Ben Harper: ¡°No sigo tendencias, aspiro a marcarlas¡±
El m¨²sico recupera a su banda The Innocent Criminals y lanza un elaborado disco con blues, rock, folk y reggae. ¡°La diversidad de estilos significa libertad de exploraci¨®n¡±, afirma
En un principio fue el blues. En la periferia de Los ?ngeles, el ni?o Ben Harper tocaba y escuchaba blues, el de los pioneros del Delta (Robert Johnson) y el electrificado de Chicago (Muddy Waters). Pero a los nueve a?os lo llevaron a un concierto de Bob Marley y le impact¨® el reggae, ese envolvente sonido que remit¨ªa tanto a ?frica como al Caribe y que hac¨ªa bandera de la negritud. Luego se empap¨® de soul (Marvin Gaye), rock (Hendrix) y folk (Dylan). Hizo suyos muchos registros. Pero todo empez¨® en el blues, su ¡°punto de partida¡±. ¡°Cuando coges la guitarra las primeras veces, ?acaso lo haces para ganar dinero, para vender discos? Yo lo hac¨ªa porque sent¨ªa algo fabuloso. Cerraba la puerta del cuarto y tocaba hasta que me sangraban los dedos¡±, recuerda.
?Cantautor, rockero, bluesman? Harper (Pomona, California, 1969) es un m¨²sico ecl¨¦ctico pero con una personalidad muy marcada al componer, cantar y tocar la guitarra (la ac¨²stica o su Weissenborn el¨¦ctrica). No le preocupan las etiquetas. ¡°La diversidad de estilos significa libertad de exploraci¨®n¡±, sentencia mientras comparte unas raciones ¡ªregadas con agua mineral¡ª en un restaurante del centro de Madrid. ¡°Si solo hiciera una cosa, mi vida ser¨ªa mucho menos estimulante. Tengo la suerte de no saber qui¨¦n va a ser el pr¨®ximo en llamarme por tel¨¦fono¡±, explica el artista, que ha compartido escenario o estudio con algunos de sus h¨¦roes, de Ringo Starr a Johnny Winter, o que ha producido a Rickie Lee Jones.
El Harper activista canta indignado por la violencia policial contra j¨®venes negros. ¡°Ll¨¢malo como lo que es: asesinato¡±
Tras dos d¨¦cadas de carrera, Harper ha vuelto a reunir a la banda que le acompa?¨® en sus mayores ¨¦xitos: The Innocent Criminals. No trabajaba con este solvente grupo desde 2007 pero, como ocurre en algunas parejas, ¡°si quieres conocer a alguien bien, sep¨¢rate y sabr¨¢s lo que significaba para ti. Sab¨ªa que ¨ªbamos a volver¡±. El a?o pasado se embarc¨® con ellos en una gira que recuper¨® lo mejor de su repertorio, y con ellos ha facturado su nuevo ¨¢lbum, Call It What It Is. Es la obra de un perfeccionista que se toma su tiempo, consciente de que el p¨²blico ya no acepta canciones de relleno. Los 11 temas se trabajaron durante todo un a?o, en intensas sesiones de cuatro o cinco d¨ªas y largas pausas. ¡°Dejar de o¨ªr una canci¨®n durante dos meses y volver a ella me da la objetividad necesaria para ver que es lo que quiero hacer¡±, explica mientras pica alcachofas, esp¨¢rragos, patatas bravas y una lasa?a de rabo de toro.
La canci¨®n que da t¨ªtulo al ¨¢lbum muestra al Harper militante, indignado por los tiroteos de la polic¨ªa contra j¨®venes negros, cuyos nombres recita en su letra. ¡°Ll¨¢malo como lo que es: asesinato¡±, dice el estribillo de un pegadizo blues en que Harper se desen?vuelve con la tab slide guitar, esa que se toca sentado y con un dedal met¨¢lico para deslizarse entre las notas. El mismo instrumento le acompa?a en una delicada balada titulada¡®All That Have Grow¡¯, pero que prefiere llamar ¡®After the Storm¡¯, ejemplo del tono intimista de buena parte del ¨¢lbum. Pero tambi¨¦n encontramos un rock vitalista, con un riff que dar¨¢ juego en los conciertos, como ¡®When Sex Is Dirty¡¯. ¡°Recuerdo cuando el sexo era sucio y el aire limpio¡±, reza una letra que Harper explica como ¡°una celebraci¨®n de la libertad¡±, de los avances que han permitido normalizar la homosexualidad o despenalizar la marihuana. ¡°Muchas cosas est¨¢n cambiando en EE UU¡±, dice con un optimismo que solo ensombrece la terrible idea de un Donald Trump en la Casa Blanca.
