Muere el aventurero y periodista Miguel de la Quadra-Salcedo

El azar ha querido que su fallecimiento se produzca exactamente 510 a?os despu¨¦s que el de uno de sus personajes hist¨®ricos m¨¢s admirados, Crist¨®bal Col¨®n. ¡°Ayer habl¨¦ con ¨¦l. Me dijo que se encontraba muy mal y que no ten¨ªa fuerzas¡±, ha comentado su hijo menor. Una frase que no reflejaba la pasi¨®n y el entusiasmo que siempre le acompa?aron y que le aferraron a la vida en los ¨²ltimos a?os.?

De la Quadra-Salcedo hab¨ªa nacido en Madrid, aunque siempre alud¨ªa a sus or¨ªgenes vasco-navarros (era sobrino del gran tenor del Roncal Juli¨¢n Gayarre). De joven fue deportista de ¨¦lite. Es c¨¦lebre la an¨¦cdota de que lleg¨® a batir el r¨¦cord mundial de lanzamiento de jabalina, pero se modific¨® el reglamento para no tener que homologar su marca, conseguida gracias a una t¨¦cnica imitada de los lanzadores de barra vasca.

En 1963 fich¨® por televisi¨®n espa?ola como periodista y fue testigo de algunos de los acontecimientos m¨¢s relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Estuvo en la guerra del Vietnam, en la de Eritrea, en la de Mozambique, en Congo, cubri¨® el golpe de Estado de Pinochet y la muerte del Che Guevara. Con su porte atl¨¦tico y sus enormes bigotes se convirti¨® en una de las figuras m¨¢s reconocibles y queridas durante d¨¦cadas en los televisores espa?oles.

Miguel De la Quadra, que se defin¨ªa como un hombre de papel y l¨¢piz, recordar¨ªa siempre con mucha nostalgia aquella etapa en la televisi¨®n y evoc¨¢ndola, a?os despu¨¦s, dir¨ªa que la tecnolog¨ªa ¡°hab¨ªa matado el misterio¡±. Su trabajo, a caballo entre el periodismo y la aventura, despert¨® la vocaci¨®n de varias generaciones de reporteros y fueron muchos los que entraron en el oficio para ser como ¨¦l.

Perito agr¨ªcola de formaci¨®n pero hombre del renacimiento de vocaci¨®n, De la Quadra ten¨ªa una enorme cultura. Hablar con ¨¦l era como abrir una enciclopedia por cualquier cap¨ªtulo: literatura, arte, historia, bot¨¢nica. Viaj¨® por todo el mundo guiado por una curiosidad insaciable y desempe?ando todo tipo de oficios. Incluso lleg¨® a ser domador en el circo de ?ngel Cristo, a cuya caravana ambulante se uni¨® durante algunos meses con toda su familia.

Su extraordinaria capacidad para la improvisaci¨®n desmontaba en cinco minutos la milim¨¦trica organizaci¨®n de la Ruta. Pod¨ªa desviar cinco kil¨®metros una expedici¨®n de 300 chicos por la selva para que pisaran el sendero que un d¨ªa recorri¨® el pirata Drake. Tambi¨¦n era asombrosa su capacidad para percibir el peligro y llevar la aventura siempre dentro de los l¨ªmites del riesgo. En tres d¨¦cadas de marchas por desiertos, barrancas y cascadas no se registr¨® ning¨²n incidente grave.

Esa aventura le mantuvo activo en los ¨²ltimos a?os de su vida. Aunque ya estaba ingresado, en la ¨²ltima edici¨®n de la Ruta se quit¨® el suero y se escap¨® del hospital para participar en la recepci¨®n que los reyes ofrecieron a los j¨®venes. ¡°Ponce de Le¨®n no pudo hallar la fuente de la eterna juventud, pero yo la he encontrado en estos muchachos¡±, repet¨ªa siempre. Miguel de la Quadra estaba casado con Marisol Asumendi y deja tres hijos, Rodrigo, Sol e ??igo, que trabaja junto a ¨¦l en la organizaci¨®n de la Ruta. El velatorio ser¨¢ privado y tendr¨¢ lugar en la casa familiar de Pozuelo de Alarc¨®n.