El mito de Carmen a trav¨¦s de los siglos
Una exposici¨®n en la Casa del Lector muestra su rastro ecl¨¦ctico y universal
Sevilla ha parido dos de los mitos espa?oles universales m¨¢s vers¨¢tiles: Don Juan y Carmen. Yin y yan, alfa y omega de una misma esencia. Libertad, desaf¨ªo, placer, el zarpazo de lo ind¨®mito. Luis F. Mart¨ªnez Montiel y Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Gordillo, abordaron la leyenda masculina hace a?os en una exposici¨®n. Deb¨ªan completar su reverso y contrapunto femenino. Ahora le toca a ella, en una muestra inaugurada esta semana en la madrile?a Casa del Lector, con sede en el Matadero de Legazpi. Turno para la bestia de im¨¢n incandescente, la mujer lib¨¦rrima de piel abierta y lengua soberana; liderazgo y rabia reivindicativa; encanto y descaro con pedigr¨ª ardiente al borde del Guadalquivir.
Sevilla fue la cuna que le arm¨® Pr¨®spero M¨¦rim¨¦e para ahondar en un t¨®pico conveniente a la imaginer¨ªa de los parisinos decimon¨®nicos. George Bizet le compuso una nana en forma de ¨®pera que amplific¨® su impacto mundial a ritmo de habanera. La multicopiaron como obra de arte Sorolla, Picabia, Juan Gris, Zuloaga, Julio Romero de Torres, Madrazo, Picasso o m¨¢s recientemente, en Espa?a, Antonio Saura, Arroyo, Leiro y Gordillo.
Se hizo hueco en el cine con directores como Cecil B. De Mille, Carlos Saura, Vicente Aranda o Jean-Luc Godard y actrices como Rita Hayworth o Dolores del R¨ªo. Fue bailada en coreograf¨ªas que montaron Alicia Alonso, Antonio Gades o el sueco Mats Ek. Se transmut¨® de gitana que destroza el coraz¨®n de un franc¨¦s li¨¢ndose con un torero, en mujer negra de los bajos fondos neoyorquinos que seduce a un boxeador, como Carmen Jones, en el filme de Otto Preminger¡
Cronolog¨ªa de una leyenda
1728: Comienza la construcci¨®n de la Real f¨¢brica de tabacos de Sevilla, que ahora es sede de la Universidad, donde llegaron a trabajar 5.000 mujeres al tiempo.
1845: Pr¨®spero M¨¦rim¨¦e publica por entregas en Reveue deux mondes su novela, basada en una gitana empleada en la f¨¢brica.
1875:George Bizet estrena la ¨®pera que catapulta al mito a nivel universal.
Siglo XX: Pintores, cineastas, bailarines, gentes del teatro afrontan en diversas disciplinas el mito.
Todo ese viaje que dura ya m¨¢s de dos siglos: del papel literario y musical al ¨®leo de las artes pl¨¢sticas, del plano cinematogr¨¢fico al pa?o del suvenir o la tinta del c¨®mic, es lo que muestra Carmen, lecturas de un mito en la Casa del Lector. El recorrido comienza en la f¨¢brica de tabacos de Sevilla. ¡°Un lugar donde llegaron a trabajar 5.000 mujeres¡±, asegura Mart¨ªnez Montiel. ¡°Eran muy reivindicativas, pero tambi¨¦n muy conscientes de la dimensi¨®n del mito. Juegan con ese disfraz. Cuando van a trabajar, se las pod¨ªa observar sin el m¨¢s m¨ªnimo adorno. Pero si alguien se lo requer¨ªa, r¨¢pidamente se colocaban un clavel y un mant¨®n de manila para posar en la foto¡±.
Esta vez, Mart¨ªnez Montiel ha concluido el trabajo en solitario. Su compa?ero de fatigas en torno a las leyendas sevillanas, Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Gordillo, muri¨® por el camino antes de rematar la muestra. Como homenaje, su hermano, el artista Luis Gordillo, ha realizado una particular interpretaci¨®n del personaje tambi¨¦n con 30 dibujos que forman parte de la exposici¨®n.
Carmen es un mito franc¨¦s. Bebe de la necesidad del t¨®pico respecto a sus vecinos. Los espa?oles lo rentabilizan aun con creces. Gracias. ¡°Pero es que adem¨¢s ha resultado inagotable para todo tipo de expresiones art¨ªsticas¡±, a?ade el comisario. Desde que se publicara por entregas en la Reveue des Deux Mondes en octubre de 1845, fue creciendo. Al principio no pareci¨® tanto. Pero la pieza de Bizet, estrenada en la Op¨¦ra Comique de Par¨ªs en 1875, apuntal¨® definitivamente la leyenda.
Teresa Berganza, voz y carne de Bizet
Una de las estrellas l¨ªricas que mejor han encarnado el mito de Carmen en el mundo de la ¨®pera ha sido Teresa Berganza. La mezzosoprano madrile?a lo convirti¨® en uno de sus papeles bandera y la exposici¨®n inaugurada en la Casa del Lector no ha sido ajena a ello. Aparte del homenaje que se le rindi¨® a la cantante el jueves pasado, Berganza ha aportado algunos objetos de su trayectoria a trav¨¦s del personaje que ha interpretado con estilo, personalidad propia y pasi¨®n en numerosas ocasiones. Partituras anotadas por ella con algunas flores marchitas recogidas en el escenario, casta?uelas, anillos, fotograf¨ªas de su archivo junto a Pl¨¢cido Domingo o Jos¨¦ Carreras, entre otros, completan sonidos, texturas y toda la particular y atractiva gen¨¦tica de un mito.
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