Viaje de ida y vuelta al infierno
'Descenso a los infiernos', de Kershaw, es un libro claro y preciso sobre la historia de Europa que ilustra la importancia de la Primera Guerra Mundial en el devenir del continente
La Primera Guerra Mundial, que decidi¨® el destino de Europa por la fuerza, tras d¨¦cadas de primac¨ªa de la pol¨ªtica y de la diplomacia, ha sido considerada por muchos historiadores como la aut¨¦ntica l¨ªnea divisoria de la historia de Europa del siglo XX. Ian ?Kershaw, acreditado historiador de Hitler y de la Alemania nazi, comparte plenamente esa tendencia, consolidada desde que Eric J. Hobsbawm comenzara en 1914 su ya cl¨¢sico relato del ¡°siglo XX corto¡±. Europa, que se hab¨ªa jactado de ser ¡°el culmen de la civilizaci¨®n¡±, cay¨® entre 1914 y 1945 en la ¡°sima de la barbarie¡±, hizo un viaje de ida al infierno en la primera mitad del siglo XX, para volver de ¨¦l en la segunda.
Nada antes de 1914 hab¨ªa preparado el mundo para lo que iba a suceder, aunque la violencia hab¨ªa esparcido ya sus semillas. Por eso ?Kershaw emplea los primeros cap¨ªtulos para identificar los componentes b¨¢sicos que desde el siglo XIX allanaron el camino a la violencia que aflorar¨ªa desde 1919: el nacionalismo ¨¦tnico-racista; el imperialismo colonial; los conflictos de clase, agudizados por el triunfo de la revoluci¨®n bolchevique, y una crisis prolongada del capitalismo.
Fue en Alemania donde el acoplamiento de esos cuatro elementos de la crisis se manifest¨® en su forma m¨¢s extrema, tras cimentar Hitler su control dictatorial del Estado, y lleg¨® a su punto culminante, en la Segunda Guerra Mundial, en el centro y este de Europa, las zonas m¨¢s desestabilizadas del continente, principal escenario del genocidio y de la destrucci¨®n de todos los ideales de civilizaci¨®n surgidos desde la Ilustraci¨®n.
Al conflicto b¨¦lico iniciado en 1914 se le puso la etiqueta de que hab¨ªa sido ¡°una guerra para acabar con la guerra¡±, pero prepar¨® el camino para otra a¨²n mayor. Y Kershaw explica por qu¨¦ esas esperanzas se evaporaron con rapidez y c¨®mo Europa construy¨® los cimientos de una ¡°peligrosa triada ideol¨®gica¡± ¡ªcomunismo, fascismo y democracia liberal¡ª que rivalizaron por imponer su dominio.
La cr¨ªtica a la democracia gan¨® terreno tras los desastres de la guerra y con el miedo a la revoluci¨®n y al comunismo que llegaban desde Rusia. Tras la Gran Depresi¨®n, que comenz¨® a sentirse con fuerza a partir de 1930, la democracia aguant¨® s¨®lo en unos pocos pa¨ªses y un nuevo autoritarismo, representado por los fascismos y los movimientos populistas de derecha radical, triunf¨® en todos los dem¨¢s, en un continente econ¨®mica y pol¨ªticamente roto.
El orden pactado de posguerra se desmoron¨®. La pol¨ªtica de rearme emprendida por los principales pa¨ªses desde mediados de los a?os treinta cre¨® un clima de incertidumbre y crisis que redujo la seguridad internacional. El comercio de armas se duplic¨® desde 1932 hasta 1937. Importantes eslabones en esa escalada a una nueva guerra fueron la conquista japonesa de Manchuria en 1931, la invasi¨®n italiana de Abisinia en 1935 y la intervenci¨®n de las potencias fascistas y de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la guerra civil espa?ola. Pero lo que realmente cambi¨® el escenario de la pol¨ªtica internacional fueron las pretensiones revisionistas y ambiciones expansionistas de Hitler.
Esa crisis se resolvi¨® por las armas, en una guerra combatida por poblaciones enteras, sin barreras entre soldados y civiles. Seg¨²n ?Kershaw, a diferencia de la guerra de 1914-1918, ¡°el genocidio constituy¨® la raz¨®n de ser misma¡± de la de 1939-1945, ¡°un ataque contra la humanidad sin precedentes en la historia¡±. Toda la construcci¨®n de la cultura burguesa e imperial de Europa se hundi¨® en el abismo en tres d¨¦cadas.
Pero del apocalipsis emergi¨® una Europa cambiada por completo. Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica pasaron a ocupar el vac¨ªo dejado por la desaparici¨®n de las grandes potencias, con Alemania destruida y Francia y Reino Unido muy debilitadas. Mientras que la primera de esas guerras del siglo XX hab¨ªa dejado un legado de convulsi¨®n, la segunda, una cat¨¢strofe todav¨ªa peor, dio luz a un periodo de estabilidad imprevisible y, en la mitad occidental, a una prosperidad incomparable. Kershaw cierra el libro, y anuncia la continuaci¨®n, con una explicaci¨®n de los elementos que interactuaron para crear la simiente de esa transformaci¨®n, desde el fin de la ambici¨®n de gran potencia de Alemania, hasta la divisi¨®n en dos bloques y la nueva amenaza de guerra at¨®mica.
Esta historia de Europa de Kershaw no destaca por las nuevas aportaciones que hace, sino por el modo en que la cuenta e interpreta. Los mejores historiadores huyen de esos pesados manuales elaborados con una suma de historias nacionales. El telescopio sustituye al relato detallado y la escritura clara y precisa se aleja de las complejas narraciones supuestamente m¨¢s cient¨ªficas. La historia sale ganando y el lector lo agradece. Sobre todo cuando detr¨¢s de ella est¨¢ alguien tan experto y documentado.
Descenso a los infiernos. Europa 1914-1949. Ian Kershaw. Traducci¨®n de Joan Rabasseda y Te¨®filo de Lozoya. Cr¨ªtica. Barcelona, 2016. 769 p¨¢ginas. 31,90 euros
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