El quijote mexicano que produce pel¨ªculas para Scorsese
Gast¨®n Pavlovich prepara 'The Irishman' con Al Pacino y Robert Deniro
Gast¨®n Pavlovich creci¨® mirando hacia Estados Unidos. No en sentido figurado. Desde su cuarto en Agua Prieta, Sonora, pod¨ªa ver las casas de Douglas, un min¨²sculo poblado de Arizona. Como la de muchos ni?os nacidos en la frontera, su infancia fue diferente. Prefiri¨® el b¨¦isbol al f¨²tbol y tuvo una educaci¨®n biling¨¹e. Por las ma?anas iba al colegio en Estados Unidos y sus tardes transcurr¨ªan en las aulas de las primarias mexicanas. As¨ª aprendi¨® a ver el mundo de dos maneras.
Esta dualidad permiti¨® a Pavlovich, de 48 a?os, transitar entre carreras que parecer¨ªan incompatibles. Estudi¨® Econom¨ªa en San Diego y Francia y curs¨® un posgrado en Filosof¨ªa teol¨®gica en Roma. El cerebro financiero lo llevo a la administraci¨®n p¨²blica, donde trabaj¨® como subdirector de transformaci¨®n industrial en Pemex, la petrolera mexicana, y en la presidencia de M¨¦xico con Felipe Calder¨®n. Pero una pasi¨®n termin¨® por sepultar su carrera en la pol¨ªtica: el cine.
Durante una vacaci¨®n, en 2003, Pavlovich escribi¨® el gui¨®n de El estudiante, una pel¨ªcula inspirada en su abuelo materno. Le tom¨® seis a?os desarrollar la historia de un hombre 70 a?os que ingresa a la universidad para estudiar Literatura. Cuando se present¨® la oportunidad de rodarla en Guanajuato, en el centro de M¨¦xico, Pavlovich trabajaba en Los Pinos, la oficina del presidente. Decidi¨® irse. ¡°Recib¨ª m¨¢s felicitaciones y peticiones de no dejar de hacer cine por El estudiante que por los a?os que dediqu¨¦ a la pol¨ªtica, donde nunca eres merecedor de halagos sino hasta que mueres¡±, afirma el productor.
El estudiante se convirti¨® en 2009 en un fen¨®meno del cine mexicano. Estuvo m¨¢s de 20 semanas en cartelera y casi roz¨® el mill¨®n de espectadores, un hito para una pel¨ªcula modesta. Esa fue su carta de entrada a Estados Unidos, donde produjo una cinta similar para Daniel Noah, un joven cineasta. Max Rose, protagonizada por el legendario Jerry Lewis, es su primera producci¨®n internacional.
La oportunidad de su vida lleg¨® mientras estaba en Nueva York, sentado en la sala del apartamento de Martin Scorsese, que buscaba desarrollar Silence, un trabajo que se le neg¨® por 28 a?os. ¡°Si haces este proyecto para Scorsese, te va a apoyar el resto de tu carrera profesional. Si se lo desintegras y le fallas no vas a volver a trabajar en Hollywood en tu vida¡±, le dijo sin rodeos Ralph Brescia, el abogado del director de Goodfellas. ¡°Tragu¨¦ saliva y dije s¨ª. Pens¨¦ que no era nadie en Hollywood y que no ten¨ªa nada que perder¡±, afirma Pavlovich.
Pavlovich ha puesto en pr¨¢ctica sus conocimientos financieros dentro de la industria. Logr¨® reducir el costo de Silence, que se estrenar¨¢ este oto?o, de 80 millones de d¨®lares a 51. Scorsese qued¨® satisfecho con la relaci¨®n con su productor. Hombre de palabra, lo invit¨® a su nueva cinta, The Irishman, que se ha convertido en la producci¨®n m¨¢s esperada del veterano porque reunir¨¢ a Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci en una pel¨ªcula sobre la mafia. ¡°Bob [De Niro] trae este proyecto desde hace ocho a?os y no quer¨ªa que nadie m¨¢s lo dirigiera. Scorsese le prometi¨® abrirle un espacio cuando terminara de rodar sus compromisos¡±, dice Pavlovich, que se encuentra negociando el contrato de Pesci.
A pesar de producir para los gigantes de Hollywood, Pavlovich no ha renunciado a hacer cine en su pa¨ªs. Este oto?o lanzar¨¢ 108 costuras, una cinta escrita por ¨¦l sobre unos mexicanos que sue?an con jugar b¨¦isbol en las grandes ligas de Estados Unidos. ¡°Tengo mucha confianza en lo que M¨¦xico puede ofrecer a la industria del cine mundial¡±, asegura. Su productora, F¨¢brica de cine, ha tra¨ªdo al pa¨ªs tres producciones internacionales este a?o. ¡°Cuando les ense?o los n¨²meros y el nivel que tienen los equipos aqu¨ª se dan cuenta de que es m¨¢s barato filmar aqu¨ª¡±.
Un cineasta cervantino
Un gran cuadro con las siluetas de Alonso Quijano y Sancho preside la oficina de Gast¨®n Pavlovich en la Ciudad de M¨¦xico. ¡°Es mi novela favorita, la he le¨ªdo varias veces¡±, confiesa el productor. El gusto por Don Quijote, heredado por su abuelo, ha marcado su carrera profesional. ¡°C¨®mo un hombre ordinario convert¨ªa lo mundano de la vida en una extraordinaria aventura¡±. Esa idea lo ha llevado a desarrollar proyectos donde los espectadores puedan identificarse con personajes comunes que hacen cosas extraordinarias. La obra de Cervantes tambi¨¦n le ha dejado una lecci¨®n para la industria: ¡°Los principales monstruos y barreras est¨¢n en tu cabeza, en tu miedo y en tus l¨ªmites¡±.
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