Los desahucios tambi¨¦n son cosa de ni?os
La adolescente L¨²a Tod¨® publica un cuento en el que narra un desalojo desde la perspectiva de una peque?a de siete a?os
Especulaci¨®n, hipoteca, clausula suelo, burbuja inmobiliaria... son t¨¦rminos comunes que se oyen todos los d¨ªas. Pero ?se conocen exactamente los recovecos que tienen? Estas palabras forman parte de la vida de los adultos, pero no solo de ellos, los ni?os tambi¨¦n las oyen y para ellos son, si cabe, m¨¢s indescifrables. De lo que s¨ª entienden los peque?os es de estados de ¨¢nimo -aunque no sepan que se llama as¨ª-. Saben lo que es estar nervioso, enfadado o triste. Lo saben porque lo viven y, por lo general, algunos de los primeros t¨¦rminos a los que hace referencia este texto van unidos a estos sentimientos.
Los ni?os sufren el problema de la vivienda, no son ajenos a ¨¦l. En el 70% de las familias desahuciadas en Espa?a desde el comienzo de la crisis hab¨ªa al menos un menor de edad. ?C¨®mo viven ellos este acontecimiento que solo es la punta de un iceberg que suele arrastrar una larga y p¨¦sima situaci¨®n? Esta cuesti¨®n le pareci¨® natural a L¨²a Tod¨® y se pregunt¨® c¨®mo este tema no ten¨ªa m¨¢s importancia. "Ve¨ªa las im¨¢genes en la televisi¨®n y los ni?os estaban ah¨ª sin tener culpa de nada". Contesta a la llamada telef¨®nica de EL PA?S mientras pasa el fin de semana con una amiga, cual adolescente, que es lo que es. Tod¨® es una estudiante barcelonesa de 4? de ESO. Tiene 15 a?os, pero cuando se plante¨® c¨®mo viv¨ªan los ni?os un proceso de desahucio solo ten¨ªa 12. Su madre trabajaba en temas de comunicaci¨®n de la Plataforma de afectados por la hipoteca de su ciudad (PAH Barcelona) y cuando volv¨ªa a casa le contaba lo que hac¨ªan, c¨®mo se organizaban. Un d¨ªa le ley¨® un fragmento del libro de Ada Colau -entonces portavoz de la PAH Barcelona, actual alcaldesa de la ciudad- y Adri¨¤ Alemany Vidas hipotecadas, en el que narraba lo que sent¨ªan cuando paraban un desahucio. "Me emocion¨¦", explica Tod¨®, "y decid¨ª contarlo desde la perspectiva de una ni?a".
La protagonista de Cuando perdemos el miedotiene siete a?os y nota que algo empieza a cambiar cuando oye tres palabras que no entiende: ¡°reducci¨®n de plantilla¡±. Antes, sus padres re¨ªan, ahora discut¨ªan, recib¨ªan cartas y se pon¨ªan a llorar, a ella solo le dec¨ªan que se arreglar¨ªa, pero... ?por qu¨¦ no se lo explicaban? ¡°Hab¨ªan empezado a empaquetar toda la casa. Pap¨¢, guard¨® la vajilla. Mam¨¢ la sac¨®, no estaba dispuesta a comer en tarteras. No se entienden¡±, cuenta la protagonista. ¡°Todo por culpa de una tal hipoteca, una cosa monstruosa que es amiga de los del banco¡±, deduce.
Tod¨® escribe en primera persona ¡°para que cualquiera se sienta identificado¡±, pero recalca que no es una experiencia suya. A su manera de ni?a, refleja en su historia los problemas que se?ala el informe Emergencia habitacional y derecho a la vivienda en Catalu?a. El 54,5% de las familias con menores en proceso de desahucio no pueden cubrir los gastos de alimentaci¨®n, los buenos resultados escolares son solo de un 17% frente al 48% de los ni?os que no tienen este problema y el 50% tienen s¨ªntomas de tristeza, cuando en los ni?os de las familias que no est¨¢n en proceso de desalojo es solo del 10%.
Cuando perdemos el miedo gan¨® un concurso de podcasts junto con 25 relatos m¨¢s. Se publicaron los cuentos y un CD, pero Comsoc. Comunicaci¨® Social, organizadora del concurso, y la editorial Pol¡¤len decidieron sacarlo en solitario. Le a?adieron una unidad did¨¢ctica en la que se ofrecen herramientas para trabajar este problema en distintos ¨¢mbitos.
El libro est¨¢ ilustrado por Joan Turu, quien se emocion¨® tanto cuando recibi¨® el audio de Tod¨® que decidi¨® buscarle un hueco en su agenda ¡ªya la ten¨ªa cerrada¡ª para participar en este proyecto. ¡°Como padre, no quiero ni imaginarme lo que es sufrir eso con una hija, pero a la vez no quiero enga?arla, quiero que conozca lo que pasa a su alrededor, explic¨¢rselo de manera que lo entienda¡±. Cuando perdemos el miedo cumple estos requisitos y tiene un fondo totalmente positivo. Su autora quiere que sirva para lo que dice su t¨ªtulo, para que la gente se atreva a hablar, que no se averg¨¹ence, ¡°todo se puede conseguir cuando perdemos el miedo¡±.
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