El a?o en que estallaron las dramaturgas
El CDN estrena en una sola temporada de forma ins¨®lita siete obras de autoras vivas
Habla Mar¨ªa Velasco, nacida en los ochenta, acaba de estrenar en Madrid su obra La soledad del paseador de perros: ¡°El paternalismo y lo baboso del trato de muchos dinosaurios sagrados de esta profesi¨®n es execrable. Te tratan de ni?a, como la eterna alumna, y con eso fulminan toda posibilidad de di¨¢logo horizontal. Uno de los grandes de la dramaturgia de este pa¨ªs, despu¨¦s de preguntarme cinco veces si no era actriz, me dijo que, si lo que quer¨ªa era llamar la atenci¨®n, mejor me desnudase¡±. Laila Ripoll, ganadora del Premio Nacional de Literatura Dram¨¢tica en 2015, nacida en los sesenta: ¡°?Que si lo he tenido m¨¢s dif¨ªcil por ser mujer? Tengo un anecdotario que abruma. Incluid violencia verbal y casi f¨ªsica¡±.
El Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN), la mayor instituci¨®n p¨²blica teatral del pa¨ªs, ha programado esta temporada siete obras escritas por mujeres vivas. La mayor¨ªa j¨®venes, alrededor de los 30 y 40 a?os. Un hecho ins¨®lito, pues la dramaturgia, como muchos otros oficios y disciplinas, ha estado siempre dominada por hombres. En las ¨²ltimas d¨¦cadas las autoras visibles en Espa?a han sido islas: Llu?sa Cunill¨¦, Ang¨¦lica Liddell, Itziar Pascual, Carmen Resino, Yolanda Pall¨ªn, Lourdes Ortiz, Paloma Pedrero, la propia Laila Ripoll y unas pocas m¨¢s. Desde que se cre¨® el Premio Nacional de Literatura Dram¨¢tica, en 1992, solo lo han logrado tres: Cunill¨¦, Liddell y Ripoll.
?Hay por fin una explosi¨®n de dramaturgas en Espa?a? ?Se volver¨¢ a repetir una temporada como esta? Cabr¨ªa pensar que s¨ª, pues el CDN acaba de suscribir un convenio, impulsado por el colectivo Cl¨¢sicas y Modernas, por el que se compromete a incluir en su programaci¨®n al menos un 40% de creaciones protagonizadas o avaladas por mujeres durante los pr¨®ximos tres a?os. Tambi¨¦n lo han suscrito el Festival de Almagro y el Centro Cultural Conde Duque.
Lourdes Ortiz, cuya obra Aquiles y Pentesilea est¨¢ justo ahora en cartel en el CDN, es la m¨¢s veterana de las programadas por la instituci¨®n y quiz¨¢ por ello la m¨¢s optimista. Ha visto muchos cambios positivos en su larga trayectoria. ¡°Hay varios fen¨®menos que han contribuido al auge de las mujeres y nos permiten pensar que estamos mejorando. Sobre todo ha influido la creaci¨®n de la especialidad de dramaturgia en los estudios de arte dram¨¢tico, pues en las aulas casi siempre hay m¨¢s mujeres que hombres¡±, opina.
Mujeres de teatro total
Para su temporada 2015-2016 el Centro Dram¨¢tico Nacional ha programado obras de siete autoras vivas: Nora, 1959, de Luc¨ªa Miranda; Cocina, de Mar¨ªa Fern¨¢ndez Ache; Verano en diciembre, de Carolina ?frica; Los dram¨¢ticos or¨ªgenes de las galaxias espirales, de Denise Despeyroux; Aquiles y Pentesilea, de Lourdes Ortiz; Adentro, de Carolina Rom¨¢n, y Los temporales, de Luc¨ªa Carballal. Todas nacieron en los 80 o los 70 excepto la veterana Lourdes Ortiz (1943). Adem¨¢s se estren¨® Insolaci¨®n, de Emilia Pardo Baz¨¢n.
