Un ¡®Guernica¡¯ para Bagdad
El artista iraqu¨ª Hanoos Hanoos sue?a con poder exponer su obra en su pa¨ªs
El estudio-vivienda de Hanoos Hanoos (Kufa, Irak, 1958) est¨¢ repleto de pinturas. Embaladas, a medio empaquetar o en plena producci¨®n, ocupan su vivienda madrile?a. En las que est¨¢n descubiertas, se ven figuras agrupadas, enmarcadas en formas geom¨¦tricas con predominio de rojos, azules y amarillos. La mayor parte pertenece a series que nunca da por terminadas, como Hilos de luz. Otras forman parte de Bagdad, una composici¨®n de 60 cuadros que juntos forman lo que muchos expertos consideran un grito contra la guerra de Irak, una versi¨®n oriental del Guernica de Picasso y que el artista sue?a con poder exponer en su pa¨ªs.
Hanoos Hanoos vive en Madrid desde 1981. Sadam Husein hab¨ªa tomado el poder dos a?os antes y Hanoos aprovech¨® la primera oportunidad para escapar. ¡°La noche que traspas¨¦ la frontera fue la m¨¢s feliz de mi vida¡±, recuerda. Hijo de una familia de clase media que le permiti¨® estudiar Bellas Artes en Bagdad, cuenta que su nombre es Mohammed Hanoos, pero en Espa?a decidi¨® registrarse como Mart¨ªn. Finalmente, opt¨® por quedarse con el apellido y repetirlo, una palabra que significa cabeza de serpiente. Antes de marcharse de Irak particip¨® en varias muestras colectivas. ¡°No parec¨ªa o no ¨¦ramos conscientes de que Sadam Husein iba a atacar de aquella manera a la oposici¨®n, a sus propios compatriotas. Se volvi¨® una bestia¡±.
Musulm¨¢n convencido, los recuerdos que tiene de su llegada a Espa?a son inmejorables. ¡°Eran los comienzos de los a?os ochenta, Madrid estaba en plena movida y todo lo de fuera era bienvenido. En la universidad me convalidaron Bellas Artes y me puse a pintar y a dar clases¡±.
A lo largo de los a?os que lleva con pasaporte espa?ol ha notado alg¨²n rechazo, sobre todo en los ¨²ltimos tiempos, aunque no le da importancia. ¡°Entiendo que es un problema de preparaci¨®n cultural. Cuando oigo alg¨²n comentario, mi cabeza lo rechaza. Es como si no lo oyera porque lo importante es la actitud general, y de esa no tengo ninguna queja¡±.
La ¨²nica bandera pol¨ªtica que enarbola Hanoos es la de la paz. ¡°Soy un pacifista cuya ¨²nica patria es el arte. As¨ª fue antes de venir y as¨ª sigue siendo. Lo que me rompe por dentro es la crueldad y la violencia. Tiemblo cuando me llegan noticias de mis seres queridos y cuando veo las im¨¢genes de tanta guerra sin sentido¡±.
En una de estas im¨¢genes de violencia est¨¢ el origen de su serie Bagdad. En una fotograf¨ªa de prensa tomada durante la invasi¨®n de EE UU, al primer golpe de vista, crey¨® ver el rostro de su madre entre los muertos. ¡°No era ella, pero el terror estaba ah¨ª y sent¨ª la obligaci¨®n de hacer la serie, de hacer algo aunque estuviera fuera¡±. Realiz¨® 60 pinturas, 80 bocetos y 1 v¨ªdeo. Los dos ejes principales de la composici¨®n son el cuadrado (alusi¨®n a la mezquita) y la ornamentaci¨®n, donde el dibujo es caligraf¨ªa. Aunque sean figuras, cada una de ellas es una letra. El fuerte colorido siempre atravesado por negro contiene manchas que podr¨ªan ser figuras, aunque no se perciben n¨ªtidas, como s¨ª se puede ver en otros trabajos, donde reproduce desnudos.
Su tesis doctoral trat¨® precisamente de demostrar que el islam no proh¨ªbe la representaci¨®n humana. Explica que bas¨® su investigaci¨®n en la obra del pintor iraqu¨ª del siglo XIII Al Wasiti. El libro se public¨® en 2002, cuando la tensi¨®n contra quienes se atrev¨ªan a hacer cualquier referencia f¨ªsica a Mahoma inici¨® una escalada imparable. ¡°El Cor¨¢n proh¨ªbe la reproducci¨®n directa de una persona, no la interpretaci¨®n que de ellas puedas hacer t¨². Y siempre, en el arte, toda figura est¨¢ reinterpretada por los ojos del artista¡±.
Su obra Bagdad ha sido ya expuesta en la Casa ?rabe, en Madrid, y en otros espacios muse¨ªsticos, pero su ilusi¨®n es que se vea en el lugar que ha inspirado la pieza, porque significar¨¢ que hay alguna esperanza de normalidad. ¡°Cuando cay¨® Sadam, tuvimos esperanzas. Pero EE UU no supo salir del pa¨ªs. Lo dej¨® en el caos. Saben invadir, pero no retirarse¡±.
Babelia
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