Una visi¨®n total del perturbador Francis Bacon
El cat¨¢logo razonado del pintor abarca por primera vez su obra completa
El arte singular, perturbador y brutal de Francis Bacon le convirti¨® en una de las figuras esenciales de la pintura del siglo XX, pero el legado que hoy se exhibe en los museos del mundo apenas alcanza un tercio de su producci¨®n. Una buena parte de su obra permanece escondida en colecciones privadas, a menudo, r¨¢canas a la hora de sacarlas a la luz. Frente a visiones parciales, la obra completa del artista anglo-irland¨¦s (1909-1992) va a aparecer por primera vez detallada hasta el ¨²ltimo cuadro en un cat¨¢logo razonado que sale ma?ana al mercado con la ambici¨®n de dar a conocer al Bacon total.
La edici¨®n limitada de Francis Bacon: Catalogue Raisonn¨¦, (publicada por los gestores de su patrimonio) persigue ilustrar, en palabras de su art¨ªfice, el historiador Martin Harrison, ¡°lo que el artista pintaba en lugar de lo que la gente imagina que pintaba¡± y que, a su entender, est¨¢ sujeto a prejuicios derivados de su vida privada. ¡°Esos turbios secretos dominan demasiado la idea que tenemos de Bacon¡±, sostiene este experto sobre sus relaciones tormentosas y sadomasoquistas con una colecci¨®n de amantes masculinos ¡°de la que no creo que haya que saber nada para entender sus cuadros¡±. Aquellos que solo ven su obra desde el prisma de la identidad sexual, pone como ejemplo, se sorprender¨¢n ante los 18 desnudos femeninos que integran el cat¨¢logo, frente a s¨®lo 11 cuadros de hombres copulando.
¡°Pintaba a mujeres y eso no se destaca. Sea o no significativo, se trata de un hecho¡±, subraya Harrison sin comprometerse, porque su objetivo ha sido trazar un recorrido cronol¨®gico por las 584 pinturas de Bacon que sobreviven para que otros abran ¡°nuevas v¨ªas de lectura y reinterpretaci¨®n¡±. El cat¨¢logo de 1.538 p¨¢ginas ¡ªcon un precio de 1.400 euros y desglosado en cinco vol¨²menes¡ª incluye un centenar de t¨ªtulos nunca publicados, aunque el historiador subraya que ¡°en realidad, m¨¢s de la mitad de sus cuadros es poco conocida. Se han dedicado muchas exposiciones a Bacon, pero las obras que se presentan suelen pertenecer casi siempre al mismo grupo¡±.
En manos privadas
Identificar cada una de las pinturas le ha supuesto un trabajo de 10 a?os, centrado en ese dif¨ªcil 63% en manos privadas (¡°a menudo tienen la paranoia de ser v¨ªctimas de un robo¡±) que acaparan la obra de Bacon desde que el despegue de su cotizaci¨®n a principios de la d¨¦cada de los sesenta la hizo inaccesible para los museos p¨²blicos. A Harrison s¨®lo se le resisti¨® una pieza, Head with Raised Arm (1955), aunque su imagen tomada de un antiguo cat¨¢logo editado en Tur¨ªn tambi¨¦n se reproduce en la compilaci¨®n.
Desde los inicios de Bacon con una acuarela de 1929 que refleja el impacto del primer encuentro con el trabajo de Picasso, descrito por ¨¦l mismo como una ¡°epifan¨ªa¡±, hasta la obra tard¨ªa en la que Harrison destaca sus paisajes ¡°frente a la idea de que dej¨® de ser interesante en los ochenta cuando estaba viejo, enfermo y falto de energ¨ªa¡±, el cat¨¢logo encarna una suerte de biograf¨ªa pict¨®rica. Ah¨ª est¨¢n sus constantes, esos seres deformes que nos muestran una visi¨®n atormentada y descompuesta del ser humano; los grandes tr¨ªpticos que en 1930 ya tanteaba con un ensayo pintado sobre una mampara de madera (por eso est¨¢ incluida en el cat¨¢logo, aunque sea una pieza de mobiliario); el estudio constante de la figura del cuerpo o esa obsesi¨®n por el Retrato de Inocencio X de Diego Vel¨¢zquez, tantas veces versionado. Bacon se retrata a s¨ª mismo con pinceladas que le desgarran el rostro y convierte a su amante George Dyer en objeto de una decena de desasosegados cuadros durante sus ocho a?os de relaci¨®n que, a juicio de Harrison, ha sido magnificada. Pinta a amigos y personajes de su c¨ªrculo y, en una rareza, tambi¨¦n a Mick Jagger en un poco conocido tr¨ªptico inspirado en una colecci¨®n de fotos que guardaba del rockero.
El cat¨¢logo que ahora reemplaza al de John Rothenstein y Ronald Alley (1964), donde solo se abarcaba el 37% de su obra, ¡°es s¨®lo el principio¡± para encarar sin ideas preconcebidas al artista en su totalidad.
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