Parra convierte a Plensa en pura voz
El catal¨¢n convierte cinco poemas del escultor en la obra 'Breathing', con el coro Vocalconsort Berlin
Recta final de la Semana de Cuenca. English Concert present¨® el viernes en el Auditorio un programa algo t¨®pico para su reputaci¨®n: tres obras de Vivaldi, una de Albinoni y una mayor de un desconocido Giovanni Battista Ferrandini (ca. 1710-1791), Il Pianto di Maria. Esta pieza, de excelente factura, es a¨²n de atribuci¨®n dudosa, tras hab¨¦rsele adjudicado a Haendel. Fue un programa veneciano (tambi¨¦n lo era Ferrandini), en el que Vivaldi y Albinoni mostraron algunos brillos en las partes solistas, bien resueltas por la obo¨ªsta Katharina Spreckelsen y la violinista Nadja Swiener. El concierto transmiti¨® una sensaci¨®n general de salir del paso con barroco de f¨¢cil consumo. En la pieza de Ferrandini, la mezzo Ann Hallenberg elev¨® el tono plomizo del concierto con una buena prestaci¨®n vocal.
En la ma?ana del s¨¢bado, traslado a la bella Iglesia del pueblo de Arcas. El tr¨ªo Armon¨ªa Concertada, compuesto por la soprano Mar¨ªa Cristina Kiehr y el vihuelista Ariel Abramovich, argentinos, a los que se sum¨® la arpista espa?ola Sara ?gueda, ofrec¨ªa una interesante selecci¨®n de canciones y villanescas espirituales de Francisco Guerrero (1528-1599), uno de los grandes de la escuela sevillana y contempor¨¢neo de Cervantes, al que se le dedicaba la evocaci¨®n. Armon¨ªa Concertada ofrece esta experiencia por primera vez, en primicia, consistente en transcribir piezas corales a una sola voz acompa?ada por un continuo de cuerda pulsada. La voz plateada de Kiehr es ideal para estas canciones que suenan deliciosamente para un oyente hispanohablante, y lo har¨¢n a¨²n m¨¢s cuando la propuesta se vaya rodando.
Y llegaba el concierto grande del S¨¢bado Santo: la Semana de M¨²sica Religiosa de Cuenca presentaba el estreno mundial de su obra de encargo: una iniciativa que acumula ya un legado de docenas de piezas y que, en esta ocasi¨®n ha reca¨ªdo en el catal¨¢n H¨¦ctor Parra (1976), quien, desde su residencia en Par¨ªs, larga, de 14 a?os, se ha convertido en uno de los compositores de su generaci¨®n de mayor proyecci¨®n internacional. La imponente y g¨¦lida catedral de Cuenca acog¨ªa al Vocalconsort Berlin, dirigido por James Wood, con dos obras: la Missa a 4, de William Byrd (1543-1623) y Breathing, del citado Parra. Byrd es uno de los grandes del periodo Tudor. El m¨ªtico pianista Glenn Gould lo consideraba su compositor favorito. Su Missa a 4, cantada por nueve voces, elev¨® la temperatura del concierto (que falta hac¨ªa). Es una m¨²sica de una calidez poco frecuente, incluso en su ¨¦poca, de grandes polifonistas. Es tambi¨¦n una m¨²sica que nos acercaba a Shakespeare, otro de los homenajeados.
Y a Shakespeare estaban tambi¨¦n dedicados los poemas del escultor (y a la vista est¨¢ que tambi¨¦n escritor l¨ªrico) Jaume Plensa. De Plensa son los cinco poemas elegidos por Parra para su estreno mundial. Una elecci¨®n luminosa que conforma una obra de una claridad mat¨¦rica notable. Parra utiliza 12 voces, todas reales, es decir, cada una con parte independiente, y crea texturas que van desde una armon¨ªa iridiscente hasta el susurro, desde el di¨¢logo contrapunt¨ªstico hasta la cita encubierta, una m¨²sica que es todo sensibilidad y gusto por la vocalidad. La ¨²nica pena es que reclame al menos un coro como estos formidables Vocalconsort Berlin. Si ya de por s¨ª las obras corales tienen una vida dif¨ªcil en la selva de las programaciones, lo hace mucho m¨¢s solicitar un coro de tan alta calidad. Pero as¨ª es la obra y en la catedral de Cuenca ha sonado a la altura de lo que la Semana ped¨ªa, y m¨¢xime teniendo en cuenta que estaba dedicada a la Procesi¨®n Camino del Calvario con motivo de sus 400 a?os.
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