El pueblo llano colegial
Con una exquisita sencillez en la puesta en escena, Rosenberg fija su objetivo en los rostros, en las reacciones de unos cr¨ªos
?Por qu¨¦, cuando se es ni?o, nos hacemos amigos de unos y no de otros? ?Por afinidad, por casualidad, por elecci¨®n, por elecci¨®n a la segunda tras el rechazo de la primera selecci¨®n, porque no hay m¨¢s remedio ya que no quedaban otros a los que acudir? Puede parecer una chorrada pero la situaci¨®n, sobre todo cuando se cambia de colegio, puede marcar el devenir infantil y, con ello, la conquista de la madurez posterior. Un peligroso, terror¨ªfico, apasionante lugar al que se ha dirigido el franc¨¦s Rudi Rosenberg, hasta ahora actor, aqu¨ª director debutante, en El novato, estupenda radiograf¨ªa del tembleque que a algunos les supone el cambio de amigos en plena pubertad.
EL NOVATO
Direcci¨®n: Rudi Rosenberg.
Int¨¦rpretes: R¨¦pha?l Grenassia, Joshua Raccah, G¨¦raldine Martineau, Guillaume Claude-Rosel.
G¨¦nero: comedia. Francia, 2015.
Duraci¨®n: 81 minutos.
Con una exquisita sencillez en la puesta en escena, ¨¢gil y sin grandilocuencias, Rosenberg huye de las relaciones con los padres, aqu¨ª invisibles, y con los profesores, apenas unos p¨¢nfilos que aparecen por el encuadre muy de vez en cuando y enter¨¢ndose de m¨¢s bien poco, y fija su objetivo en los rostros, en las reacciones, en las tristezas y las carcajadas de unos cr¨ªos inmersos en la batalla cotidiana de la sociedad colegial. Una comunidad, como todas, con una aristocracia con personalidad adquirida que se apoya como grupo, un pueblo llano que lucha por subir en el escalaf¨®n, y un grup¨²sculo encargado de maltratar a cualquiera que se cruce en su camino. El dibujo, repleto de humor y ternura, es imponente, y sin necesidad de rehuir problem¨¢ticas de las que es complicado salir con vida en esos t¨¦rminos, caso de los chavales con alguna minusval¨ªa o el tratamiento del sexo, esencial en su descubrimiento a golpe de brochazo a los 14 a?os. Con sus virtudes y sus defectos, y evitando el arquetipo de buenos y malos, aunque los haya, los defenestrados que acaban haciendo pandilla propia nos rodearon o fuimos nosotros mismos a?os ha. Porque por ah¨ª hemos pasado todos, y tambi¨¦n nos re¨ªmos y lloramos.
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