T¨®came de nuevo, Sam
Una comedia de Cesc Gay, con di¨¢logos picados y r¨¦plicas fulgurantes, que los int¨¦rpretes colocan con pericia
Una comedia c¨®mica, sobre fondo dram¨¢tico. Ana, su coprotagonista, ha invitado a una cena ligera a sus vecinos de arriba, sin prevenir a Julio, su esposo, que tiene 50 ex¨¢menes por corregir y que, visto lo inaplazable del compromiso, quiere aprovechar para llamarles la atenci¨®n por el jaleo con que se aman: cada noche asisten a un recital de gritos y jadeos. Cesc Gay, su autor y director, ha escrito una pieza humor¨ªstica de parejas contrastadas: los vecinos de abajo son curvil¨ªneos, est¨¢n mediocremente avenidos, no hacen el amor desde los tiempos del c¨®lera y comparten una hija, ¨²nico pegamento de su relaci¨®n; los de encima, son apol¨ªneos, se conocen desde no hace tanto y tienen un hobby sexual, que mejor es no desvelar.
LOS VECINOS DE ARRIBA
Autor y director: Cesc Gay.
Int¨¦rpretes: Candela Pe?a, Pilar Castro, Xavi Mira y Andrew
Tarber. Madrid. Teatro de La Latina, hasta el 3 de julio.
El choque conyugal y el vecinal se superponen, pues, alimentados por los sarcasmos de Julio, la sorna con que se revuelve la aparentemente fr¨¢gil Ana, la iron¨ªa anglosajona que gasta Brian y la franqueza de Laura, psic¨®loga que acabar¨¢ ejerciendo como tal, forzando as¨ª ligeramente la m¨¢quina de la verosimilitud dram¨¢tica, pues en esta funci¨®n, que transcurre en tiempo real, Gay despliega una paleta ampl¨ªsima de emociones, revelaciones y sugerencias, cuyo mero enunciado supone un tsunami para la pareja protagonista.
El autor catal¨¢n es perito en di¨¢logos picados y en r¨¦plicas fulgurantes, que Xavi Mira (Julio) sirve en tiempo y forma, con sumo oficio, y Andrew Tarbet con naturalidad desarmante. La interpretaci¨®n de Candela Pe?a (Ana), gana en calado conforme la funci¨®n va entrever¨¢ndose de dolor, y Pilar Castro pone su encanto propio a esa vecina tan agraciada y tan expresiva sexualmente. A teatro casi lleno en d¨ªa de funci¨®n doble, el p¨²blico ri¨® a placer mayoritariamente, y una espectadora dio un par de sentidos ¡®oles¡¯ a sendas r¨¦plicas de Ana a su marido, en pleno cl¨ªmax. Y es que, aunque el autor renuncie a entrar de veras en materia dram¨¢tica, la llaneza con que expone conflictos de pareja universales, la buena escritura de las r¨¦plicas y la agilidad con la que las colocan sus int¨¦rpretes, bastan para crear una empat¨ªa generalizada.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.