Grietas en la memoria del Holocausto
M¨¢s de dos tercios de las estelas del monumento presentan fisuras de diversos tama?os
El Memorial del Holocausto, el m¨¢s famoso de todos los monumentos que se levantan en el coraz¨®n de Berl¨ªn para recordar el sufrimiento de las v¨ªctimas de la dictadura nazi, est¨¢ formado por 2.771 estelas de hormig¨®n que miden entre 0,50 cent¨ªmetros y 4,5 metros de altura. Sus bases est¨¢n enterradas en un ¨¢rea del tama?o de dos canchas de f?tbol y ofrecen al visitante una sensaci¨®n de recogimiento y desorientaci¨®n.
Pero el grandioso monumento, que recuerda el asesinato de 6 millones de jud¨ªos y que fue inaugurado en mayo de 2005, tiene un problema que hasta la fecha nadie sabe c¨®mo resolver. M¨¢s de dos tercios de las estelas presentan grietas de diversos tama?os, a trav¨¦s de las cuales fluye un l¨ªquido blanco, que amenazan con convertir el memorial en un campo de ruinas.
Por culpa de un error de c¨¢lculo, el material utilizado para construir las estelas permiti¨® que la lluvia se filtrara en los bloques de hormig¨®n. El intenso fr¨ªo del invierno convirti¨® el agua en hielo que actu¨® como una poderosa dinamita interior. Desde que aparecieron las grietas la prensa no ha dejado de formularse interrogantes sobre la par¨¢lisis de las autoridades, que todav¨ªa no han logrado tomar una iniciativa para impedir que las estelas sucumban al rigor del invierno berlin¨¦s.
¡°Todo el monumento parece estar sufriendo¡±, se?al¨® el peri¨®dico S¨¹ddeutsche Zeitung al insinuar que el l¨ªquido blanco que fluye de las grietas eran ¡°l¨¢grimas simb¨®licas¡±, pero tambi¨¦n para criticar con iron¨ªa la par¨¢lisis oficial. Las primeras grietas aparecieron a fines de 2005 y once a?os despu¨¦s el memorial presenta la imagen de un campo herido casi de muerte.
Hace unas semanas un peque?o rayo de luz de esperanza cay¨® sobre el memorial cuando un grupo de expertos aisl¨® 15 estelas para someterlas a un riguroso examen m¨¦dico destinado a buscar las causas definitivas de las grietas y tambi¨¦n a experimentar nuevos m¨¦todos para poder cerrar las heridas que ha causado la naturaleza.
Los expertos instalaron sensores para medir los cambios de temperatura en el interior de las estelas en diferentes ¨¦pocas del a?o y as¨ª poder dise?ar una soluci¨®n definitiva para evitar nuevas grietas en el futuro. En forma paralela, los expertos inyectaron una pasta de color amarillo en las grietas de las 15 estelas para intentar cerrar las heridas. Nadie sabe si la pasta qu¨ªmica dar¨¢ resultado.
Los trabajos que se realizaron en el mes de mayo hizo creer a la prensa local que las autoridades hab¨ªan decidido acabar con la indiferencia y que estaban decididas a someter el monumento a una renovaci¨®n completa, pero la fundaci¨®n, algo m¨¢s realista, confes¨® a EL PA?S que la incertidumbre a¨²n perdura sobre el futuro del memorial.
¡°Los trabajos de inspecci¨®n duraron cinco semanas, pero ahora no sabemos que pasar¨¢¡±, admiti¨® una portavoz de la Fundaci¨®n que administra el monumento. ¡°Aun hay un juicio pendiente que debe determinar qui¨¦n es el responsable de los da?os¡±.
El juicio se inici¨® en 2010 y nadie sabe cuanto tiempo m¨¢s puede durar. Y mientras no haya una sentencia, nadie desea asumir las responsabilidades para iniciar los trabajos y tampoco existen los fondos necesarios para financiar el trabajo de reparaci¨®n de las estelas.
Las grietas no representan a¨²n un peligro para los cientos de miles de visitantes que acuden al memorial y deambulan por los estrechos pasillos ondulantes que separan las estelas, pero ya han ensombrecido la solemnidad de un monumento que nunca ha estado libre de la pol¨¦mica. La idea de rendir homenaje a las v¨ªctimas del Holocausto naci¨® en 1988, pero los planes fueron pospuestos a causa de las barreras burocr¨¢ticas, desacuerdos sobre el dise?o y a una furiosa oposici¨®n de muchos alemanes y tambi¨¦n representantes de la comunidad jud¨ªa que denunciaron que el memorial pon¨ªa ¨¦nfasis en el sufrimiento de los jud¨ªos y corr¨ªa el peligro de simplificar el recuerdo.
Helmut Kohl tem¨ªa, por su parte, que el memorial era demasiado grande y que el monumento podr¨ªa convertir al pa¨ªs en cautivo de su propia historia. El ¨²ltimo error oficial fue no hacerle caso a Peter Eisenmann, el arquitecto que dise?¨® el Memorial y que propuso utilizar piedras naturales y no hormig¨®n para construir las estelas. ¡°El hormig¨®n se rompe¡±, advirti¨®; sin embargo, el elevado coste de los materiales nobles pudo m¨¢s que su advertencia.
El fantasma de la ideolog¨ªa tambi¨¦n jug¨® un rol crucial a la hora de decidir los materiales. La arquitectura nazi hab¨ªa utilizado la piedra para levantar edificios y monumentos, una realidad que convenci¨® a las autoridades a decidirse por el hormig¨®n.
Babelia
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