¡°Estoy volviendo a partes de mi vida que se han ido y que no van a regresar¡±
Aguilar Cam¨ªn publica 'Toda la vida' (Random House), una historia que a lo largo de 125 p¨¢ginas hace girar a M¨¦xico y al lector desde el misterio hasta la melancol¨ªa
El d¨ªa se ha apagado en la Ciudad de M¨¦xico. Bajo un cielo repentinamente oscuro, H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn, calcetines naranjas, chaleco rojo, recorre los jardines de su casa y ense?a sus maravillas. En un patio repleto de helechos se alza una inmensa araucaria, en otro un sauce llor¨®n y, en una esquina, junto al estudio, una secuoya que seguir¨¢ creciendo cuando este mundo no est¨¦ y que al autor mexicano le gustar¨ªa podar un poco por la base. ¡°Escribir es reescribir y reescribir es podar¡±, bromea.
A sus 69 a?os, Aguilar Cam¨ªn es el creador de una literatura que ya se sabe que enraizar¨¢ en el tiempo. Su ¨²ltima aportaci¨®n es Toda la vida (Random House), una depurada historia que a lo largo de 125 p¨¢ginas hace girar a M¨¦xico y al lector desde el misterio hasta la melancol¨ªa. Una novela de amor extremo, crimen e impunidad que una vez le¨ªda no deja de crecer.
Pregunta. En el libro hay un asesinato y un personaje que lo investiga a lo largo de los a?os. ?Es novela negra?
Respuesta. Es una novela de amor fatal que tiene en el centro el enigma de un asesinato. La historia est¨¢ lejos de ser inocente. El narrador es novelista y, por tanto, va de frente y al sesgo. El tipo se pasa la mitad de la vida huyendo de la mujer que quiere y la otra mitad busc¨¢ndola y encontr¨¢ndola. Lo que los une y separa es la escena extrema en donde ella le hace saber que es capaz de mandar matar a alguien y que lo ha hecho. La novela es la doble averiguaci¨®n de qu¨¦ pas¨® realmente con el asesinato y d¨®nde est¨¢ la mujer.
P. Hay un juego de versiones que recuerda la verdad a la mexicana. Un baile donde no se sabe qui¨¦n dice la verdad y qu¨¦ es verdad de lo que se dice.
P. Eso es muy exacto. Desde el primer libro que escrib¨ª tom¨¦ esa opci¨®n: un relato de apariencia realista que al final no es m¨¢s que la suma de versiones. Salvo ciertos hechos duros, nunca tienes la certidumbre de qu¨¦ pas¨® con este asesinato, con estas vidas; procedes por aproximaciones. La verdad, al final, no puedes asirla. Como tantas veces pasa en la vida p¨²blica de M¨¦xico.
P. Esa es la base de la impunidad.
R. La impunidad recorre la novela, toda ella est¨¢ construida en un territorio m¨¢s all¨¢ de la ley, de las reglas morales, del castigo. Es un mundo de c¨®mplices que han envejecido y cruzado la vida p¨²blica con impunidad.
P. ?Otro espejo de M¨¦xico?
R. El dilema de la novela es: ?se puede salir moralmente impune de un homicidio? ?Se puede vivir con la culpa de un crimen? Es una pregunta que se extiende a la sociedad mexicana. ?Se puede salir impune de este nivel de violencia y barbarie? La novela no pretende responder a esto, pero s¨ª mostrar el da?o profundo que estos personajes han infligido a sus vidas por haberse situado en una regi¨®n de excepci¨®n donde viven con ese secreto a cuestas. Un secreto que incendia, marca y da?a. Es una historia de amor en los extremos.
P. El libro genera cierta melancol¨ªa. ?Responde a un estado de ¨¢nimo del autor?
R. Estoy volviendo a partes de mi vida que se han ido y que no van a regresar. Est¨¢n puestas ah¨ª como piedras de una civilizaci¨®n desaparecida, escenas de una vida vivida que no volver¨¢. Pero la novela tambi¨¦n est¨¢ llena de vitalidad. Hay una decisi¨®n del narrador de asumir los riesgos, de vencer los miedos que ha tenido por esta mujer y de tirarse al r¨ªo a ver qu¨¦ sucede. Y sucede lo que sabe que le va a suceder.
P. Sus personajes femeninos son muy poderosos, incluso fatales.
R. En una sociedad donde tienen tantas limitaciones y castigos he creado en mis novelas mujeres que gozan de una gran autonom¨ªa y fuerza, aunque a menudo pagan el precio de su libertad, porque una vida tan libre y transgresora como la de la Liliana Montoya tiene un coste.
P. Liliana Montoya es adem¨¢s explosivamente er¨®tica. ?T¨¦cnicamente c¨®mo lo logr¨®?
R. El erotismo se ha de tocar con los personajes vestidos, todo lo dem¨¢s es de menor calidad. Es un asunto tan delicado y tan intenso, tan cercano al exceso y a la vulgaridad de la pornograf¨ªa que m¨¢s vale que todo sea vestido. Lo mismo ocurre con la literatura: los grandes momentos tienen que ver con lo que est¨¢ impl¨ªcito y no con la superficie expl¨ªcita del texto.
P. Por el libro desfilan ¨¦pocas pasadas. La noche, la juventud, la universidad¡ ?Hasta qu¨¦ punto hay una revisi¨®n de su pasado?
R. Hay bastante, pero al mismo tiempo pongo todo ello al servicio de la experiencia de esos personajes; es un libro melanc¨®lico respecto a un M¨¦xico que ya se fue. Que s¨®lo queda en nuestra memoria, en pasajes de novelas. Es un mundo que ha desaparecido y que tuvo que ver con la plenitud de la vida.
P. ?A?ora el pasado?
R. Cada vez que pienso en el pasado lo a?oro. Pero no tengo una actitud melanc¨®lica. La tengo como escritor porque as¨ª salen las cosas cuando escribo. Me parece que el efecto m¨¢s profundo de la literatura, o al menos de las novelas que han marcado mi vida, es esa sensaci¨®n de haber penetrado un mundo y salir de ¨¦l lleno de experiencia, de vidas imaginarias que producen melancol¨ªa. Wilde dec¨ªa que la cosa m¨¢s triste que le hab¨ªa sucedido era la muerte de Lucien de Rubempr¨¦. Yo voy buscando que me hagan sentir que he perdido un mundo que he podido compartir pero que nunca podr¨¢ ser plenamente m¨ªo. La genuina emoci¨®n que produce un gran libro es melanc¨®lica.
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