Diez siglos de haza?as b¨¦licas
Una versi¨®n de bolsillo del espect¨¢culo musical que se representar¨¢ en formato grande en el Festival de Almagro
Una versi¨®n de bolsillo de La conquista de Jerusal¨¦n, espect¨¢culo musical que se representar¨¢ en formato grande en el Festival de Almagro, y con ligeros recortes canoros en otras plazas. Desde principios de los noventa, cuando Stefano Arata descubri¨® esta comedia an¨®nima en la Biblioteca del Palacio Real y la identific¨® con La Jerusal¨¦n, obra que Cervantes dice haber escrito y estrenado de joven, se han publicado cuatro ediciones cr¨ªticas atribuy¨¦ndosela.
LA CONQUISTA DE JERUSAL?N
Atribu¨ªda a Cervantes.
Versi¨®n: Dolores Noguera, Ana M. Puigpelat y J. Sanz.
Int¨¦rpretes: Kiti M¨¢nver, Juan Viadas, Antonio Luque, Badia Albayati, Marta Meg¨ªas, Juan D¨ªaz, Alberto G¨®mez, Javier Laorden, Jacobo Mu?oz, Alejandro Valenciano, Roc¨ªo Osuna.
Escenograf¨ªa: Miguel ?ngel Coso.
Direcci¨®n: Juan Sanz.
Madrid: Teatro Arapiles 16, hasta el 28 de mayo; Auditorio del Parque Calero, 4 de junio. Alcal¨¢ de Henares: Teatro Cervantes, 24 de junio. Almer¨ªa: La Alcazaba, 2 de julio. Almagro: Espacio Miguel Narros, 29 y 30 de julio.
El grupo cada d¨ªa m¨¢s nutrido de defensores de la autor¨ªa cervantina basa su opini¨®n en las semejanzas m¨¦tricas que guarda con La Numancia y El trato de Argel, piezas primerizas del autor del Quijote, en el uso de personajes aleg¨®ricos (en ella toman la palabra Jerusal¨¦n y El Trabajo, tal y como la toman La Comedia y La Curiosidad en El rufi¨¢n dichoso), en la amplitud y coralidad del reparto, en el n¨²mero de versos y en la proximidad tem¨¢tico-ideol¨®gica de La conquista de Jerusal¨¦n con La gran Sultana y Los ba?os de Argel.
En ?Qu¨¦ escribi¨® Cervantes?, Daniel Eisenberg duda que sea suya una obra en la que se ensalza a un franc¨¦s (Godofredo de Bouillon), adaptada de un autor extranjero (de la Jerusal¨¦n liberada, de Torquato Tasso) y en la que no aparece una sola referencia a Espa?a. Pero en La casa de los celos, coprotagonizada por los legendarios Pares de Francia, Cervantes reelabora temas del Orlando innamorato, de Matteo Maria Boiardo, y en Laberinto de amor no alude a Espa?a. Adem¨¢s, el tema de la conquista de los Santos Lugares y el de las haza?as de los doce paladines franceses comparten ra¨ªces hist¨®ricas e ideol¨®gicas, y tradici¨®n esc¨¦nica: hay noticia de una primera macrorepresentaci¨®n de la toma de Jerusal¨¦n (con 1500 int¨¦rpretes), contempor¨¢nea de nuestras fiestas de moros y cristianos, hecha en Tlaxcala, en 1539; y tanto en el vecino estado de Morelos como en M¨¦xico DF, todav¨ªa se sigue celebrando un ritual danzado sobre los Pares de Carlomagno, de origen sincr¨¦tico.
Aunque, para asegurar la autoridad cervantina de La conquista de Jerusal¨¦n, habr¨ªa que cotejarla m¨¦trica y estil¨ªsticamente con todo el universo de comedias castellanas escritas en torno a 1585. La representaci¨®n que ofrece la compa?¨ªa Antiqua Escena queda encajonada en el peque?o escenario de Arapiles 16, pero permite apreciar el car¨¢cter ¨¦pico-coral del texto, que al espectador de su ¨¦poca debi¨® de evocarle la reciente victoria de Lepanto; al actual, le recuerda la guerra por delegaci¨®n que pa¨ªses terceros mantienen en Oriente Medio.
En esta versi¨®n mini, quedan signos de la belleza del trabajo musical de la versi¨®n macro. Destacable, la interpretaci¨®n de Alberto G¨®mez, y la orfebrer¨ªa escenogr¨¢fica de Miguel ?ngel Coso. Juan Sanz, el director de escena, intenta enjugar el caudal b¨¦lico de la funci¨®n con un gui?o final, que la contradice por completo.
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