El enorme legado de Miguel de la Quadra-Salcedo
Fallece el atleta, aventurero, reportero de televisi¨®n y maestro de 9.000 ¡®ruteros¡¯

En la madrugada de ayer, a Miguel de la Quadra-Salcedo se le apag¨® el coraz¨®n, gastado de aventuras y vivencias, y entregado, latido a latido, a todo el que le rodeaba. Muri¨® un gran hombre, una buena persona, que perdudar¨¢ en el tiempo, en la memoria de todos por su enorme legado. Fue deportista de ¨¦lite, aventurero, reportero de televisi¨®n por todo el mundo y, aunque ¨¦l no lo quisiera reconocer, fue sobre todo un maestro que transmiti¨® su conocimiento enciclop¨¦dico a casi 9.000 chicos que vivieron la Ruta Quetzal BBVA. El destino ha querido que Miguel falleciera el mismo d¨ªa que Crist¨®bal Col¨®n, 510 a?os despu¨¦s. Sigui¨® sus pasos en vida y termin¨® su trayecto el mismo d¨ªa que el descubridor.
El 30 de abril hab¨ªa cumplido 84 a?os, vividos intensamente. Aunque hab¨ªa nacido en Madrid, ¨¦l presum¨ªa de ser vasco-navarro cuando te recitaba su ¨¢rbol geneal¨®gico. Muy pronto le dio por el deporte y fue campe¨®n de Espa?a de lanzamiento de peso, disco y jabalina. Lleg¨® a batir el r¨¦cord mundial de esta especialidad, pero nunca se lo homologaron porque tiraba la jabalina como la barra vasca.
Sin embargo, lo que le hizo m¨¢s famoso fue su trabajo como reportero en TVE. De peque?os, todos quer¨ªamos ser Miguel de la Quadra-Salcedo, cuando ve¨ªamos sus cr¨®nicas en las guerras del Vietnam, Eritrea, Congo, Mozambique o en los Altos del Gol¨¢n, de donde conservaba un trozo de metralla en el brazo, que ayer su hijo Rodrigo le extrajo siguiendo sus instrucciones. Sus reportajes durante el golpe de Estado del general Pinochet en Santiago de Chile o tras la muerte del Che Guevara est¨¢n en la memoria de todos.
Tambi¨¦n est¨¢n en el recuerdo colectivo sus aventuras por las selvas y los r¨ªos americanos; sobre todo su lucha contra una anaconda gigante. El Amazonas fue su casa durante algunos a?os, en los que arrastr¨® a su mujer, Marisol, que le ha seguido por todo el mundo. Sus hijos Rodrigo, Sol e ??igo han seguido tambi¨¦n sus pasos.
Cuando ya hab¨ªa hecho todo en TVE, decidi¨® continuar la aventura por su cuenta. Y ten¨ªa dos posibilidades: hacerse empresario o maestro. Miguel pod¨ªa haber montado una empresa de viajes de aventura, con el ¨¦xito econ¨®mico asegurado. Pero prefiri¨® seguir con su vida modesta y hacerse maestro, para inculcar la aventura a chicos de 15 y 16 a?os. Lanz¨® Aventura 92, con el apoyo del rey Juan Carlos; un proyecto que luego se convirti¨® en la Ruta Quetzal y en la Ruta BBVA.
¡°Me he muerto y no me has venido a ver¡±
Las pasadas navidades, Miguel me dej¨® un mensaje en el m¨®vil, de esos que te hacen reaccionar de inmediato. ¡°Javier, me he muerto y no me has venido a ver¡±, dec¨ªa con voz lac¨®nica. Olvid¨¦ lo que estaba haciendo, me enter¨¦ de d¨®nde estaba y me dirig¨ª a la carrera a la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz. All¨ª estaba Miguel, en la UCI, con varias v¨ªas en el cuerpo. Sonri¨® y sin querer hablar de su muy debilitada salud (el coraz¨®n ya aguantaba poco), me empez¨® a contar la Ruta Quetzal BBVA de este a?o. ¡°Volvemos a Yucat¨¢n, como en 1993. ?Te acuerdas?¡± Ese a?o yo fui a la ruta como reportero de EL PA?S y desde entonces presumo de haber sido su amigo.
Miguel lo defin¨ªa como un viaje inici¨¢tico en el que los j¨®venes de Espa?a e Iberoam¨¦rica se conoc¨ªan, conviv¨ªan y aprend¨ªan unos de otros. Ayer, las redes sociales eran un hervidero de antiguos ¡°ruteros¡± recordando lo que aprendieron en ese viaje. Una experiencia que ha marcado un antes y un despu¨¦s para muchos de ellos, siguiendo lo que dec¨ªa De la Quadra-Salcedo: ¡°No se puede entender Espa?a sin haber viajado a Am¨¦rica¡±.
Miguel dise?aba cada a?o la ruta y la cambiaba varias veces durante su celebraci¨®n. Incluso en los ¨²ltimos a?os, en los que su delicada salud le imped¨ªa seguir a los chicos. ?l era as¨ª. Capaz de meter una escultura en el barco, emprender una excursi¨®n de noche para ver el amanecer en alg¨²n sitio rec¨®ndito o de saltarse el protocolo con los reyes en Espa?a o con los presidentes en Am¨¦rica. La ruta se hac¨ªa gracias a Miguel, aunque algunas veces tambi¨¦n a pesar de ¨¦l.
El rey Juan Carlos siempre recib¨ªa a la expedici¨®n a su regreso a Espa?a, cosa que ha mantenido su hijo, Felipe VI. Ayer, en su casa de Pozuelo, Marisol recibi¨® los telegramas de ambos monarcas y no pudo aguantar las l¨¢grimas. All¨ª estaba el cuerpo de Miguel de la Quadra-Salcedo, vestido con el traje gris de raya diplom¨¢tica, la camisa blanca y la corbata que se pon¨ªa en los momentos solemnes (era exquisitamente presumido hasta cuando llevaba botas sin calcetines) y en sus manos una estampa de San Ignacio de Loyola y un rosario, adem¨¢s de la maquila (bast¨®n de mando de los alcaldes) que siempre le acompa?aba.
El Gobierno anunci¨® ayer la concesi¨®n de la Gran Cruz de Alfonso X, aunque su mejor condecoraci¨®n es el recuerdo que seguir¨¢ en la mente y en el coraz¨®n de todos los que le conocimos y de los que tuvieron noticias de ¨¦l y de sus hechos.
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