Lenin se convierte en pieza de museo en Berl¨ªn
La exposici¨®n 'Desvelados - Berlin y sus monumentos' pretende ofrecer una versi¨®n in¨¦dita de la agitada historia de la capital alemana
Hace siete a?os, Andrea Thiessen, la responsable de la Oficina Cultural del Ayuntamiento de Spandau, inici¨® un trabajo tit¨¢nico destinado a convertir la hist¨®rica Ciudadela, una fortaleza militar construida en el siglo XVI, en un exclusivo centro cultural para exhibir m¨¢s de un centenar de monumentos y estatuas que han marcado la vida cotidiana de Berl¨ªn en los dos ¨²ltimos?siglos.
El resultado de su laboriosa e incasable tarea, que incluso la llev¨® a enfrentarse a las m¨¢ximas autoridades del Gobierno regional de Berl¨ªn, qued¨® concluido este mi¨¦rcoles, cuando la funcionaria pudo presentar a la prensa una monumental exposici¨®n, que bajo el t¨ªtulo Desvelados - Berl¨ªn y sus monumentos, pretende ofrecer al visitante una in¨¦dita versi¨®n de la agitada historia de la capital alemana, desde la ascensi¨®n de la monarqu¨ªa prusiana hasta la ca¨ªda del famoso y odiado muro de Berl¨ªn. La muestra ser¨¢ abierta al p¨²blico el pr¨®ximo viernes.
Los monumentos y esculturas hablan por s¨ª solos. Una imponente estatua del emperador Federico Guillermo III recibe al visitante y la famosa cabeza de Lenin, que permaneci¨® enterrada durante 24 a?os en un bosque ubicado a las afueras de Berl¨ªn, cierra el recorrido hist¨®rico, que tambi¨¦n ofrece una peque?a muestra del arte que se desarroll¨® en el III Reich y en los alegres y ca¨®ticos a?os de la rep¨²blica de Weimar.
A pesar de la fuerte carga hist¨®rica que tuvo y todav¨ªa tiene el III Reich en la vida cotidiana del pa¨ªs, la exposici¨®n solo muestra dos objetos que fueron concebidos en la ¨¦poca de la cruz gamada. Una peque?a estatua de cobre hecha por Arno Brecker, el escultor preferido del dictador, y un trozo de granito de ocho toneladas de peso que en su momento fue concebido como un homenaje al culto de raza aria.
¡°En la ¨¦poca nazi los monumentos y estatuas perdieron su valor art¨ªstico y la grandeza del r¨¦gimen se expres¨® en grandes obras arquitect¨®nicas¡±, dijo Andrea Theissen, al justificar la ausencia de estatuas de la ¨¦poca nazi en la muestra. En cambio, la secci¨®n dedicada a la vida pol¨ªtica que ech¨® ra¨ªces despu¨¦s del fin de la guerra, en especial en la zona comunista de la ciudad, la exposici¨®n ofrece varios objetos que ilustran el concepto del arte que prevaleci¨® en la ex RDA. Por ejemplo una enorme escultura de bronce dedicada a enaltecer la labor realizada por los guardias fronterizos de la ex RDA, que ten¨ªan la misi¨®n sagrada de disparar contra sus compatriotas que intentaban huir del para¨ªso socialista.
En la sala dedicada al arte que floreci¨® en el sector oriental de la ciudad, tambi¨¦n se exhiben dos enormes bloques de acero con textos grabados de Ernst Th?lmann, un l¨ªder del partido comunista alem¨¢n, de Erich Honecker, el antepen¨²ltimo jefe de Estado de la RDA, y una base de cristal donde ard¨ªa una llama eterna para recordar y honrar a las victimas del fascismo.
Pero la sensaci¨®n de esta sala, que seguramente se convertir¨¢ en la principal atracci¨®n de la exposici¨®n, es la enorme cabeza de Lenin, que reposa sobre una base adecuada para soportar las 3,5 toneladas de peso. Su presencia en la muestra representa un ¨¦xito personal de Andrea Thiessen, quien llev¨® a cabo una incansable lucha contra la burocracia del gobierno regional de Berl¨ªn, cuando solicit¨® un permiso para desenterrar la famosa cabeza.
La respuesta que recibi¨® la funcionaria de Spandau se convirti¨® en un esc¨¢ndalo medi¨¢tico. ¡°Primero nos comunicaron que no hab¨ªa dinero para desenterrar la cabeza y que tampoco sab¨ªan donde se encontraba¡±, dijo Andrea Thiessen, al recordar la odisea que vivi¨® en 2014. El ¨²ltimo argumento fue el peor: "Nos dijeron que todas las piezas enterradas deb¨ªan permanecer juntas¡±.
La cabeza del revolucionario ruso formaba parte de una estatua de 19 metros de altura que fue desvelada el 19 de abril de 1979, en la entonces plaza Lenin en el barrio de Friedrischhain, en Berl¨ªn Este. Tras la ca¨ªda del muro, la estatua aguant¨® solo un a?o m¨¢s en pie y su demolici¨®n fue laboriosa. Se emplearon tres meses de trabajo para cortarla en 120 trozos que fueron enterrados en una zona boscosa junto al lago M¨¹ggel.
¡°Es una maravilla poder exhibir la cabeza¡±, dijo Andrea Thiessen. ¡°Con toda seguridad se convertir¨¢ en la atracci¨®n de la exposici¨®n que tambi¨¦n muestra esculturas originales de personajes tan famosos como Otto von Bismarck, Guillermo II y de los duques Otto II y Johanns I, los fundadores de Berl¨ªn.
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