Encallados y encanallados
As¨ª como hay gentes sorteando los nuevos medios de comunicaci¨®n y utilizando los del pasado, igualmente, hay artistas que se aferran a los modos de anta?o, escriben novela o pintan cuadros como si nada hubiera sucedido antes. ?Pintores? ?Escultores? Cualquier buena pasarela de una Fashion Weekremonta hoy la aureola en varias artes pl¨¢sticas. ?Trivialidad? Modernidad, dir¨ªa seriamente Baudelaire.
Lo retro es fallidamente progre y lo progre es el retro con sangre de baja calidad
El comprador ha perdido mucha vista si contin¨²a esperando de la actual novela en auge o de los ni?os/poetas de la virul¨¦, alguna gratificaci¨®n mollar. Si la sociedad espa?ola se ha encallado pol¨ªticamente, se ha encanallado tambi¨¦n culturalmente.
?Escultores o escultoras frente a la impresora 3D? Pocos oficios ofrecen una n¨®mina tan nutrida de gentes defraudadas. La decadencia al comienzo del siglo XX, su hombre sin atributos llev¨® a trav¨¦s del vac¨ªo a ganar una nueva y relevante est¨¦tica.
Pero nosotros, novelistas, articulistas, ensayistas repetimos los modelos por los que reciben las mismas medallas, ahora insulsas, de anta?o (?de la Transici¨®n?). Por sintetizar, la literatura m¨¢s celebrada hoy evoca por sus formas y sus temas al mostrenco imperio chino detenido en el siglo XVIII y, si se trata de la Europa meridional, rememora al vino revenido en las bodegas con o sin Gehry, Foster o Piano, que le dieron un lustre fuera de toda raz¨®n.
De hecho, mientras gran parte del mal vino procede de su peor artesan¨ªa, la novela se empasta en su manida f¨®rmula para la clientela sin gusto ni ¡°na¡±. Goma de la historia rom¨¢ntica, pegajoso alquitr¨¢n de las forzadas novela negra, cambalaches hist¨®ricos, yo¨ªstas letraferidos con su insufrible supuraci¨®n mental.
Efectivamente, hubo ¨¦pocas como esta, en que se juntan el fr¨ªo bot¨®n nuclear con los calientes deg¨¹ellos a la manera de la yihad. ?pocas en que conviven tanto los refugiados quem¨¢ndose en la miseria, como los millonarios bronceados en las Isla V¨ªrgenes. Calco del original y de su m¨ªsera copia. La copia como canon, puesto que lo retro es (en la pol¨ªtica, en la m¨²sica, en la danza) fallidamente progre y lo progre es el retro con sangre de baja calidad.
Algunos art¨ªculos y libros espa?oles han tratado sobre la impostura o la desfachatez del intelectual. Un g¨¦nero y caudal desle¨ªdo, salvo sabrosas excepciones, en su propio caldo. Y, para redondear, muchos creadores reiteran el aire p¨²trido y lentificado donde no saben sino envejecer en la repetici¨®n.
Gentes, a las que pertenezco yo, por edad, pero cuya grey reptante, me atemoriza. Tipos contagiosos y caducos. Admirables en cuanto ejemplares que el pasado nos leg¨®, pero vanos enlaces entre lo que fuera y deber¨ªa venir. Tub¨¦rculos, todos, que no saben mejorar nuestros achaques desde el oscuros subsuelo. Filosof¨ªa de la miseria, miseria de la filosof¨ªa.
Supuestas plantas medicinales, todas ellas que, como el jengibre, son apenas v¨¢lidas para nosotros los desahuciados, nosotros p¨²blico progresivamente demacrados en las decrecidas camas de hospital.
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