¡®7 de julio¡¯, una gu¨ªa emocional del encierro

"Hoy es el d¨ªa en que menos miedo vas a tener, porque a¨²n no sabes c¨®mo es". Estas fueron las palabras que el ya desaparecido periodista Paco Apaolaza dijo a su hijo el 7 de julio del a?o en el que acababa de cumplir 15 y se estrenaba como corredor del encierro de Pamplona.

Ahora, pasado el tiempo, Chapu Apaolaza (San Sebasti¨¢n, 1977), tambi¨¦n obrero del periodismo, ha plasmado en un texto editado por Libros de K.O. su experiencia sanferminera, se ha olvidado de las fotos y se ha adentrado en el alma de quienes cruzan el vallado y se enfrentan a la incertidumbre de la fuerza tot¨¦mica de seis toros.

Basado en su propia biograf¨ªa como corredor ("he sido muy mediocre", asegura), y en la de otros muchos que est¨¢n en la historia de la fiesta, Apaoalaza escribe una cr¨®nica emocional en la que recuerda a los 16 mozos que no salieron del vallado y forman parte del balance tr¨¢gico sanferminero.

"Ver a un hombre delante de un toro puede ser un asunto de adrenalina, arrebato o locura", afirma Apaolaza, "pero a todos los que corren los cambia por dentro porque los ense?a a lidiar con el miedo, con sus fantasmas, con la fragilidad de la vida¡­; yo creo que salimos muy vivos del encierro".

"?Merece la pena ponerse delante de un toro?", se pregunta el autor. Y ¨¦l mismo se responde: "No s¨¦; habr¨ªa que preguntarle a los que murieron en ¨¦l".

7 de julio no es un manual sobre el espect¨¢culo central de San Ferm¨ªn; ofrece, eso s¨ª, unas nociones m¨ªnimas para correr, que el autor compendia en un Kit de supervivencia para novatos, pero su objetivo fundamental es convertirse en una herramienta "para que el corredor sepa que se est¨¢ enfrentando a algo muy grande".

Dedica las p¨¢ginas a su padre, "por el gran regalo que me hizo", y de su mano revive su primer encierro en la Cuesta de Santo Domingo, ("no hay cuesta abajo en el mundo que se haga m¨¢s cuesta arriba, y all¨ª las carreras son explosivas, breves e intensas"), y coloca en el recorrido a corredores emblem¨¢ticos que han dejado huella en su paso por San Ferm¨ªn.

Asegura que el miedo al encierro aparece seis meses antes, y que "cuanto m¨¢s corres, m¨¢s miedo tienes; se acumula en las venas como un metal pesado y contamina el cerebro con im¨¢genes de pitones que hilvanan femorales, tipos inconscientes y pezu?as que pisan las nucas".

El terror, la jindama, el susto¡­ es el hilo conductor de las p¨¢ginas. "El d¨ªa 7 de julio es el d¨ªa mundial del miedo", asegura Apaolaza. Y a?ade: "La calle Estafeta es el Gran Ca?¨®n del Colorado del miedo". Y cuenta lo que le ocurri¨® aquella ma?ana que, metros despu¨¦s de la curva de Mercaderes, cay¨® de espaldas en la calle, y la chica que corr¨ªa en la cara de la manada cay¨® despu¨¦s sobre ¨¦l. "Rodamos entre pies y pezu?as", recuerda, "ella se sent¨® en un portal, me toc¨® el hombro y me pregunt¨®: Perdona, me puedes mirar si tengo los dientes". A los dos les temblaban las manos, y la cara de la corredora estaba manchada de sangre a causa de un labio herido, pero los dientes los ten¨ªa en su sitio.

Hasta 1974, las mujeres no pod¨ªan correr en el encierro, y aunque a¨²n no son multitud, cinco de ellas figuran en el hist¨®rico parte de heridos y las cinco son extranjeras.

Apaolaza resucita el protagonismo del escritor Hemingway, responsable de la legi¨®n extranjera que cada mes de julio arrasa Pamplona, y rescata a protagonistas hist¨®ricos del encierro: Fernando Arduras, el neoyorkino Robin O¡¯Connor, los periodistas Gabriel Asenjo y Javier Solano, Sergio Colas, corredor sordomudo, al concejal socialista Javier Pascal, que dej¨® tirado al escritor Arthur Miller para correr el encierro, al irland¨¦s californiano Matt Carney, Juan Pedro Lecuona, doblador por la ma?ana y mulillero por la tarde, Dami¨¢n S¨¢nchez, el alcalde de sol, Julen Madina, Miguel ?ngel Eguiluz,¡­

Y dedica, finalmente, uno de los siete cap¨ªtulos del libro a los 16 que una ma?ana se quedaron entre las astas de los toros: Casimiro Heredia, Juan Zabalza, Matthew Peter Tasio, Ferm¨ªn Etxeberr¨ªa¡­ y as¨ª hasta Daniel Gimeno, que muri¨® en 2009.

"Han pasado los toros", termina el periodista, "piensa en lo libre que has sido y en c¨®mo la vida te hormiguea en los brazos. Nunca olvidar¨¢s ese momento. Disfruta, s¨¦ humilde y reconoce la inmensa y sencilla suerte de existir. Dame tu palabra de que no dejar¨¢s pasar la vida en vano. Viva San Ferm¨ªn".