Frankenstein revive de nuevo
Paul McGuigan estrena la en¨¦sima adaptaci¨®n del cl¨¢sico de Mary Shelley
La en¨¦sima adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del cl¨¢sico de Mary Shelley recicla muy libremente el mito de Frankenstein en una pel¨ªcula de colegas (buddy movie) y de aventuras con toques de humor, seg¨²n la propia descripci¨®n de su pareja coprotagonista, los brit¨¢nicos James McAvoy y Daniel Radcliffe. El actor escoc¨¦s afianzado en Hollywood de la mano de la franquicia X-Men y el inolvidable int¨¦rprete de la saga de Harry Potter encarnan respectivamente al creador del monstruo y a su asistente en V¨ªctor Frankenstein, que se estrena hoy con la principal ambici¨®n del entretenimiento.
¡°La gente recuerda al monstruo pero no tanto a su art¨ªfice¡±, subraya McAvoy sobre su personaje del cient¨ªfico V¨ªctor Frankestein, cuyo apellido acabar¨¢ bautizando a ese ser sobrenatural que ha creado a partir de secciones de un cuerpo inerte. Radcliffe le da la r¨¦plica en el papel de su c¨¢ndido ayudante, Igor, que ejerce de narrador de una obsesi¨®n por crear vida despu¨¦s de la muerte. El director Paul McGuigan, tambi¨¦n responsable de algunos episodios del ¨¦xito televisivo Sherlock, imprime el mismo desenfado de la serie a un filme que acaba transitando entre la parodia de Mel Brooks en El jovencito Frankenstein y el cine de terror, y que se sustenta en la qu¨ªmica entre sus dos j¨®venes estrellas.
¡°Lo pasamos muy bien en el rodaje y eso se transmite en la pantalla pero, adem¨¢s de la diversi¨®n y el entretenimiento, la pel¨ªcula aborda el debate intelectual sobre la ciencia y los l¨ªmites del progreso¡±, defiende Radcliffe durante la entrevista en Londres con el d¨²o protagonista. Su colega McAvoy recuerda la larga n¨®mina de filmes que se han tomado ¡°masivas licencias con la novela de Shelley, a la que no hay porqu¨¦ preservar necesariamente un lugar de santa pureza¡±, y que en el caso de Victor Frankenstein relega al mismo monstruo a un plano secundario para centrarse en la relaci¨®n entre el cient¨ªfico y ese Igor que ni siquiera figura en la obra original.
La historia arranca en el entorno circense donde se ha criado Igor, un payaso tratado de forma infrahumana a causa de su deformidad f¨ªsica y a quien Victor Frankenstein rescata para transformarlo en un caballero victoriano y en fiel compa?ero. Radcliffe define a su personaje como ¡°un hombre dulce y sincero que escapa de una existencia de abusos y acaba encontrando un prop¨®sito en la vida¡±, al lado de ese cient¨ªfico al que su coprotagonista considera ¡°mitad genio, mitad soci¨®pata, porque no soporta el hecho de que somos mortales¡±. Ambos ser¨¢n objeto del acoso de un inspector de Scotland Yard (papel que asume Andrew Scott) mientras desarrollan los arriesgados experimentos que dan rienda suelta a la creciente locura del doctor Frankenstein. La trama, cuyo ¨¢gil montaje est¨¢ trufado de escenas de acci¨®n, tambi¨¦n reserva un espacio al romance entre Igor y una trapecista del circo interpretada por Jessica Brown Findley (conocida por el gran p¨²blico gracias a la serie Downton Abbey).
Los dos actores principales confirman unas agendas repletas de proyectos cinematogr¨¢ficos, en el caso de McAvoy la nueva entrega de X-Men (Apocalypse) y el thriller de suspense Split, que firma M. Night Shyamalan; y en el de Radcliffe, un thriller policiaco (Tokyo Vice), un drama de ¨¦poca (Brooklyn Bridge) y una comedia pol¨ªtica (Young Americans). Ambos aseguran, sin embargo, que seguir¨¢n como hasta ahora buscando huecos para regresar al teatro donde, en palabras de Radcliffe, ¡°t¨² tienes el control, sin editajes, a diferencia del cine¡±. Fue precisamente gracias a su estreno sobre las tablas, de la mano de la obra Equus, cuando el actor empez¨® a sacudirse de encima la sombra del ni?o mago que interpretara a lo largo de su ni?ez y adolescencia para la gran pantalla. Aunque ¨¦l mismo puntualiza: ¡°Todo el mundo espera que odie a Harry Potter, y no lo entiendo. Porque yo no estar¨ªa ahora aqu¨ª si no fuera por ese personaje, del que siempre me sentir¨¦ tremendamente orgulloso¡±.
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