Esta nueva generaci¨®n de dramaturgas, a la que tambi¨¦n pertenecen otras que empiezan a despuntar como Mar¨ªa Velasco, Claudia Ced¨®, Carlota Ferrer y Lola Blasco, fue precedida por otra ya consolidada que fue abriendo paso: Lluisa Cunill¨¦, Ang¨¦lica Liddell, Laila Ripoll, Yolanda Pall¨ªn, Itziar Pascual, Paloma Pedrero. Otras m¨¢s conocidas como directoras, como Carme Portaceli, Helena Pimenta, Ana Zamora y Natalia Men¨¦ndez, en realidad tambi¨¦n escriben textos, realizan dramaturgias y act¨²an. Y viceversa: las que sobresalen como autoras suelen ser adem¨¢s directoras y actrices. Son mujeres de teatro total. Igual que los hombres.
Laila Ripoll, que este a?o no ha estrenado en el CDN pero fue la primera autora viva en ser programada en esta instituci¨®n (Los ni?os perdidos, en 2005), es m¨¢s pesimista: ¡°Se nos sigue tratando como a menores de edad. Siempre da la sensaci¨®n de que cuando nos llaman se cubre el expediente, el ¡®cupo¡¯. Por otra parte no podemos prescindir de las cuotas. Mientras no haya paridad, son necesarias¡±. ¡°Quiz¨¢ empezamos a tener m¨¢s visibilidad, pero seguimos siendo una excepci¨®n a la regla. Por eso toda iniciativa que tenga que ver con la igualdad de oportunidades me parece m¨¢s que necesaria¡±, coincide Carolina Rom¨¢n, que en este momento tiene dos obras en cartel en Madrid, Adentro en el CDN y R¨ªo seguro en el Teatro del Barrio.
De las mujeres, en las artes esc¨¦nicas, se suele esperar que sean actrices, no directoras ni mucho menos dramaturgas. Por eso quiz¨¢ ellas mismas ni siquiera pensaron de entrada que pudieran serlo. Y por eso tal vez ha habido menos hist¨®ricamente. ¡°Me ha ocurrido en varias ocasiones que un periodista o en alg¨²n acto donde he sido invitada se han referido a m¨ª como actriz. Imagino que esas personas iban con prisas, no hab¨ªan le¨ªdo mi curr¨ªculum y asumieron que era actriz. Y es curioso, pero cuando empec¨¦ quer¨ªa ser actriz. Quiz¨¢ porque no ten¨ªa referentes de autoras¡±, explica Luc¨ªa Miranda, programada en el CDN con su obra Nora, 1959.
Denise Despeyroux, que esta temporada ha despuntado con varios estrenos como Los dram¨¢ticos or¨ªgenes de las galaxias espirales, tambi¨¦n quer¨ªa ser actriz. ¡°Siempre quise dedicarme al teatro, pero en un principio jam¨¢s se me ocurri¨® ser escritora. Los escritores eran hombres¡±, recuerda. Defiende tambi¨¦n que se exija la paridad en las instituciones: ¡°Fui jurado de la tercera edici¨®n del laboratorio de escritura teatral de la SGAE. El porcentaje de mujeres que presentaron proyectos era alt¨ªsimo, no hab¨ªa ninguna raz¨®n para que la selecci¨®n fuera tan desproporcionada (cinco hombres y una mujer). Tal vez cabe observar que yo era la ¨²nica mujer en el jurado y que a nadie le preocup¨® este asunto m¨¢s que a m¨ª¡±.
Escriben, dirigen, act¨²an, producen, crean compa?¨ªas, abren teatros. No son mujeres quejosas, solo exigen ser tratadas de igual a igual. Carolina ?frica, que tiene su propia sala en Madrid, La Belloch, y en febrero present¨® Verano en diciembre en el CDN, lo explica as¨ª: ¡°No quiero dar explicaciones que a un hombre no se le piden. ¡®?Por qu¨¦ una compa?¨ªa de mujeres?¡¯ Y yo me pregunto: ?Por qu¨¦ a Ron Lal¨¢ nadie le hace esa pregunta siendo todos hombres? ¡®?Por qu¨¦ escribes, diriges y produces?¡¯ ?Por qu¨¦ nadie le pregunta esto a Pablo Messiez, Miguel del Arco? ¡®?Por qu¨¦ solo hay actrices en Verano en diciembre?¡¯ Y yo me pregunto: ?Por qu¨¦ esto no es rese?able en el montaje de Julio C¨¦sar, por ejemplo?
