Danzar sin l¨ªmites

Sordos, ciegos y discapacitados olvidan sus limitaciones al cruzar el estudio de danza de Mar¨ªa Fux, en el centro de Buenos Aires. Esta bailarina y danzaterapeuta argentina, de 94 a?os, invita a sus alumnos a escuchar su cuerpo y transformarlo en movimientos, ¨²nicos para cada persona. Y ellos aceptan el reto, entreg¨¢ndose a la m¨²sica -o al silencio- cada vez con m¨¢s confianza. El cineasta italiano Iv¨¢n Gergolet registra con la c¨¢mara el efecto liberador del baile en?Danzar con Mar¨ªa, un documental estrenado en la Mostra de Venecia de 2014, que llega hoy a los cines de Argentina.

La cojera de su madre, a la que le extrajeron la r¨®tula en el largo viaje que realiz¨® en barco desde Rusia hasta Argentina a principios de siglo, cuando hu¨ªa con su familia jud¨ªa de un pogromo, tuvo una importancia fundamental para la futura bailarina. A medida que crec¨ªa, admiraba cada vez m¨¢s la capacidad que ten¨ªa para vencer sus l¨ªmites. "Mi madre era renga (coja) y yo soy la pierna que danza por ella", expresa emocionada Fux, quien primero conquist¨® los escenarios de todo el mundo como bailarina y despu¨¦s, escuelas y universidades como danzaterapeuta.

A lo largo de toda su carrera le ha interesado explorar los l¨ªmites f¨ªsicos del cuerpo y adentrarse en los "lugares completamente desconocidos" donde te lleva el arte. A sus 94, mantiene intacta la curiosidad, las ganas de bailar, de ense?ar y de vivir cada d¨ªa "como si fuera el ¨²ltimo". Y lo transmite a los dem¨¢s: "hoy es un nuevo d¨ªa, distinto al de ayer, distinto al de ma?ana".

"A mis alumnos no les pregunto de d¨®nde vienen. Me doy cuenta a trav¨¦s del movimiento", se?ala Fux, quien pasea entre los bailarines vestida con t¨²nicas de alegres colores y cintas en el pelo a juego. La relaci¨®n con sus estudiantes se establece a trav¨¦s del tiempo, cuando perciben que la maestra no rechaza las diferencias porque est¨¢ convencida de que "todos somos diferentes". La pel¨ªcula repasa la transformaci¨®n de algunos alumnos y se detiene en Mar¨ªa Garrido, una ni?a ind¨ªgena que fue hallada con cuatro a?os en una cueva de la Patagonia a comienzos de los a?os setenta. La peque?a, que era sordomuda y hab¨ªa crecido aislada de la sociedad, agarr¨® con timidez la tela que le ofrec¨ªa Fux y de a poco comenz¨® a bailar sus silencios y hallar otro medio para expresarse.

En rueda de prensa, Fux no sabe responder cu¨¢ndo se dio cuenta que pod¨ªa ayudar a los dem¨¢s. S¨ª, en cambio, se recuerda a ella misma "siempre danzando", en especial en el parque Centenario, uno de los m¨¢s conocidos de Buenos Aires. All¨ª bail¨® toda su ni?ez, con los pies descalzos, conectada a los ritmos de la naturaleza. Ya sea una hoja que cae mecida por el viento, las gotas de lluvia, la respiraci¨®n o tu coraz¨®n, la artista encuentra ritmo en cualquier lugar y lo convierte en movimiento. Contagiado por su magia, el documental de Gergolet se transforma tambi¨¦n en un conjunto de fotograf¨ªas que bailan.