La semana grande de los festivales

Sin el don de la ubicuidad es imposible. Un aficionado al rock de toda la vida esta semana tiene que elegir. La sobre oferta de festivales lleva a casos como el siguiente: este s¨¢bado coinciden a la misma hora los conciertos de New Order en el S¨®nar de Barcelona, el de Neil Young en Mad Cool en Madrid y el de The Who en el Azkena en Vitoria. Son tres de los cert¨¢menes m¨¢s importantes del a?o, que se programan en los mismos d¨ªas, durante este fin de semana, convocando a decenas de miles de personas. Es el ejemplo m¨¢s claro de que esta es la semana grande de la agenda festivalera nacional.

¡°Nuestra cultura de festivales est¨¢ asentada desde hace mucho tiempo y creo que es bueno para todos¡±, afirma Pascual Egea, presidente de la Asociaci¨®n de Promotores Musicales (APM). Con m¨¢s de 300 cert¨¢menes al a?o, Espa?a, que lleg¨® a tener cerca de 450 en su mejor ¨¦poca, es tierra de festivales. Pero pocas veces se encuentra una agenda tan saturada como la de esta semana, entre los d¨ªas 16, 17 y 18. Aunque algunos ven una burbuja en el negocio, el festival todav¨ªa es un modelo que funciona. De hecho, muchos se han consolidado y no han parado de crecer, como el propio S¨®nar, que celebra 23 ediciones.

¡°Es un proyecto de transformaci¨®n para la ciudad. Un acontecimiento que, m¨¢s que la complicidad de un ayuntamiento, necesita la complicidad de los ciudadanos¡±, explica Ricard Robles, director y fundador del S¨®nar. A partir de este jueves y hasta el domingo, S¨®nar, evento ¡°alineado a Barcelona¡± y de referencia internacional en la programaci¨®n de m¨²sicas avanzadas y electr¨®nica, presentar¨¢ 130 actuaciones en ocho escenarios. Destacan numerosos estrenos europeos, como los nuevos shows de Jean-Michel Jarre, Anohni ¡ªel nuevo proyecto de Antony Hegarty¡ª, James Blake, New Order, Santigold, Flume, Skepta, El Guincho o el Ni?o de Elche+Los Voluble, m¨¢s las actuaciones de Kelela, Yung Lean, Howling, Kaytranada, Club Cheval, Lafawndah o Jamie Woon y el recital de m¨²sica cl¨¢sica del pianista James Rhodes, autor del libro Instrumental.

Por su parte, Mad Cool celebra su primera edici¨®n en el recinto de la Caja M¨¢gica con el af¨¢n de convertirse en una marca para Madrid, como el propio S¨®nar lo es para Barcelona o Azkena Rock para Vitoria. ¡°Es imposible sin la implicaci¨®n de la ciudad. Las administraciones tienen que ser conscientes del desarrollo cultural y tur¨ªstico que supone la integraci¨®n de un evento de ocio de estas caracter¨ªsticas¡±, se?ala Javier Arnaiz, director de Mad Cool. Fotograf¨ªa, cine, moda y gastronom¨ªa forman parte de una cita musical con dos potentes cabezas de cartel como Neil Young y The Who, que act¨²a el jueves en Madrid y el s¨¢bado en el Azkena. A ellos se suman otros nombres destacados dentro de la escena actual como The Prodigy, Jane's Addiction, The Kills, John Grant, Band of Horses, Caribou, Two Door Cinema Club, Michael Kiwanuka, Gary Clark Jr, Stereophonics, Kings of Convenience, Django Django, Biffy Clyro o Die Antwoord. En el apartado nacional aparecen m¨²sicos y grupos importantes como Vetusta Morla, Lori Meyers, Corizonas, 091, ?ngel Stanich o L.A. Desde el norte, Azkena Rock anunci¨® a The Hellacopters en sustituci¨®n de Primal Scream. Pero su cartel tambi¨¦n incluye a Lucinda Williams, Vintage Trouble o Marky, exbater¨ªa de los Ramones.

Los festivales son uno de los pilares que sostienen los positivos datos de la m¨²sica en directo en Espa?a. Seg¨²n cifras de APM y SGAE, el a?o pasado se facturaron m¨¢s de 194 millones de euros frente a los 173 del 2014. Estas cifras descansan tambi¨¦n en las grandes giras de pesos pesados ¡ªdesde AC/DC a U2, pasando por Pablo Albor¨¢n o Alejandro Sanz¡ª, eclipsando la complicada realidad con la que vive el peque?o comercio de la m¨²sica en directo de las salas. ¡°Los festivales ayudan tambi¨¦n a crear escena¡±, asegura el presidente de APM. ¡°El festival no es solo m¨²sica, es tambi¨¦n vivir una experiencia¡±, a?ade. Una experiencia que en Espa?a gusta y funciona, tanto que esta semana muchos desear¨ªan tener el don de la ubicuidad y, bueno, c¨®mo no, unos buenos ahorros.