¡®Mr. Robot¡¯, un antisistema 2.0

Sus fans comparan Mr. Robot con el tipo de cine que se hac¨ªa en la d¨¦cada de los setenta, historias de suspense, conspiraciones y paranoia. Los numerosos seguidores de esta serie que protagonizan Rami Malek y Christian Slater no van tan desencaminados. Cuando Sam Esmail concibi¨® Mr. Robot lo hizo pensando en escribir un filme. Pero el formato se le quedaba corto. ?l quer¨ªa escribir una historia que durara 63 horas como esa joya narrativa que le sirvi¨® de inspiraci¨®n llamada Breaking Bad. Una historia que en el caso de Mr. Robot, ganadora del Globo de Oro al mejor drama, refleja la ¡°angustia, la anarqu¨ªa y la furia¡± de la sociedad actual. Y a juzgar por la fiebre que cre¨® el estreno de su primera temporada en Estados Unidos son muchos los que se sienten reflejados o, cuando menos, interesados. La serie llega ahora a Espa?a con un marat¨®n de toda su primera temporada en Canal + Series el s¨¢bado a partir de las 14.15.

¡°Claro que veo mucho de m¨ª en Elliot, en su enfado y en su soledad, en ese sentimiento que tiene distante del mundo que le rodea. No estoy tan da?ado como ¨¦l, espero. Pero claro que le entiendo¡±, asegur¨® Malek a EL PA?S. Su trabajo en Mr. Robot como un hacker desajustado con la sociedad que se mueve en esa fina l¨ªnea entre el terrorismo y el "RobinHoodismo" (palabra del actor), le vali¨® una candidatura al Globo de Oro, premio que su compa?ero de reparto consigui¨® por la misma serie. ¡°Yo tambi¨¦n me identifico con esta historia ¡ªafirma Slater, aunque sus 46 a?os le hagan formar parte de otra generaci¨®n¡ª. Lo que pasa es que encontr¨¦ una salida m¨¢s sana a mi rabia en la interpretaci¨®n¡±.

Aunque todos se identifican con Elliot, nadie como Esmail, quien reconoce que solo escribe de lo que conoce y que tuvo sus escarceos tanto con hackers como con las drogas. Pero, como explica Malek, lo que hace de Mr. Robot la serie de los hijos de este milenio es que a la vez te atrapa y te da miedo y no puede ser m¨¢s oportuna con los tiempos que corren. El actor, al igual que el showrunner nacido en Estados Unidos de padres egipcios, conoce gente que particip¨® en la Primavera ?rabe. Y la serie tambi¨¦n engancha con los movimientos de desobediencia civil m¨¢s cercanos como Occupy Wall Street. ¡°Elliot es un antisistema pero no un antisocial, alguien que trata de sobrevivir en una sociedad conformista y asentada. Pero no todas sus decisiones son acertadas. Funciona desde el ego¨ªsmo, desde el narcisismo, tiene un gran ego, y en ocasiones los resultados son beneficiosos pero en otras las consecuencias son devastadoras¡±, asegura. A los ojos de Slater, se trata de un protagonista ¡°con cualidades admirables pero con aspectos igual de peligrosos¡± dispuesto a acabar con un sistema que ve formado por gente ¡°que juega a ser Dios sin permiso¡±, algo que ¨¦l mismo est¨¢ a punto de hacer.

Y en el centro de esta revoluci¨®n est¨¢ la tecnolog¨ªa, porque Elliot no es el t¨ªpico h¨¦roe de televisi¨®n. Pocos est¨¢n tan aislados de todo lo que les rodea estando tan conectados. De nuevo Malek le entiende. ¡°La tecnolog¨ªa, especialmente las redes sociales, nos dan un falso sentimiento de estar m¨¢s conectados cuando en la mayor parte de los casos estamos m¨¢s aislados que nunca¡±, reconoce el actor. Su mejor ejemplo se lo dio su corta carrera como actor porque as¨ª se sinti¨® mientras que rodaba la serie The Pacific. Un sentimiento de desconexi¨®n que ni Internet ni las redes pudieron eliminar. Hasta que recibi¨® una carta como las de anta?o, mecanografiada y firmada por su entonces productor y ahora amigo, Tom Hanks. ¡°Solo en esa correspondencia sent¨ª la conexi¨®n que miles de emails no supieron darme. Una comunicaci¨®n que hemos perdido y sin la que Elliot, como muchos otros, se siente perdido¡±, remata.