Muere el cantaor Juan Pe?a ¡®El Lebrijano¡¯
Gozaba de un espacio grande, indiscutible y bien ganado en la historia del flamenco
Juan Pe?a, El Lebrijano, ha muerto en su domicilio de Sevilla a los 75 a?os. Horas antes, se ech¨® unos cantes con su hermano, Pedro. Nadie lo pod¨ªa presagiar. Gozaba y gozar¨¢ de un espacio indiscutible y bien ganado en la historia del flamenco. El cantaor ha dejado aportaciones fundamentales en el desarrollo de un arte que hab¨ªa heredado de manera natural como integrante de una excelsa familia gitana.
Juan Pe?a Fern¨¢ndez hab¨ªa nacido en Lebrija en 1941 en una dinast¨ªa heredera de la mejor tradici¨®n gitana. Hijo de Bernardo, tratante de ganado y empresario, y de Mar¨ªa, La Perrata, tambi¨¦n cantaora, de la familia de los Perrate de Utrera, Juan fue la figura que m¨¢s destac¨® profesionalmente dentro de una saga de artistas en el que destaca su hermano Pedro, guitarrista y cantaor, y sus sobrinos, David Dorantes, pianista, y Pedro Mar¨ªa, guitarrista.
Juan absorbe la cultura del cante y del toque en un entorno familiar donde estas artes eran parte de una forma de vida, un modo festivo de vivir en el que la fidelidad, el respeto y el amor por las formas heredadas se inculcaban de manera natural, como bien dej¨® descrito su hermano Pedro en su libro Los gitanos flamencos (Almuzara, 2013). Pero Juan trasciende ese contexto pre?ado de artistas y recibe tambi¨¦n la herencia cantaora de figuras como La Ni?a de los Peines y Antonio Mairena para empezar a destacar desde finales de los a?os sesenta del pasado siglo. Era un tiempo de revalorizaci¨®n del arte flamenco y tambi¨¦n de los festivales veraniegos, en los que El Lebrijano se convertir¨¢ en figura principal.
Durante unos a?os no dejaba de escuchar este disco, era algo diferente. Nos ha deja El Lebrijano. Descansa en paz. pic.twitter.com/eR7mqR1wux
— El Monaguillo (@elmonaguillo) July 13, 2016
Heredero de la tradici¨®n, pero tambi¨¦n renovador, Juan respond¨ªa al perfil del artista precozmente dominador del canon que necesita buscarse en nuevas formas y formatos. Por eso, su carrera discogr¨¢fica, despu¨¦s de varias obras en las que atiene a la ortodoxia, se llen¨® de obras que han marcado hitos en la historia del flamenco. Es el caso de La palabra de Dios a un gitano (1972), grabado con el acompa?amiento de orquesta sinf¨®nica, y de creaciones tan personales y de car¨¢cter conceptual como Persecuci¨®n (1972), con textos del poeta F¨¦lix Grande y el maltrato al pueblo gitano como protagonista. Aqu¨ª, Juan incluso se atreve con un nuevo estilo, el de las galeras de Mi condena. Veinte a?os m¨¢s tarde, otra obra fundamental, Tierra, dedicada al V Centenario del descubrimiento de Am¨¦rica, con versos esta vez de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald. Una suerte de trilog¨ªa de escritores se cerrar¨ªa en 2008, momento en el que publica Cuando Lebrijano canta se moja el agua, sobre textos de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, que en una ocasi¨®n le hab¨ªa dedicado la frase que titula el disco. Una obra arriesgada, fiel a su condici¨®n art¨ªstica, que le produjeron sus dos sobrinos, David Dorantes y Pedro Mar¨ªa Pe?a.
Adem¨¢s de dejar una obra discogr¨¢fica que re¨²ne una treintena de grabaciones, El Lebrijano tuvo tiempo tambi¨¦n de presentar a su madre, La Perrata, en un hermoso disco en 1971, y de ser el primer cantaor que pis¨® el Teatro Real 10 a?os despu¨¦s. Entre sus discos destaca una serie de grabaciones fundamentales a mediados de los setenta con Manolo Sanl¨²car y su hermano Pedro Pe?a en las guitarras. Pero la inquietud de Juan Pe?a le llevar¨ªa a buscar nuevas zonas de riesgo y fue a encontrarlas en su asociaci¨®n con la m¨²sica andalus¨ª, que inaugur¨® con la obra Encuentros (1985), registrado con la Orquesta Andalus¨ª de T¨¢nger y el guitarrista Paco Cepero.
Fue una reuni¨®n que reeditar¨ªa en varias ocasiones m¨¢s. Entre ellas, Casablanca (1998) y Entre dos orillas (2014), grabado en directo en el Teatro Central de Sevilla y prueba de que su inquietud art¨ªstica se mantuvo siempre viva. Preparaba una antolog¨ªa con sus directos, una obra sobre el Holocausto¡
Trayectoria brillante
El espacio art¨ªstico que Juan Pe?a se gan¨® con su carrera fue siempre parejo al respeto y al cari?o personal del que gozaba. M¨¢s all¨¢ de los premios y distinciones (Medalla de Oro al Trabajo en 1997), el reconocimiento que le brind¨® la ¨²ltima Bienal de Flamenco de 2014 dedic¨¢ndole la gala de clausura puede que supusiera el mejor de los regalos. En esa noche, el cantaor recibi¨® el cari?o de la profesi¨®n y de los aficionados y cant¨® como figura principal de un espect¨¢culo basado en una condensada historia de su carrera art¨ªstica, tan brillante como fundamental para entender el flamenco del ¨²ltimo cuarto del siglo XX y parte de este.
Aquejado desde hace meses de un mal no diagnosticado, nada hac¨ªa sin embargo presagiar su muerte la madrugada de hoy. La tarde de ayer recibi¨® en su casa la visita de su hermano Pedro, con el que, como no pod¨ªa ser de otra forma, comparti¨® unos cantes, quiz¨¢s como parte esencial de esa forma de vivir antes mencionada. Su cuerpo ser¨¢ hoy trasladado al Teatro Juan Bernab¨¦ de Lebrija, donde recibir¨¢ el homenaje de su pueblo envuelto en las banderas gitana, andaluza y de Lebrija.
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