El sonido del terror llega a la SER
La cadena estrena ¡®Negra y criminal¡¯, un espacio que combinar¨¢ los relatos de miedo con reportajes dramatizados de cr¨ªmenes reales
¡°Todos los seres que respiramos conocemos el miedo¡±. As¨ª comienza la cabecera de Negra y criminal, el nuevo espacio radiof¨®nico que la cadena SER estrenar¨¢ la madrugada del pr¨®ximo s¨¢bado al domingo (2.30) con una invitaci¨®n a los oyentes: ¡°Internarnos en nuestro propio miedo cont¨¢ndote una historia de terror. ?Te atreves?¡±.
La cadena pretende ¡°reivindicar la ficci¨®n en la radio¡±, en palabras de Vicente Jim¨¦nez, director general de la SER y de PRISA Radio Espa?a, quien recalc¨® el lunes en la presentaci¨®n del programa que hac¨ªa mucho tiempo que la cadena quer¨ªa un espacio as¨ª en su parrilla. El audio supone ¡°una frontera nueva¡±, a?adi¨® Jim¨¦nez. ¡°En estos tiempos de disrupci¨®n tecnol¨®gica queremos encontrar contenidos de alt¨ªsima calidad que puedan sobrevivir m¨¢s all¨¢ de la antena. Tenemos la necesidad de innovar con materiales que puedan ser escuchados hoy, dentro de una semana o dentro de un a?o¡±, defendi¨®.
Instar a la imaginaci¨®n
Luis Rodr¨ªguez Pi, director de Antena de la cadena SER, precis¨® que Negra y criminal ¡°nace de dos voluntades: la primera es apelar a la capacidad de sugesti¨®n de la radio para dar miedo. La segunda, recuperar un g¨¦nero como el radiodrama¡±. ¡°Es un momento de cambio en el uso de la radio y queremos buscar consumidores de audio m¨¢s que consumidores de radio¡±, apostill¨®.
Las entregas de Negra y criminal constar¨¢n de ¡°una primera parte que se puede escuchar en un trayecto de metro, de 20 o 25 minutos, en el que se adaptar¨¢ una ficci¨®n, cl¨¢sica o contempor¨¢nea; una segunda en la que se relatar¨¢ un caso real relacionado con el crimen, por medio de una reconstrucci¨®n que nace de la documentaci¨®n que aportan diferentes periodistas, y una tercera que propondr¨¢ un concurso de relatos cortos, a cargo del escritor Carlos Salem¡±, concret¨® Rodr¨ªguez Pi.
Radiodrama, un g¨¦nero imperecedero
La llegada de Negra y criminal recuerda que las dramatizaciones radiof¨®nicas han vivido periodos de esplendor. Muchos aficionados a¨²n recuerdan un espacio ic¨®nico como Historias, escrito, dirigido y presentado por Juan Jos¨¦ Plans, que RNE emiti¨® de enero de 1997 a septiembre de 2003.
En los a?os ochenta, la radio p¨²blica program¨® Miedo, dirigido por Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde, e Historias para imaginar, del legendario Narciso Ib¨¢?ez Serrador, quien tambi¨¦n concibi¨® para la SER el recordado Historias de medianoche. Los audios de muchos de estos espacios pueden recuperarse hoy a trav¨¦s de Internet.
Negra y criminal se convertir¨¢ en una combinaci¨®n de relatos de terror, interpretados por actores como Nancho Novo, Luis Callejo o Rafael Calvo, entre otros, y de historias reales, como la de Andr¨¦i Chikatilo (1936-1994), El carcinero de Rostov, el mayor asesino en serie de la historia de la URSS. Periodistas como Carlos Qu¨ªlez y M¨®nica Gonz¨¢lez ?lvarez documentar¨¢n estos reportajes dramatizados.
El espacio incluir¨¢ secciones como El cine, a cargo de Elio Castro y Antonio Mart¨ªnez, y Los elementos del miedo, donde un experto desgranar¨¢ los factores que conforman la arquitectura del miedo en el ser humano.
El puzle buscar¨¢ siempre el escalofr¨ªo radiof¨®nico con intenci¨®n de ¡°ser los expertos del miedo en la ficci¨®n, los casos reales y los elementos intelectuales¡±, en palabras de Mona Le¨®n Siminiani, directora y presentadora del nuevo programa, quien inst¨® a la imaginaci¨®n de los oyentes: ¡°La radio es un medio caliente y se lleva bien con la imaginaci¨®n. Entre tanto contenido audiovisual se echa de menos la llamada a la fantas¨ªa de cuando ¨¦ramos ni?os. Ya hemos vivido mucho audiovisual y ahora nos centramos en un solo sentido, el del o¨ªdo¡±.
Rodr¨ªguez Pi promete que Negra y criminal potenciar¨¢ el contacto con sus oyentes a trav¨¦s de Internet: ¡°Vamos a trabajar las redes y estaremos atentos a si los seguidores nos demandan m¨¢s suspense, m¨¢s terror, m¨¢s crimen¡±. Todo ello en busca de despertar el p¨¢nico. O, al menos, el estremecimiento.
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