¡°Soy ese ni?o que bailaba en el patio de su casa en Guadalajara y que lleg¨® a la ?pera de Par¨ªs¡±

Isaac Hern¨¢ndez (Guadalajara, 1990) daba sus primeras piruetas de ballet en el patio de su casa despu¨¦s de que su madre quitase del tendedero la ropa reci¨¦n lavada de ¨¦l y sus diez hermanos. Ten¨ªa ocho a?os y viv¨ªa en la colonia Seattle del norte de la ciudad de Guadalajara. Su padre, el bailar¨ªn H¨¦ctor Hern¨¢ndez, se empe?aba en que aprendiera la mejor t¨¦cnica de ballet y en que creyera que pod¨ªa vivir de este arte si se lo propon¨ªa. ¡°Tuve la fortuna de tener la formaci¨®n t¨¦cnica en mi casa y ten¨ªa acceso a ella todos los d¨ªas, era de muy buen nivel¡±, recuerda Hern¨¢ndez en entrevista con EL PA?S, ahora a los 26 a?os y tras presentarse como primer bailar¨ªn del English National Ballet en la ?pera de Par¨ªs.

El camino de los suburbios mexicanos a las grandes compa?¨ªas europeas de ballet estuvo lleno de sacrificios personales para Hern¨¢ndez. Desde su ni?ez se vio en el dif¨ªcil camino de las ayudas gubernamentales para estudiar en el extranjero, pero nunca mir¨® hacia atr¨¢s. En junio, debut¨® en la ?pera de Par¨ªs al lado de la espa?ola Tamara Rojo y la compa?¨ªa que lo ha acogido desde 2015. Bail¨® sobre las mismas tablas que las de su ¨ªdolo Rudolf Nur¨¦yev y se consagr¨® como el primer mexicano en conseguirlo. ¡°Sin haber ido a una escuela formal y sin haber tenido esa tradici¨®n de educaci¨®n que se requiere para llegar a ser primer bailar¨ªn, llegu¨¦ con much¨ªsimo orgullo porque s¨¦ que llegu¨¦ all¨ª gracias al trabajo que mi pap¨¢ puso y gracias a esas personas que creyeron que ese ni?o de ocho a?os pod¨ªa ser un bailar¨ªn profesional¡±, relata emocionado y contin¨²a, "soy ese ni?o que bailaba en el patio de su casa en Guadalajara y que lleg¨® a la ?pera de Par¨ªs".

Hern¨¢ndez ha sido miembro de compa?¨ªas como el American Ballet Theater, el San Francisco Ballet y el Dutch National Ballet. El a?o pasado se uni¨® al ballet ingl¨¦s que se caracteriza por tener un elenco internacional y una buena cuota de bailarines latinoamericanos. El escenario lo comparte con los cubanos Yonah Acosta y Alejandro Virelles, as¨ª como con el brasile?o Junor Souza y el tambi¨¦n mexicano C¨¦sar Corrales.

Llegu¨¦ al English National Ballet gracias al trabajo que mi pap¨¢ puso y gracias a esas personas que creyeron que ese ni?o de ocho a?os pod¨ªa ser un bailar¨ªn profesional

A Hern¨¢ndez le resulta natural hablar del ¡®Brexit¡¯, ante la diversidad cultural de su entorno en Londres. Le preocupa que la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea pueda afectar la permanencia de los bailarines en la compa?¨ªas y sus giras por toda Europa. ¡°Las artes en Reino Unido son consideradas como una profesi¨®n que tiene escasos ejecutantes y dan visas para gente muy especializada que puede ir a trabajar en este sector. En la compa?¨ªa en la que trabajo hay muchos bailarines europeos y se ve afectada de una manera irremediable porque es una compa?¨ªa que est¨¢ limitada a pedir pocas visas¡±, comenta. De momento su presencia en los escenarios ingleses, donde se ha hecho popular por su intervenci¨®n en El lago de los Cisnes, no est¨¢ amenazada.

En cada gran teatro y compa?¨ªa a la que llega, Isaac Hern¨¢ndez no olvida sus primeros pasos de ballet en M¨¦xico y promueve entre sus compa?eros el entusiasmo por llevar esta danza a lugares inimaginables. El pr¨®ximo 30 de julio, el bailar¨ªn mexicano ser¨¢ el anfitri¨®n de artistas de San Francisco, Bucarest, Londres, Washington, Atlanta y ?msterdam ?en la ciudad de Guadalajara (la tercera m¨¢s grande de M¨¦xico) donde presentar¨¢n Despertares, un montaje con algunas piezas de las compa?¨ªas de ballet m¨¢s importantes del mundo. ¡°Es mi responsabilidad ofrecer este tipo de espect¨¢culos a la gente que me vio crecer a lo largo de mi carrera¡±, asegura. A unos metros del sencillo patio en el que comenz¨® su carrera, Hern¨¢ndez cumplir¨¢ otro de sus sue?os: bailar como un profesional en casa. ¡°No hay las suficientes oportunidades, pero yo puedo ser testigo con mi vida de que las oportunidades son de quien las busca¡±, apunta.