Viaje a las profundidades del Mediterr¨¢neo
Un concierto en la sede de la ONU en Ginebra re¨²ne a artistas de 12 pa¨ªses para promover el entendimiento entre culturas
El viaje musical se inicia al cerrar los ojos. Se siente entonces c¨®mo las olas culminan en la arena con cada vibraci¨®n del platillo. La mano del percusionista Renzo Spiteri, que agita una cortina de campanas tubulares, hace chispear los rayos de sol en la superficie de un mar en calma. Pero ah¨ª arriba el oyente no dura mucho. El latir de un caj¨®n le hunde de pronto hasta las profundidades. All¨ª se dirig¨ªa ayer la Real Orquesta Sinf¨®nica de Marruecos, tripulada por el director y compositor Toni Cuenca, en el primer Concierto del Mediterr¨¢neo organizado por la fundaci¨®n Onuart y producido por Mediapro. Ya en el fondo marino, los violines toman el control a velocidad de crucero para recorrer, surcando partituras, los pa¨ªses ba?ados por estas aguas.
No conviene mantener los ojos cerrados demasiado tiempo porque varios metros m¨¢s arriba se despliega la inmensa c¨²pula que el artista Miquel Barcel¨® cre¨® para la Sala de los Derechos Humanos de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra. Un espacio en el que la m¨²sica se convirti¨® durante dos horas en palabra para canalizar el di¨¢logo entre los pa¨ªses mediterr¨¢neos. ¡°Nos falta comunicaci¨®n. Parece que solo vamos como turistas, a comprar alfombras. Sin embargo estas regiones forman parte de un mismo ¨¢rbol y como tal tenemos un discurso cultural muy importante que compartir¡±, explic¨® Mar¨ªa del Mar Bonet.
La cantautora mallorquina fue la primera en salir a escena. Tras ella, 14 artistas de 12 pa¨ªses mediterr¨¢neos como Palestina, Italia, T¨²nez, Egipto, Francia, L¨ªbano o Jordania. Con ausencias como Israel, que el presidente de Onuart, Miguel ?ngel Moratinos, neg¨® que se debiera a motivos pol¨ªticos. ¡°Son 24 los pa¨ªses mediterr¨¢neos y obviamente era imposible hacer un concierto con todos ellos. Contactamos con todas las embajadas, algunos estados no pod¨ªan, otros simplemente no estaban interesados, de manera que la selecci¨®n vino de forma natural, sin conflictos. En el caso de Israel, tuvimos una respuesta positiva de su embajada pero al caer el concierto en s¨¢bado, d¨ªa del shabat, no pudieron unirse¡±, asegur¨®.
Bonet no fue la ¨²nica artista espa?ola presente en el Concierto del Mediterr¨¢neo. Tambi¨¦n pis¨® el escenario Silvia P¨¦rez Cruz, que cant¨® con una poderosa fuerza, marcando el ritmo con su mano izquierda y dejando ver al p¨²blico, en arranques de ardor, el reverso de su vestido verde agua m¨¢s que su anverso.
La crisis migratoria, el tel¨®n de fondo
La crisis migratoria de estas aguas, donde han muerto m¨¢s de 20.000 personas en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, surc¨® tambi¨¦n cada nota del concierto. ¡°Este mar, antes lleno de vida, es ahora un cementerio donde se amontonan los cuerpos y sue?os rotos de los refugiados que huyen¡±, apunt¨® en el discurso previo la princesa marroqu¨ª Lalla Hasna. ¡°No debemos ignorar que el mar Mediterr¨¢neo est¨¢ ahora mismo atravesado por peligrosas l¨ªneas de fractura. La paz frustrada en Oriente Medio, el recrudecimiento de la violencia, el drama de las migraciones y la gesti¨®n de los recursos comunes¡±, matiz¨®.
La energ¨ªa del violinista liban¨¦s Ara Malikian electrific¨® el escenario en sus dos ¨²nicas apariciones. Y en ambas consigui¨® levantar de sus butacas al p¨²blico. Toc¨® Bourj Hammoud, una canci¨®n que compuso pensando en el barrio de Beirut donde creci¨® y que por lo que cuenta el virtuoso, recuerda a ese Mediterr¨¢neo multicultural. ¡°Es un barrio muy sencillo. Pero lo bonito de este lugar es que vive gente de muchas religiones razas y pensamientos. Ca¨®tico, pero donde se disfrutaba de la diferencia de la gente¡±.
Las dos horas de m¨²sica concluyeron con un himno entonado por todos los cantantes y compuesto por Toni Cuenca. ¡°Podemos desentendernos con la palabra pero no con la m¨²sica. Obviamente es imposible que una canci¨®n pueda parar una guerra pero a trav¨¦s del arte podemos sensibilizar a aquellos que la hacen. Acercar los pueblos y su gente a trav¨¦s de la cultura es el mejor camino¡±, sentenci¨® Malikian. La sala de Miquel Barcel¨® acogi¨® un concierto que aspira a celebrar anualmente nuevas ediciones, bien en Ginebra, bien en otros lugares emblem¨¢ticos del Mediterr¨¢neo.
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