La zarzuela de Paco Le¨®n vuelve a ser una fiesta

Tras el boicot, el pasado mi¨¦rcoles, cuando los gritos y protestas de una parte de los asistentes obligaron a la compa?¨ªa a interrumpir la funci¨®n C¨®mo est¨¢ Madriz, el Teatro de la Zarzuela se convirti¨® anoche, jueves, en una gran fiesta. Los aplausos arreciaron quiz¨¢s m¨¢s que ning¨²n otro d¨ªa por parte de un p¨²blico, que mostraba as¨ª su solidaridad con los actores y con su director,? Miguel del Arco, presente en la funci¨®n de zarzuela con la que se ha estrenado en el g¨¦nero chico. "Es inexplicable que la gente se enfade y se mosquee", aseguraba esta ma?ana el director. "?ramos conscientes de que nuestro montaje no era al uso dentro de los c¨¢nones de la zarzuela, pero es incomprensible tanta protesta. Hay gente muy descerebrada. Yo me quedo con lo de anoche, la fiesta, que ha sido la t¨®nica general. El teatro ha visto c¨®mo d¨ªa a d¨ªa llenaba las cerca de 1.000 localidades", ha a?adido Del Arco, que recuerda que, tras el encargo realizado por los responsables del teatro, la escritura y montaje de C¨®mo est¨¢ Madriz lo ha realizado con la m¨¢s absoluta libertad, sin ning¨²n tipo de cortapisas.

Casi todos los d¨ªas, desde su estreno el pasado 20 de mayo, y muy especialmente en la semana de los abonados, donde en una noche se salieron del teatro unas 200 personas, ha habido alg¨²n tipo de protestas o pitidos, pero nunca hasta el pasado mi¨¦rcoles, la funci¨®n se hab¨ªa visto obligada a interrumpir. Esa noche asisti¨® como espectadora, desde la fila seis, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Aunque Del Arco opina que la presencia de Carmena no fue el motivo de la sonora protesta, Paco Le¨®n, su protagonista, cree que s¨ª o, al menos, la magnific¨®. Seg¨²n el jefe de sala del teatro, el grupo de unos 30 j¨®venes que boicote¨® la funci¨®n de ese d¨ªa lleg¨® con pitos. ¡°A la zarzuela no se viene con pitos¡±, dice Le¨®n, que, desde el escenario, se dirigi¨® a los alborotadores para pedirles que abandonaran el recinto y dejaran al resto del p¨²blico continuar con el espect¨¢culo.

¡°Los actores lo pasamos muy mal porque nos cost¨® mucho retomar el tono jocoso de la obra, la risa no fue la misma. La politizaci¨®n vino del parte del p¨²blico¡±, agreg¨® el actor. Del Arco defiende que la obra no solo cr¨ªtica la corrupci¨®n de pol¨ªticos del PP, sino tambi¨¦n ironiza sobre Pablo Iglesias, el l¨ªder de Podemos, y sus seguidores, a los que se presenta como ¡°una masa de borregos¡±.

Desde su estreno, todas las funciones han estado llenas. Ya solo quedan tres d¨ªas para que finalice y no queda ninguna entrada. Aunque las protestas no han sido especialmente graves, lo que s¨ª han notado en la Zarzuela es el gran aumento de reclamaciones por parte de un p¨²blico que ha mostrado su desacuerdo con este montaje. Las colas para reclamar al finalizar las funciones han sido importantes, reconoce Del Arco. El director ha recibido quejas e insultos en las redes sociales y por mensajes privados en su Facebook: ¡°No vuelvas a dirigir ninguna zarzuela¡±, ¡°Esta obra es rid¨ªcula¡±, dicen algunos de los mensajes menos agresivos. Incluso, ha recibido una carta de un se?or que se presenta como ¡°votante socialista¡±, en la que le adjunta sus dos entradas del teatro rotas. Unas entradas que no lleg¨® nunca a utilizar.