Aqu¨ª sobra una reina
Sergi Belbel revisa ¡®Maria Estuardo¡¯ de Schiller en el Lliure de Gr¨¤cia
Mar¨ªa Estuardo e Isabel I vuelven a verse a partir de hoy las caras en el Lliure, un cuarto de siglo despu¨¦s (?ya!) de la ocasi¨®n anterior. Entonces, en 1990, las dos reinas que se tiraban los trastos por la cabeza (hasta que una la perd¨ªa) en la Maria Estuard, de Schiller, eran Anna Lizaran y Maife Gil y el que arbitraba la funci¨®n (dirig¨ªa), en uno de sus mejores trabajos profesionales era Josep Montany¨¨s. Ahora el director es Sergi Belbel y las damas (que en algunos momentos se portan como verduleras ¡ªo como quiera que sea pol¨ªticamente correcto hoy decirlo¡ª) son Miriam Alamany (Isabel) y S¨ªlvia Bel (Maria).
¡°La propuesta vino de ellas, tras dirigirlas en Vells temps de Pinter¡±, explica Belbel. ¡°Yo recordaba bien el montaje de Montany¨¨s, que vi dos veces. Es la primera vez que hago un rom¨¢ntico, y alem¨¢n, y ten¨ªa muchas ganas de meter cucharada en el g¨¦nero¡±.
En todo caso, las cinco horas y los 19 personajes le parec¨ªan a Belbel demasiado y su propuesta (hasta el 5 de junio en el Lliure de Gr¨¤cia) es una versi¨®n en catal¨¢n condensada de dos horas sin interrupci¨®n y con 7 actores.
El director ve el teatro de Schiller como una vuelta a Shakespeare tras la Ilustraci¨®n, ¡°una vuelta a la pasi¨®n, al coraz¨®n, al sexo¡±. Por eso, dice, la figura y el tema de Mar¨ªa Estuardo le ven¨ªa tan bien a Schiller. ¡°Mientras que Isabel, protestante, acomplejada, ha renunciado al amor, al sentimiento, a la pulsi¨®n sexual, la Estuardo es la feminidad pura, el sentimiento. El contraste entre ambas es muy bonito y tambi¨¦n funciona muy bien la amalgama de pol¨ªtica y emociones que conforma su rivalidad y enfrentamiento¡±.
?Est¨¢ ah¨ª tambi¨¦n el tema escoc¨¦s, los l¨ªos del referendum, del Brexit? ¡°Evidentemente. Se est¨¢ hablando en la obra de la judicializaci¨®n de la pol¨ªtica. Mar¨ªa se queja de que se la lleva a un tribunal cuando la decisi¨®n ya est¨¢ tomada. Habr¨¢ quien diga al o¨ªr los di¨¢logos 'Belbel se lo est¨¢ inventando', pero son as¨ª¡±.
Y tenemos tambi¨¦n, a?ade, el actual¨ªsimo tema de la mujer en el poder. ¡°Es otro asunto que nos acerca Maria Estuard. No hay obra anterior alguna en la que tengan tanto protagonismo dos mujeres. Y sin hombres. Hasta entonces toda mujer potente ten¨ªa al lado un hombre igualmente potente. Aqu¨ª cada frase de Isabel la podr¨ªa decir una chica de la CUP: '?No volv¨¢is a hablar ante m¨ª de debilidad de las mujeres!'. En el siglo XVI las mujeres reinaban y los hombres las tem¨ªan¡±. Entre los actores de la pieza figuran Jordi Banacolocha y Alex Casanovas, que estuvo en el montaje de 1990.
A Belbel le parece especialmente interesante que esta Maria Estuard que transcurre en el XVI y se escribi¨® en el XVIII la recibamos en el XXI. En su versi¨®n esc¨¦nica las reinas visten de ¨¦poca ¡ªIsabel con su caracter¨ªstica iconograf¨ªa¡ª pero los hombres van vestidos como pol¨ªticos actuales.
Del rifirrafe de las dos reinas en la famosa escena en la que se encuentran en el jard¨ªn del castillo de Fotheringhay donde la Estuardo est¨¢ presa (acto III, escena 4) y que Belbel recalca que Schiller se la invent¨®, pues en realidad no se encontraron, explica que, para sorpresa del equipo, en las funciones previas la gente se ha re¨ªdo en algunos momentos. ¡°Isabel acusa a Mar¨ªa de ser poco menos que una puta y foll¨¢rselos a todos. Y Mar¨ªa le dice, no con estas palabras, cierto, que es una hip¨®crita que lleva una marrana dentro. ?Las dos pierden los papeles!¡±. Y, perdonen por insistir y por el spoiler (si hay tal cosa), Mar¨ªa la cabeza. ¡°Se dicen cosas muy ¨ªntimas. Mar¨ªa le espeta a Isabel que ha heredado de su madre, Ana Bolena, los vicios que la enviaron al cadalso. E Isabel le suelta que para ser bella a los ojos de todos 'basta con ser de todos'. ?Esas cosas hacen teatro!¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.