Los cuadros de Rugendes reimaginados por Carlos Franz
El escritor chileno recrea la vida del pintor en su libro ganador de la Bienal de Novela Vargas Llosa
El pintor alem¨¢n Johan Moritz Rugendas pas¨® cerca de 20 a?os en distintas expediciones y viajes por Sudam¨¦rica, donde era conocido como Mauricio, y all¨ª elabor¨® un singular retrato de esos pa¨ªses que en el siglo XIX estranaban su independencia. El escritor chileno Carlos Franz ha pasado casi el mismo tiempo tomando notas para la novela Si te vieras con mis ojos (Alfaguara), que toma a Rugendas como eje para hablar de un amor apasionado y reflexionar sobre el complicado reflejo del arte. De hecho en esta obra, ganadora del premio Bienal de Novela Vargas Llosa, es la voz imaginada de la chilena Carmen Lisperger ¡ªesposa de un militar h¨¦roe de la independencia¡ª quien interpela al pintor con quien mantuvo un idilio en la vida real, seg¨²n atestiguan las cartas conservadas.
Franz habla del ¡°espinudo¡± trabajo de enmascaramiento que ha acometido con este libro para tratar el asunto del amor. Entre Rugendas y la narradora no solo est¨¢ su esposo, sino tambi¨¦n Charles Darwin, el cient¨ªfico que tambi¨¦n visit¨® Valpara¨ªso en aquellos a?os y sobre cuyo cruce de caminos con la pareja Franz fabula. ¡°El gran desaf¨ªo ha sido Carmen, que no s¨®lo es la protagonista sino tambi¨¦n la autora, y va probando distintas estrategias narrativas¡±, explicaba Franz en un hotel pr¨®ximo al Museo del Prado. La correspondencia hallada en los a?os 50 entre esta mujer y Rugendas la convirti¨® en una la gran escritora chilena del XIX, una ¡°Madame Bovary del fin del mundo¡±, como la define Franz. ?l sin embargo ha optado por no incluir directamente ninguna de esas misivas: ¡°La ficci¨®n no est¨¢ al servicio de la Historia. No me interesaba que el libro fuese ver¨ªdico sino veros¨ªmil¡±.
En Baviera, en San Petesburgo, en Par¨ªs y en Chile el escritor ha contemplado algunos de los cientos de cuadros y bocetos que Rugendas traz¨®, y que califica como ¡°documentos extraordinarios sobre el nacimiento de nuestros pa¨ªses¡±. En su novela incluye una constante reflexi¨®n sobre el arte y la representaci¨®na trav¨¦s de las airadas palabras que Carmen dirige al pintor, y el recuerdo que revive de su romance. Todo encaja en un ¨²ltimo cuadro inventado por Franz, El idilio. ¡°Es un juego ¨®ptico y narrativo, esa imagen se proyecta hacia adelante y hacia atr¨¢s, como la propia historia de amor¡±. Un amor que aspira a ser eterno y es francamente carnal en este libro: ¡°Me aburre la literatura puramente er¨®tica, en la novela es un aspecto m¨¢s, pero implica un riesgo porque si no quieres ser hip¨®crita tratas de que produzca una excitaci¨®n no solo sensual sino sensible. Este es un gran desaf¨ªo para la literatura desde Las mil y una noches¡±. ?l asegura que trata de resolverlo introduciendo la cuesti¨®n en la propia trama de la novela, y as¨ª el pintor se pregunta "c¨®mo ser literal y literario a la vez".
Santiago cero en 1988 supuso el debut de Franz como novelista. Dice que el tiempo que ha transcurrido entre cada uno de la media docena de libros que lleva publicados le ayuda a no arrepentirse de ninguno. "Var¨ªo mucho mi estilo para cada tema que abordo. No soy de esos autores que tienen una voz de la que no se separan, me gusta explorar y emprender esos viajes que te llevan a lo desconocido". Con Si te vieras con mis ojos Franz ha tratado de unir al pintor rom¨¢ntico, "el ¨²ltimo de su especie", con el cient¨ªfico Darwin, "el primero de su estirpe". En medio queda Carmen la seductora. "Es horrible saber que los genes nos manipulan. Vivimos la herencia rom¨¢ntica para hacer la vida m¨¢s soportable". ?
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