Erwin Olaf: ¡°La fotograf¨ªa es un di¨¢logo¡±
El CAC de M¨¢laga expone 'Celda de emociones', un sugestivo reflejo de nuestra sociedad a trav¨¦s de las fantas¨ªas del fot¨®grafo
Se inici¨® en la fotograf¨ªa a trav¨¦s del periodismo. Fue entonces cuando Erwin Olaf (Hilversum, 1959) se percat¨® de dos cosas: de su af¨¢n por el perfeccionismo y de su necesidad de crear un universo propio, prescindiendo de todo aquello que no quer¨ªa que apareciese en la imagen. ¡±La vida trata de lo real, pero uno puede enriquecerla con los sue?os. Me encanta recrear mi propio mundo de ensue?o con historias que est¨¢n por desvelar y cuyo final queda abierto, de manera que cada cual pueda inventar su propia historia¡±, dice el fot¨®grafo holand¨¦s. De est¨¢ manera el artista ha encontrado su propia voz dentro del panorama actual de la fotograf¨ªa, elaborando una narraci¨®n mediante exquisitas y perturbadoras im¨¢genes escenificadas, que utilizan la ambig¨¹edad como reclamo.
El CAC de M¨¢laga nos ofrece la oportunidad de acercarnos al sugerente universo de Olaf, mediante una selecci¨®n de 60 obras: Celda de emociones sintetiza el trabajo realizado en la ¨²ltima d¨¦cada por el artista, conocido por su estilo sofisticado, audaz, a veces provocativo e incluso sat¨ªrico con el que aborda temas actuales de nuestra sociedad, como la soledad, la incomunicaci¨®n, el consumismo, los tab¨²es o el erotismo entre otros. ¡°Pero no todo es v¨¢lido: si lo que se expone es demasiado real, en el mundo de fantas¨ªa ideado por Olaf, esta idea es desechada. No le interesa lo que a priori es f¨¢cil de interpretar¡±, se?ala Fernando Franc¨¦s, comisario de la exposici¨®n y director del CAC M¨¢laga.
Su paso por el fotoperiodismo, la fotograf¨ªa de moda y la publicidad (para grandes marcas como Nokia, Microsoft o BMW) ha enriquecido su discurso y le ha hecho merecedor de numerosos premios internacionales. Su obra se encuentra en grandes museos y galer¨ªas a lo largo de todo el mundo. En la actualidad ha incorporado el v¨ªdeo y las instalaciones en 3d a su obra. ¡°Cada d¨ªa me intereso m¨¢s por crear una obra de arte integral , en la que el espectador participe con varios sentidos, no solo con la vista sino que tambi¨¦n pueda pasar por ella, o¨ªrla o tocarla. Creo que esto enriquece a mi obra, me ofrece m¨¢s herramientas para involucrar al espectador¡±, se?ala el artista.
Los personajes de Erwin Olaf no dejan indiferente al espectador. Este nunca sabe si la actitud que reflejan se debe a algo que ha ocurrido o a algo que va a ocurrir. La tensi¨®n se masca en el ambiente: ¡°Donde hay tensi¨®n, hay una historia. La tensi¨®n puede encontrarse en un cuerpo ¨C en donde las m¨²sculos se tensan-, en un rostro, o entre varias personas. Me fascina la expresi¨®n de la tensi¨®n. C¨®mo se expresa la soledad en un rostro, c¨®mo cambia el gesto cuando alguien ha recibido malas noticias, o cuando experimenta dolor. Me interesa analizar todas estas emociones, explorar el medio a trav¨¦s de ellas¡±, explica el artista. La inmovilidad de los protagonistas parece tambi¨¦n enmascarar una espera: ¡°Hoy en d¨ªa son pocos los que de verdad esperan, la mayor¨ªa mira al m¨®vil, les hace compa?¨ªa y les entretiene. He querido explorar esta emoci¨®n en la serie Waiting, y ver que le pasa a la gente cuando simplemente espera, sin m¨®viles, a solas con su soledad¡±.
Al igual que ocurre con las obra de Edward Hopper, las de fotograf¨ªas de Olaf bien podr¨ªan ser secuencias cinematogr¨¢ficas, y al igual que el pintor, el fot¨®grafo consigue que el espectador se sienta como un voyeour, que tenga muy claro que nunca va a traspasar esa barrera que le permitir¨ªa integrarse en la escena. Olaf va un paso m¨¢s all¨¢ subrayando esta condici¨®n, al convertir a sus protagonistas en voyeours que esp¨ªan tras la mirilla, como ocurre en la serie Keyhole. Sus referentes visuales son muchos. Dice admirar a David Lachapelle, a Helmut Newton o Robert Mapplethorpe, pero tambi¨¦n al pintor Otto Dix- a quien rinde homenaje en Berlin-, as¨ª como a Rembrandt, Veermer,
Caravaggio o Rubens. Al tiempo admite inspirarse en la vida misma, al observar a la gente en las calles o en los bares o aeropuertos.
Todo parece estar calculado en el despliegue de las escenograf¨ªas de este artista, pero la sorpresa llega una vez que el modelo entra en el marco. ¡°Existe una interacci¨®n entre el modelo y yo, y juntos emprendemos un viaje, en el que nunca sabes d¨®nde te puede llevar. La fotograf¨ªa establece una qu¨ªmica entre las personas, las que est¨¢n siendo fotografiadas, tambi¨¦n aportan algo. Es un di¨¢logo¡±. En este ejercicio busca tambi¨¦n la destreza t¨¦cnica, a la que considera una importante herramienta. En la actualidad se plantea volver alg¨²n d¨ªa a las t¨¦cnicas cl¨¢sicas de impresi¨®n, a la impresi¨®n al carb¨®n y a los baritados. ¡°La impresi¨®n cl¨¢sica concede una belleza, profundidad y resiliencia que no consigue igualar del todo la impresi¨®n digital. Me gustar¨ªa poder volver al laboratorio cuando tenga tiempo, o cuando me haga viejo¡±, se?ala el autor.
Sin embargo cree que no existe ninguna posibilidad de liberarnos de la celdas de nuestras emociones: ¡°No, y de ser as¨ª la vida ser¨ªa muy aburrida, ?No lo cree? Seriamos robots. No me seduce mucho la idea¡±, concluye el artista.
Celda de emociones. Erwin Olaf. CAC M¨¢laga. M¨¢laga Hasta el 1 de mayo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.