Las conversaciones so?adas entre cuatro grandes poetas
Carlota Ferrer dirige ¡®Alma y cuerpo¡¯, dos piezas dramat¨²rgicas en torno a Santa Teresa, Emily Dickinson, Baudelaire y Cernuda
?Qu¨¦ pasar¨ªa si se encontraran frente a frente Santa Teresa de Jes¨²s y Emily Dickinson? ?Y si lo hicieran tambi¨¦n Charles Baudelaire y Luis Cernuda? El juego dram¨¢tico, esos encuentros so?ados entre estos cuatro poetas, conforman la obra Alma y cuerpo, dos piezas diferentes que se representar¨¢n en el Teatro Espa?ol a partir de la semana pr¨®xima. Palabra y danza se unen en estas lecturas dramatizadas, con un alto peso interpretativo, que dirige Carlota Ferrer y protagonizan Irene Escolar, Silvia Abascal, Jos¨¦ Coronado y Helio Pedregal. La luz, el deseo, el amor a la vida o la muerte navegan por las aguas subterr¨¢neas de la vida de estos cuatro poetas. La habitaci¨®n luminosa, que une la m¨ªstica de Santa Teresa y Emily Dickinson, tiene como tema principal el amor a la vida y la m¨ªstica. La hora oscura, que narra el m¨¢gico encuentro entre el franc¨¦s Baudelaire y el espa?ol Cernuda, es el deseo y al pulsi¨®n sexual. El exilio interior elegido por las dos mujeres contrasta con la rudeza de la calle y las miserias del ser humano de los escritores. La primera pieza se representa del 1 al 5 de junio y la segunda del 8 al 12.
¡°El amor m¨¢s alto es aquel que no exige correspondencia¡±, dice Santa Teresa. ¡°Ens¨¦?ame a rezar¡±, le pide Emily Dickinson y contin¨²a: ¡°Las almas que no tienen oraci¨®n son como un cuerpo tullido¡±. Y la santa le contesta: ¡°No hay m¨¦todo posible. La oraci¨®n ser¨¢ v¨¢lida siempre y cuando potencie el encuentro con el amor. No se trata de pensar, sino de amar mucho¡±. Este di¨¢logo entre la poetisa estadounidense, que vivi¨® en el siglo XIX, y Santa Teresa, tres siglos antes, une a dos mujeres valientes y poderosas que buscaron un refugio y encierro personal y creativo, dos m¨ªsticas que buscaron el anhelo de la muerte por todo lo que les negaron en vida. La santa reza en un reclinatorio y la poetisa contempla la vida desde una silla en medio de un jard¨ªn. Las obras combinan textos originales de los poetas con la dramaturgia de Jos¨¦ Manuel Mora, di¨¢logos y situaciones inventadas que emanan de poemas los cuatro autores. Las dos piezas transcurren en una especie de habitaci¨®n que es como un limbo, en el que los poetas reflexionan sobre sus vidas. La danza y la m¨²sica en directo, junto con las im¨¢genes que se proyectan en la pared del fondo, conforman de alguna manera un espect¨¢culo diferente y embriagador.
¡°Al ser textos sesudos sobre la creaci¨®n, el alma y la muerte, nuestro objetivo es conseguir que el espectador alcance sensorialmente esa palpitaci¨®n que est¨¢ en la escritura. Para ello nos hemos ayudado de la palabra y la danza. Incluimos una canci¨®n de Nina Simone, que interpreta Silvia Abascal, adem¨¢s de un tema de Cesaria ?vora. Para m¨ª, la poes¨ªa tiene que ver con una emoci¨®n universal dif¨ªcil de poner en palabras, pero siempre incluye algo de luz, movimiento y sorpresa, por eso son los tres elementos con los que jugamos en los espect¨¢culos", asegura Carlota Ferrer, que se estrena como directora en la sala grande del Espa?ol, tras pasar con ¨¦xito la temporada pasada en el Matadero su obra Los nadadores nocturnos.
Del encierro luminoso a la inquietante oscuridad de la calle
Irene Escolar
Santa Teresa de Jes¨²s (1515-1582). ¡°Su poes¨ªa es elevada. Habla con su propia alma, que es lo m¨¢s profundo que uno puede imaginar, y con ese ser superior que es Dios, al que ama por encima de todo. Mi intenci¨®n es dar a esas bellas palabras el peso y la fuerza con la que fueron escritas. Las inquietudes de ella y Emily Dickinson son, en esencia, las mismas, aunque las separen tantos siglos. Ambas se encerraron por decisi¨®n propia y lucharon por lo mismo, por encontrar un lugar en el mundo¡±.
Silvia Abascal
Emily Dickinson (1830-1886). ¡°Conoc¨ªa su poes¨ªa pero no su vida y ahora que he indagado en ella me estoy emocionando d¨ªa a d¨ªa. Fue una mujer solitaria y naufragrada, que no tuvo vivencias reales. Durante los ¨²ltimos a?os de encierro volunario, desarroll¨® un mundo interior muy profundo. Su poes¨ªa en torno a la muerte y la inmortalidad y la inspiraci¨®n que le produce la naturaleza, ya sea a trav¨¦s de los atardeceres,los ¨¢rboles o del vuelo de los p¨¢jaros, es una lectura realmente subyugante¡±.
Jos¨¦ Coronado
Charles Baudelaire (1821-1867). ¡°Estoy embriagado con el personaje de Baudelaire. En su poes¨ªa y su vida, baja a las profundidades en busca de autonocimeinto interior y como fuente de expresi¨®n art¨ªstica. Es m¨ªstico a su manera. Me apetece compartir este duelo po¨¦tico con Helio Pedregal. Estos personajes tan inquietantes y oscuros siempre me dejan una huella poderosa¡±.
Helio Pedregal
Luis Cernuda (1902-1963). ¡°No soy un gran lector de poes¨ªa, pero este encuentro con la vida y obra de Luis Cernuda me ha despertado mucho inter¨¦s. Fue un peregrino del mundo, que decidi¨® irse de Espa?a y exiliarse a M¨¦xico siendo muy joven y nunca m¨¢s volvi¨®. Mi objetivo es poner coraz¨®n y emoci¨®n a las palabras y poes¨ªa de ese ciudadano espa?ol que se enfrent¨® a graves problemas por su condici¨®n de homosexual y las heridas provocadas por la Guerra Civil¡±.
Babelia
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