Los fantasmas teatrales de dos amigos en escena

Como si de un torero se tratara, Gerardo Vera le dio ya hace a?os, en 2004, la alternativa a Alfredo Sanzol. Pero la relaci¨®n nunca fue de maestro-disc¨ªpulo. Tras trabajar como ayudante de direcci¨®n con Vera en Divinas palabras y Un enemigo del pueblo, a Sanzol le lleg¨® su oportunidad cuando el entonces director del Centro Dram¨¢tico Nacional le encarg¨® un trabajo propio. ¡°Fue mi despegue absoluto. Ah¨ª empez¨® todo¡± reconoci¨® Sanzol en el quinto encuentro de El Puente de la Abad¨ªa, que organiza el diario EL PA?S y el centro que dirige Jos¨¦ Luis G¨®mez. Hoy son dos grandes de la escena, de ¨¦pocas diferentes pero perfectamente hilvanadas, que se volvieron a encontrar en un escenario para confesar los fantasmas sanadores del teatro y sus inquietudes vitales, adem¨¢s de resaltar la importancia de la inconsciencia y la imaginaci¨®n, tan necesarias en la dramaturgia. Tambi¨¦n del peligro de la censura econ¨®mica que atenaza la industria art¨ªstica y la grandeza del p¨²blico, el que de verdad da sentido al hecho teatral.

Moderados por el periodista Rub¨¦n Am¨®n, los dramaturgos fueron hilvanando recuerdos y reflexiones. ¡°Yo me fio m¨¢s de la intuici¨®n que de la informaci¨®n¡±, dijo Vera al explicar el porqu¨¦ eligi¨® a Sanzol como ayudante de direcci¨®n. ¡°Era muy t¨ªmido y eso me pon¨ªa un poco nervioso, pero los actores le quer¨ªan y supe desde un principio que no me hab¨ªa equivocado, ten¨ªa un brillo que nunca le ha abandonado¡±, a?adi¨® Vera, que intuy¨® que detr¨¢s de aquel chico callado hab¨ªa un director de ¡°pensamiento¡± y le encarg¨® una obra propia para el Centro Dram¨¢tico Nacional, instituci¨®n que entonces dirig¨ªa. S¨ª pero no lo soy fue el aldabonazo de la carrera de Sanzol. Con ella empez¨® toda la carrera de este madrile?o, centrada en espect¨¢culos de escritura propia. ¡°Para m¨ª, la escritura es la propia escena¡±, confes¨® Sanzol, reflexi¨®n que ha trascendido de manera m¨¢s radical con su ¨²ltimo montaje, La respiraci¨®n, toda una experiencia sanadora a nivel personal, en el que ha volcado todos sus fantasmas vitales en el escenario. ¡°La respiraci¨®n contiene la met¨¢fora teatral m¨¢s desoladora que se puede ver en escena¡±, dijo Vera, que tambi¨¦n experiment¨® ese lado sanador del arte cuando dirigi¨® la pel¨ªcula Segunda piel, una historia totalmente autobiogr¨¢fica.

¡°No hay amigos en el teatro¡±. La frase son¨® rotunda en boca de Gerardo Vera.¡±Es todo mentira. Se produce un espejismo. Cuando los actores ensayan una obra, se adoran, se llaman continuamente, se dan los m¨®viles pero al cabo de un a?o eso ya no existe. A m¨ª, despu¨¦s de 30 a?os en la escena, me quedan solo amigos de fuera del teatro, excepto un par de ellos. Uno es este hombre que est¨¢ a mi lado, Alfredo¡±.