepa, y ser¨ªa el modelo de Ragnar, y el segundo, mestizo y dividido entre su pueblo de adopci¨®n y el de nacimiento, el de Uhtred. Ambos modelos son de hombre-hombre. De Var¨®n Dandy, Brummel (cambien ¡°Busco a Jacques¡± por ¡°Busco a Olaf¡±) o Agua Brava (de drakkar), por poner un paradigma. Entre una y otra serie vamos bien servidos de vikingos, digo yo. La rudeza, las masacres, las decapitaciones, los muros de escudos y el fornicio sin cortapisas abundan. Retengo ya im¨¢genes inolvidables de The Last Kingdom como la del padre putativo de Uhtred (otro Ragnar) convertido en una antorcha humana y caminando hacia el Valhalla sin soltar la espada, como es preceptivo. O la del rey saj¨®n asaeteado por los vikingos curiosos ante la leyanda de san Sebasti¨¢n . En Vikingos, los sacrificios humanos en el templo de Upsala, el sanguinario asalto a las murallas de Par¨ªs y el asesinato del bueno de Athelstan por el pirado Floki se cuentan entre lo que m¨¢s me ha impresionado, por no mencionar a la semivalkiria Lagertha retozando desnuda en la piscina del rey Ecbert de Wessex con el monarca.
En fin, que no nos falten nunca vikingos, y bendita sea por siempre Sigrid de Thule.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.