Otro tema rock, ¡®Pink Balloon¡¯, ha llevado a muchos a buscar sentidos ocultos ¡ªtodos sexuales¡ª en su letra sobre una ni?a que sujeta un globo. Harper se parte de risa: solo se refiere a ni?as, como sus hijas, a las que ¡°se les escapan los jodidos globos¡±. Hay tambi¨¦n un reggae muy jamaicano, ¡®Finding Our Way¡¯, que se pregunta qui¨¦n sobrevivir¨¢ al fin del mundo. ¡°Fue dif¨ªcil ordenar el disco¡±, explica, ¡°porque hab¨ªa canciones que est¨¢n unidas pero no pusimos seguidas¡±. Eso s¨ª, entendi¨® que era hora de poner punto final al grabar otra balada como coda: ¡®Goodbye to You¡¯.
La principal huella en su obra es de la gran m¨²sica negra. Porque la raza, todav¨ªa, importa. ¡°Es un desaf¨ªo para todos tener ¨¦xito en la m¨²sica, pero especialmente para la raza negra. ?Si tuvieron que venir los Rolling Stones a Estados Unidos a decirnos que hab¨ªa que preservar el blues!¡±, recuerda este hijo de afroamericano (con sangre cheroqui) y de jud¨ªa de origen ruso-lituano, hija a su vez de los due?os de una tienda de discos. Por eso lleva con orgullo haber fichado por la Stax, el hist¨®rico sello de Memphis en que militaron figuras como Otis Redding o Albert King.
A la industria musical la ve, claro, en apuros debido a la pirater¨ªa, pero vislumbra se?ales esperanzadoras como el regreso del vinilo. Relativiza la crisis: cree que nunca se pusieron las cosas f¨¢ciles a las nuevas bandas. Sabe que hoy cobra m¨¢s peso el directo, y en su caso eso implica una nueva gira que le ocupar¨¢ hasta fin de a?o por Norteam¨¦rica, Jap¨®n, Europa, Australia y Nueva Zelanda. Pero es rotundo al fijar sus prioridades: ¡°Mi pr¨®ximo concierto no es m¨¢s importante que mi pr¨®xima canci¨®n. Eso s¨ª, los conciertos son oportunidades de oro de poner a prueba tu canci¨®n: la reacci¨®n de un tipo que ha viajado en autob¨²s de Texas a Ohio para escucharte tiene valor¡±.
Desde que se separ¨® de The Innocent Criminals, Ben Harper hab¨ªa encadenado ¨¢lbumes de estricta disciplina estil¨ªstica con distintos acompa?antes: uno de rock rabioso (White Lies for Dark Times) con la banda Relentless7; otro ac¨²stico (As I Call You Down) con Dhani Harrison y Joseph Arthur; uno de puro blues (Get up!) con el m¨ªtico armonicista Charlie Mussel?white, y el ¨²ltimo, de sencillas canciones folk (Childhood Home) que canta junto a su madre, Ellen. Ahora, con su banda de siempre, se siente revitalizado y sin cors¨¦s. ?Han vuelto los Criminals para quedarse? ¡°Espero trabajar con ellos otros 10 a?os¡±, confirma. ¡°Pero me queda un segundo disco con Charlie Musselwhite. Tambi¨¦n quiero grabar un ¨¢lbum todo de reggae con los Criminals. Y otro yo solo con mi steel guitar¡±. Los proyectos bullen en ¨¦l, con esa m¨²sica tan universal como atemporal. ?Le importa estar al margen de las modas? ?l lo ve as¨ª: ¡°Las que me interesan son las tendencias que marcas, no las que sigues¡±.
Call It What It Is. Ben Harper & The Innocent Criminals. Stax/Caroline. A la venta el 8 de abril.
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