¡°Soy afortunado, conoc¨ª un Hollywood donde los directores a¨²n import¨¢bamos¡±
El director de 'Granujas a todo ritmo' o 'Un hombre lobo americano en Londres' repasa su carrera al recibir un premio honor¨ªfico en el festival Nocturna
Para quienes alcanzaron la adolescencia entre finales de los setenta y principios de los ochenta, el cine de John Landis (Chicago, 1950) fue un rito de paso ineludible. Suyas fueron, por ejemplo,?Made in USA (1977) -la primera spoof movie, en la que debutaron como guionistas los futuros creadores de?Aterriza como puedas (1980)-,?Desmadre a la americana (1978) y?Granujas a todo ritmo (1980) ¨Clas dos grandes joyas de la corona Belushi- y?Un hombre lobo americano en Londres (1981), un trabajo que jugaba a la mezcla de g¨¦neros con una naturalidad exenta de afectaci¨®n posmoderna. Coincidiendo con el 23? aniversario de este festivo cl¨¢sico, Landis ha visitado el festival Nocturna para recibir un premio honor¨ªfico en reconocimiento a su labor pionera. Plet¨®rico de energ¨ªa y locuacidad, el cineasta prefiere, no obstante, restar importancia a sus logros: ¡°Los g¨¦neros cinematogr¨¢ficos no son m¨¢s que un c¨®digo con el que puedes jugar. Todo puede ser mezclado y alterado. Puedes hacer una pel¨ªcula de guerra en el Oeste o un musical de ciencia-ficci¨®n. Todo est¨¢ permitido¡±.
Con varios proyectos cinematogr¨¢ficos a la espera de obtener luz verde, Landis lleva seis a?os sin dirigir un largo, pero no hay asomo de amargura cuando habla de c¨®mo ha cambiado Hollywood: ¡°Me siento afortunado de haber empezado en una ¨¦poca en la que los directores a¨²n import¨¢bamos¡±.
Gran amante y profundo conocedor de la serie B, el director debut¨® enfundado en un poco convincente disfraz de gorila como director y protagonista de la chispeante y desastrada?El monstruo de las bananas (1973). Cuando estren¨® Un hombre lobo americano en Londres ya se hab¨ªa convertido en todo un referente de la nueva comedia, g¨¦nero que el cineasta no cree apropiado para definir la singularidad de esa pel¨ªcula: ¡°Todo el mundo considera?Un hombre lobo americano en Londres como una comedia, aunque no lo es. Es una pel¨ªcula de terror, que resulta divertida, por supuesto, pero no es propiamente una comedia, porque lo que cuenta es terrible y muy triste. Divierte porque quise aproximarme al terror de una manera m¨¢s realista. Los protagonistas son dos chicos listos, que tienden a bromear cuando se encuentran con algo que no comprenden. Lo que les pasa es imposible, porque los hombres lobo no existen, como tampoco existen los zombis. O sea que esa era la idea: ?c¨®mo reaccionar¨ªan dos personas normales e inteligentes cuando se les enfrenta a algo que racionalmente no puede existir?¡±.
En?Desmadre a la americana, Landis no solo encontr¨® en la cantera del programa Saturday Night Live a un contundente relevo generacional para la comedia, sino que tambi¨¦n introdujo el esp¨ªritu de la Contracultura en el mainstream: ¡°El guion de?Desmadre a la americana, escrito por Harold Ramis, Douglas Kenner y Chris Miller, era muy astuto en su manejo de los temas pol¨ªticos. Quiz¨¢ haya sido la pel¨ªcula pol¨ªtica m¨¢s taquillera de la historia. La acci¨®n transcurr¨ªa en 1963; es decir, cuando Kennedy a¨²n era presidente y est¨¢bamos en el umbral del cambio de la d¨¦cada de los sesenta. La pel¨ªcula pudo abordar los derechos civiles, la liberaci¨®n sexual y la posibilidad de insurrecci¨®n. Y lo ingenioso del guion fue la capacidad de poder explorar todo eso usando personajes que eran puros arquetipos¡±. En el reparto brillaba John Belushi, imparable hurac¨¢n c¨®mico al que aguardaba un destino tr¨¢gico a la vuelta de la esquina: ¡°Es muy surrealista que gente a la que conoces y con la que has trabajado se convierta en una figura mitol¨®gica. Me ha pasado con John Belushi y con Michael Jackson. Tambi¨¦n podr¨ªa mencionar a David Bowie. Es un proceso muy raro¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.