Cat¨¢logo de facilidades para la muerte
La brillante escritura de Juli¨¢n Herbert toma distancia con el horror cotidiano de M¨¦xico en 'Un mundo infiel', una novela del narco de humor negr¨ªsimo
Va siendo ya un lugar com¨²n para el lector de novela la asociaci¨®n entre M¨¦xico y violencia, en sus m¨²ltiples formas: narco, brutalidad policial, feminicidios, matanzas y en general palizas, torturas, decapitaciones y todo un cat¨¢logo de facilidades para la muerte. L¨®gico, pues hablamos de un pa¨ªs desgarrado por la desigualdad y la impunidad desde hace d¨¦cadas, y que en su ¨²ltima vuelta de tuerca ¨Cla ¡°guerra contra el narco¡±, con cifras de muertos y desaparecidos propias de una guerra civil- alcanza cotas de horror hasta inveros¨ªmiles.
Para el lector espa?ol, decir M¨¦xico es decir violencia. Subrayo lo de ¡°espa?ol¡±, pues no toda la literatura que se escribe en el pa¨ªs americano comparte esa mirada, pero parece dominante entre la que se publica en Espa?a. La violencia es el eje de la llamada narcoliteratura y de la novela de frontera, subg¨¦neros cuyo auge ha provocado no pocos debates en el medio cultural mexicano. Pero incluso en novelas que no miran al narco o a la frontera ¨Co solo lo hacen lateralmente-, la violencia es un zumbido persistente, un paisaje y un desierto moral.
Es el caso de Un mundo infiel, primera novela del mexicano Juli¨¢n Herbert, publicada en 2004 y que ahora recupera Malpaso para los lectores espa?oles que ya conocer¨¢n al autor por libros tan rotundos como Canci¨®n de tumba, impactante memoria de su propia familia y del cruel pa¨ªs en que le toc¨® nacer.
Un mundo infiel no est¨¢ emparentada con novelas del narco como las de Elmer Mendoza o Don Winslow, ni con la reelaboraci¨®n m¨¢s literaria que de la brutalidad hacen Mart¨ªn Solares, Yuri Herrera o Emiliano Monge. Pero s¨ª tiene un aire de familia con las obras de no pocos compatriotas, al menos en la impresi¨®n deshumanizada de un pa¨ªs a la deriva, el protagonismo de personajes marginales que nada tienen que perder y lo acaban perdiendo todo, la crudeza que a menudo convive con cierta estetizaci¨®n de la violencia, o el o¨ªdo atento a la lengua popular.
Herbert cruza varias vidas en unas pocas horas, la noche en que el joven Guzm¨¢n decide no ir a la fiesta de cumplea?os que le prepara ?ngela, su mujer. En torno a ellos se mueve el resto de personajes, despojos humanos la mayor¨ªa, todos con un pie a cada lado de la frontera norteamericana, y todos enfrentados a ¡°la dificultad de vivir en un mundo en el que, para ser realmente un hombre, uno debe afiliarse a cualquier expresi¨®n de la violencia¡±.
La peripecia es ligera, anecd¨®tica, y lo importante aqu¨ª es la brillante escritura de Herbert, la distancia que toma con el horror cotidiano, equivalente a la indiferencia con que sus personajes viven un espanto ya naturalizado, hecho rutina. Lo hace mediante un humor negr¨ªsimo y un aire alucinatorio donde las pesadillas so?adas se mezclan con las vividas, as¨ª como una escritura r¨¢pida y llena de hallazgos propios del poeta Herbert.
La violencia aqu¨ª, presente aqu¨ª y all¨¢ en palizas salvajes, asesinatos a sangre fr¨ªa y truculencias varias, no juega ning¨²n papel en la trama principal, y es presentada sin subrayados, escueta, como normalidad, ruido de fondo, el agua en que flotan sus criaturas. Y leyendo esta novela con el recuerdo de tantas otras, uno se pregunta si esa omnipresencia de la violencia en la literatura mexicana no acabar¨¢ provocando en el lector la misma normalidad, la misma insensibilidad y un cierto d¨¦j¨¤ vu ¨Co d¨¦j¨¤ lu, para ser exactos-. Es decir, si el horror mexicano ¨Cuna y otra vez novelado desde las terribles p¨¢ginas de Bola?o sobre Ciudad Ju¨¢rez en 2666-, no corre el riesgo de convertirse en costumbrismo, y como tal inofensivo.
Pero de eso no tiene la culpa Herbert, que escribi¨® Un mundo infiel antes que muchas de esas novelas, y que merece una lectura por m¨¦ritos propios.
Un mundo infiel. Juli¨¢n Herbert. Malpaso, 2016. 156 p¨¢ginas. 16,50 euros
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