Aunque sus tem¨¢ticas y estilos son muy diferentes, todas tienen algo en com¨²n: la huida constante de los clich¨¦s, especialmente los perpetuados en torno a la supuesta ¡°sensibilidad especial de las mujeres¡±, el sexo, la maternidad, la familia, el trabajo o la locura. Aunque a veces no sean bien recibidas por ello: ¡°Cuando una transgrede algunos l¨ªmites, sobre todo si tienen que ver con el sexo, enseguida te atribuyen provocaciones gratuitas y te acusan de rebelde sin causa. Es una l¨¢stima que a estas alturas sigamos sufriendo estos prejuicios mutiladores¡±, lamenta Velasco. Por eso, en general, aborrecen abordar la creaci¨®n desde una perspectiva de g¨¦nero. ¡°Si a un hombre jam¨¢s se le cuestiona cuando crea personajes femeninos, ?por qu¨¦ se pone en duda que nosotras podamos penetrar en la psicolog¨ªa masculina? ?Alguien podr¨ªa adivinar si un texto lo escribi¨® una mujer o un hombre solo con leerlo?¡±, se pregunta Ripoll.
?Qu¨¦ se ha perdido el p¨²blico por la escasez de estrenos de obras de mujeres? ?Una mirada diferente, otra perspectiva? ¡°La historia de la literatura, del teatro, del cine¡ es eminentemente masculina, no podemos llegar a imaginar hasta qu¨¦ punto esto ha condicionado la visi¨®n que todos tenemos del mundo. Como sociedad merecemos una cartera de narradores lo m¨¢s variada posible. Buenos, por supuesto, pero tambi¨¦n diferentes entre s¨ª. Aqu¨ª entra la cuesti¨®n de g¨¦nero, pero tambi¨¦n la racial y de clase¡±, opina Luc¨ªa Carballal, que presenta este mayo en el Teatro del Barrio de Madrid su obra A Espa?a no la va a conocer ni la madre que la pari¨® y en junio Los temporales en el CDN.
Medidas por la paridad
Durante el mes de abril se ha puesto en marcha en Espa?a la Liga de Mujeres Profesionales del Teatro, integrada en una asociaci¨®n internacional nacida en 1981 en EE UU para aumentar la visibilidad y la promoci¨®n de oportunidades para las mujeres en todos los aspectos del teatro profesional.
En pocas semanas se han suscitado en su p¨¢gina de Facebook interesantes debates. Denise Despeyroux destaca uno porque refleja una de las grandes paradojas que envuelven la lucha por la paridad. "Surgi¨® a ra¨ªz de un art¨ªculo publicado en la revista Godot por el director y dramaturgo Pablo Iglesias Sim¨®n que planteaba la conveniencia de dividir en dos g¨¦neros todas las categor¨ªas de los Premios Max [que se entregaron el pasado lunes precedidos de una pol¨¦mica por la escasez de candidaturas femeninas en las categor¨ªas principales]. De este modo tendr¨ªamos mejor autor y mejor autora; mejor director y mejor directora, etc...".
"No dudo de las buenas intenciones de Pablo Iglesias y adem¨¢s agradezco que se haya detenido a pensar sobre el tema ¡ªcontin¨²a Despeyroux¡ª, pero a m¨ª (y me consta que tambi¨¦n a muchas profesionales del sector) no deja de inquietarme esta soluci¨®n. Las mujeres autoras o directoras podemos ganar concursos donde participen los hombres, de eso se trata, y no de inventar otra liga para que podamos competir. Si competimos en otra liga nunca nos llegar¨¢n a ver c¨®mo iguales y siempre tendr¨¢n m¨¢s peso los reconocimientos conseguidos por los hombres. No estoy segura de que este tipo de medidas, aun propuestas a nuestro favor, nos apoyen y nos convengan".
Ah¨ª est¨¢ el dilema. Y el malestar de la mayor¨ªa por no lograr arrancarse la sensaci¨®n de ser la cuota femenina cada vez que son invitadas a participar en un acto o formar parte de un jurado o instituci¨®n. No obstante, todas las profesionales consultadas por este peri¨®dico creen que, de momento, siguen siendo necesarias medidas que ayuden a la paridad. Eso s¨ª, como advierte Despeyroux, estudiando la pertinencia de cada una para que no acaben siendo contraproducentes.
Babelia
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