Lo bueno no es Ch¨¦jov

Para los que han seguido con cierta asiduidad el ¨²ltimo tramo del recorrido art¨ªstico de Pep Tosar encontrar¨¢n en la puesta en escena de Qui bones obre far¨¤ un sentido de continuidad. La habitual gasa ¡ªun bastidor para un bordado de realidad como la vida misma¡ª que sirve para meter el documento (entrevistas, sentencias, declaraciones, manifiestos) en el teatro y un espacio frontal para los int¨¦rpretes y sus interacciones en directo. El presupuesto del TNC ha permitido ampliar la compa?¨ªa y crear una tercera dimensi¨®n tras el velo: un escenario para los ensayos de La gaviota.

El primer texto de Ch¨¦jov de los tres que forman el esqueleto dram¨¢tico del montaje. La columna vertebral es El jard¨ªn de los cerezos con frases-hueso de Las tres hermanas. M¨¢s las notas biogr¨¢ficas que el propio Ch¨¦jov (Tosar) dejar¨¢ caer con elegante iron¨ªa durante la funci¨®n. A partir de aqu¨ª queda abierto el debate sobre si el dramaturgo-director-actor ha hecho suyo el teatro del ruso o ha ido mucho m¨¢s all¨¢ en su reescritura que lo que presupone el cambio de t¨ªtulo al estilo Veronese. Es posible que un espectador no avezado en la obra del autor de Ivanov quede algo perdido entre las cuitas econ¨®micas y crisis de identidad de una compa?¨ªa de teatro a punto de perder su sede hist¨®rica. En realidad, cuanto menos se parece Qui bones obres far¨¤ a su modelo y los personajes a los originales, mejor funciona la propuesta. Una comedia dram¨¢tica con ganas de frontal denuncia ¡ªde aire anglosaj¨®n, con Hare y Ayckbourn como ap¨®crifos musos¡ª que tiene poco que ver con el devenir chejoviano a velocidad de reloj de arena.

Ah¨ª est¨¢ esa criatura maravillosa en la frontera de la consciencia que es Catarina Dentoler, la costurera del teatro con una incipiente demencia senil. Su fragilidad est¨¢ en manos de una extraordinaria Imma Colomer. Para ella y Catarina son las mejores escenas, frases y r¨¦plicas.

Una consciencia en disoluci¨®n dif¨ªcil de encontrar en un texto de Ch¨¦jov pero que ofrece los momentos m¨¢s memorables de este montaje, junto con los falsos directos de los primeros planos de los int¨¦rpretes ensayando La gaviota.