Gloria y miserias de Pablo Neruda
Pablo Larra¨ªn presenta una pel¨ªcula en la que plasma su visi¨®n del Nobel chileno
En 1949, Ricardo Eli¨¦cer Neftal¨ª Reyes Basoalto huy¨® perseguido por la polic¨ªa chilena, saltando de casa en casa, tras ser derogado su fuero de senador. En realidad, no era un pol¨ªtico cualquiera, porque se le conoc¨ªa m¨¢s por su nombre art¨ªstico como escritor, Pablo Neruda, y aquella no fue una cacer¨ªa m¨¢s. El Gobierno iba contra el alma de la izquierda chilena, contra un miembro prominente del Partido Comunista, prohibido el oto?o anterior, y contra uno de los mejores poetas de la historia, premio Nobel en 1971, y que durante esos meses escribi¨® su mejor obra, Canto general.
Ese c¨®ctel explosivo se convierte en bomba f¨ªlmica en manos de Pablo Larra¨ªn, que presenta en la Quincena de Realizadores su Neruda, una aproximaci¨®n compleja a una figura engullida por su obra y por cierto recuerdo naif de su vida, provocado por El cartero y Pablo Neruda. El mismo Larra¨ªn, cineasta que ha ahondado en la historia y el alma de Chile con Tony Manero, Post Mortem, No o El club, nace tambi¨¦n de una complejidad: procedente de una prominente familia de la derecha de su pa¨ªs, su cine alumbra las zonas turbias de su naci¨®n. Antes o despu¨¦s le tocaba Neruda.
Y en Cannes el cineasta ha defendido, junto a los actores Luis Gnecco (que da vida al poeta), Mercedes Mor¨¢n (a su esposa) y Gael Garc¨ªa Bernal (al polic¨ªa que le persigue), que esta Neruda es su Neruda. ¡°Ha sido un proceso muy largo, de cinco a?os, en el que al final me he dado cuenta de que he hecho un filme sobre Neruda, sino sobre lo nerudiano, sobre lo que nos produce a nosotros [se?alando a su equipo] su figura, su trabajo y su poes¨ªa. Hemos entrado en un juego de ilusiones. Todo se rod¨® controlado, con un estupendo guion, pero el cine es un accidente, pasan cosas, no sabes hacia d¨®nde te lleva, y aqu¨ª el acertijo se resolvi¨® en el montaje. Es un ejercicio imaginario¡±.
En una tremenda secuencia, una criada se acerca en una fiesta al poeta y tras preguntarle si la revoluci¨®n comunista igualar¨¢ a todos los seres humanos (¡°S¨ª, as¨ª ser¨¢¡±, responde Neruda), le espeta: ¡°Pero, ?seremos iguales a m¨ª o a usted?¡±. Para Larra¨ªn, no hay que sacar conclusiones: ¡°De verdad, no hay ajustes de cuentas ni miradas crueles, yo estoy enamorado del personaje. Poner a un hombre en esas circunstancias no es corrosivo, al rev¨¦s, creo que le humaniza. Queremos ver a un Neruda jugando, viajando, amando, comiendo. No s¨¦ cu¨¢nto se parece ese Neruda al real. Y nunca lo sabremos. Pero insisto en que fue un poeta sumamente peligroso, amante de lo pol¨ªtico. En Canto general hay poemas furiosos contra l¨ªderes pol¨ªticos. Describi¨® su pa¨ªs y Latinoam¨¦rica desde la poes¨ªa, tal vez porque Chile es un pa¨ªs de poetas e historiadores".
Otra de las posibles digresiones, del riesgo art¨ªstico que toma Larra¨ªn, est¨¢ en si Neruda ¡ªmostrado aqu¨ª como un creador pero tambi¨¦n como un amante de las mujeres, un vividor asiduo de prost¨ªbulos¡ª estuvo realmente en peligro durante esa persecuci¨®n que acab¨® con el poeta en Par¨ªs. ¡°Neruda nace de la absoluta libertad de crear ese accidente que es una pel¨ªcula. El cine es misterio, mis actores son misteriosos y permiten que el espectador viaje a trav¨¦s de ellos. Al final he hecho un filme sobre un solo personaje: porque tanto poeta como polic¨ªa devienen en uno¡±.
Babelia
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