El ¡®Quijote¡¯ maldito de Terry Gilliam cabalga de nuevo
El productor portugu¨¦s Paulo Branco y el espa?ol Gerardo Herrero relanzan la pel¨ªcula Se rodar¨¢ en septiembre con 16 millones de presupuesto
La historia del cine est¨¢ plagada de proyectos malditos, y uno de los m¨¢s famosos es el Quijote de Terry Gilliam, una pel¨ªcula que incluso comenz¨® a rodarse en las Bardenas Reales en Navarra durante seis d¨ªas de octubre de 2000. El hombre que mat¨® a don Quijote ha vuelto a la vida, tras pasar diversas resurrecciones en estos 15 a?os, de la mano del productor portugu¨¦s Paulo Branco, figura clave del cine de autor luso y franc¨¦s, a trav¨¦s de su Alfama Films, radicada en Par¨ªs. El rodaje, con un presupuesto de 16 millones de euros, se iniciar¨¢ a mediados de septiembre en Espa?a.
Ayer mismo, Branco estaba en Londres, trabajando con Gilliam en las oficinas del miembro de los m¨ªticos Monty Python. A la salida, por tel¨¦fono, el productor confirmaba algunos datos: ¡°El guion no ha variado mucho, pero esto solo lo s¨¦ por Terry, porque yo no he le¨ªdo libretos anteriores. El pasado es el pasado¡±. La historia est¨¢ escrita por el propio Gilliam y por Tony Grisoni. Branco, que cuenta en la producci¨®n con la espa?ola Tornasol Films, de Gerardo Herrero, asegura que la pel¨ªcula se rodar¨¢ cerca de Madrid, en Canarias y dos semanas m¨¢s en Portugal. ¡°No ser¨¢ John Hurt el protagonista. Estamos todav¨ªa buscando el reparto. Una vez que he firmado la compra de los derechos es cuando yo me dedico a los actores. Nunca antes¡±.
En realidad necesita dos grandes nombres, ya que el argumento no ha variado: un ejecutivo londinense (Johnny Depp en el primer rodaje; posteriormente Ewan McGregor, y en el ¨²ltimo intento Jack O¡¯Connell) viaja al siglo XVII a Espa?a, donde Don Quijote lo confunde con su Sancho Panza. En el fracaso de la versi¨®n de 2000 (que contaba con 21 millones de euros de presupuesto), adem¨¢s de las inundaciones que convirtieron el desierto de las Bardenas en un lodazal y del ruido constante de los cazas que practicaban en un cercano campo de tiro de la OTAN, tuvo mucho que ver una doble hernia discal en la columna del Quijote Jean Rochefort, que le impidi¨® montar a caballo. De aquel esfuerzo bald¨ªo levant¨® constancia un espectacular documental Lost in La Mancha (2002).
En la ¨²ltima intentona, otra enfermedad cercen¨® el impulso: al nuevo Quijote, John Hurt (que supl¨ªa a otro anunciado previamente, Robert Duvall), le diagnosticaron un c¨¢ncer de p¨¢ncreas. Y con esa baja se esfum¨® la producci¨®n de Amazon. A Branco tanto malditismo no le asusta: ¡°Al contrario. Adem¨¢s no hay proyectos malditos, sino situaciones que impidieron su rodaje, se?ales que mostraban que puede que entonces no fuera su momento. Ahora s¨ª, ahora toca¡±.
En 2009, cuando Gilliam estaba en uno de sus subidones profesionales y ve¨ªa cerca el rodaje, asegur¨® a este diario: ¡°Todo el mundo dice conocer muy bien a Don Quijote. Me pas¨® en 1990. Un productor me propuso la idea, la acept¨¦ y despu¨¦s le¨ª la novela. Cambi¨® mi percepci¨®n por completo. Es maravilloso, y la segunda parte, moderna. Pirandello firmar¨ªa cada palabra del segundo libro. Pero es imposible adaptarlo y yo necesitaba libertad para que el p¨²blico actual entendiera aquella ¨¦poca. Por eso invent¨¦ al ejecutivo¡±. Orson Welles persigui¨® toda su vida el Quijote, Chaplin siempre lo tuvo en mente. Gilliam reflexionaba en aquella ocasi¨®n sobre si una pel¨ªcula as¨ª podr¨ªa marcar su filmograf¨ªa: ¡°?Mi carrera? Hombre, no he matado a nadie. Me siento un so?ador como don Quijote y duro trabajador del d¨ªa a d¨ªa como Sancho Panza. Perfecto para mi personalidad esquizofr¨¦nica. Pero en serio, he hecho un pu?ado de buenos filmes. Tengo una teor¨ªa: he hecho menos malas pel¨ªculas que otros cineastas¡±.
Ayer, Branco apuntaba: ¡°Mucha gente espera esta versi¨®n extraordinaria, y absolutamente moderna, de lo que representa el Quijote, y me encanta la idea de que filmemos justo durante las conmemoraciones del cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Es una gran responsabilidad que gozo. Esta misma ma?ana en nuestras charlas hemos disfrutado tanto¡¡±. Para el portugu¨¦s, Gilliam a¨²n tiene mucho que mostrar, aunque ya ha cumplido 75 a?os. ¡°Posee una mirada muy especial, ¨²nica, que dar¨¢ una nueva perspectiva a un personaje que vive en el imaginario mundial¡±. Ahora bien, ?revivir¨¢ en pantalla?
Babelia
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