El golpe del 36: primeros instantes
Los fot¨®grafos Centelles, en Barcelona, y Albero y Segovia, en Madrid, captaron antes que nadie los inicios de la sublevaci¨®n franquista contra la Rep¨²blica hace 80 a?os


Cuando el 19 de julio de 1936 las tropas sublevadas quisieron conquistar Barcelona y Madrid, los n¨²cleos industriales y pol¨ªticos de la II Rep¨²blica, miles de milicianos se echaron a las calles con las armas en la mano para intentar vencer a los insurrectos. Fueron pocos los fot¨®grafos que ese d¨ªa captaron el golpe de Estado. Las im¨¢genes de Agust¨ª Centelles (1909-1985) son las ¨²nicas que, 80 a?os despu¨¦s, se conservan del 19 de julio en Barcelona, cuando la Guardia Civil, los guardias de asalto y los ciudadanos levantaron barricadas y montaron ca?ones para defender la democracia. En Madrid, la sociedad formada por F¨¦lix Albero (1894-1964) y Francisco Segovia (1901-1975) fue la que mejor document¨® el asalto al cuartel de la Monta?a, que hab¨ªa sido tomado por los golpistas, y que termin¨® con una victoria republicana de la que casi solo quedan estos documentos.
El trabajo de Centelles, que se guarda desde 2009 en el Centro Documental de la Memoria Hist¨®rica de Salamanca, es un relato preciso de lo que sucedi¨® el 19 de julio en la capital catalana: milicianos con fusiles apostados tras caballos muertos usados como barricada; los primeros heridos llevados en camillas al hospital Cl¨ªnic; personas celebrando en la calle de Valldonzella que el golpe ha fracasado; guardias civiles leales al Gobierno delante del hotel Col¨®n; y hombres y mujeres del sindicato anarquista CNT encaramados en una camioneta. "A nivel hist¨®rico, Centelles tiene un valor enorme. No solo por el 19 de julio, sino por todo lo que hace luego en el frente de Arag¨®n o en los juicios de guerra del vapor Uruguay", explica Mar¨ªa Jos¨¦ Turri¨®n, subdirectora del centro salmantino.
Mientras muchos fot¨®grafos se quedaron en casa por miedo o no ten¨ªan c¨¢maras lo suficientemente r¨¢pidas, Centelles ¡ªal que se ha comparado con Robert Capa¡ª sali¨® a la calle con su c¨¢mara de paso universal, que le permit¨ªa hacer varias im¨¢genes consecutivas y sacar hasta 30 en un mismo carrete. ¡°Era un periodista muy sui g¨¦neris. Siempre se intentaba desmarcar de lo establecido. Recuerdo que en muchos juicios se colaba y cuando disparaba la c¨¢mara y el obturador sonaba, tos¨ªa alto para disimular. Muchas veces sali¨® corriendo porque lo hab¨ªan descubierto", cuenta Turri¨®n.
Los d¨ªas posteriores a la sublevaci¨®n, Centelles, que tras la guerra se exili¨® a Francia ¡ªdonde sobrevivi¨® a dos campos de concentraci¨®n¡ª, sigui¨® fotografiando la contienda. Suya, por ejemplo, es la imagen de un cartel en una valla con la inscripci¨®n Aqu¨ª caigueien els primers defensors de la REPUBLICA. A las 5.10; la de varios milicianos, uno con una lata de sardinas en la mano izquierda y un jam¨®n en la derecha, avanzando con mirada feliz hacia la barricada de la calle Nueva de la Rambla; o el negativo de la puerta de una iglesia de Barcelona con carteles que rezan: Edificio propiedad del Estado y Edificio Incautat por la Generalitat per al Servici de les instituciones del poble. Las fotograf¨ªas de Centelles fueron publicadas en medios internacionales, y en Ahora y La Vanguardia.

Las de Albero y Segovia tambi¨¦n tuvieron difusi¨®n exterior y nacional. La portada, por ejemplo, del 25 de julio de 1936 de la revista Estampa ¡ªque se difundi¨® hasta 1938 como ¨®rgano del Frente Popular (la coalici¨®n de partidos de izquierda que hab¨ªa ganado las elecciones de febrero del 36)¡ª era una foto en la que aparec¨ªan varios hombres y una mujer sosteniendo armas. El semanario titulaba: ¡°Una madre entra, fusil en mano, a buscar a su hijo en el cuartel de la Monta?a¡±.
La respuesta masiva de las mujeres al golpe est¨¢ en las fotos de Albero y Segovia, que se guardan en el Archivo General de la Administraci¨®n. ¡°Destaca c¨®mo los reporteros de Madrid muestran a las mujeres ante la sublevaci¨®n. Salen miles de ellas a la calle y a combatir en el frente, y los fot¨®grafos lo ense?an¡±, dice Turri¨®n. Este rol femenino fue subrayado en los meses siguientes por la dirigente del Partido Comunista Dolores Ib¨¢rruri, con frases como "m¨¢s vale ser viudas de h¨¦roes que mujeres de cobardes", y explicado por historiadores como Paul Preston, que en su libro La guerra civil espa?ola cuenta c¨®mo una brigada de mujeres particip¨® en los combates de la capital.
¡°Tambi¨¦n hay im¨¢genes de Madrid de los fot¨®grafos Alfonso S¨¢nchez y Atienza, pero muchas no se sabe si son del 19 o de d¨ªas posteriores. El reportaje de Albero y Segovia es el m¨¢s completo¡±, explica Turri¨®n. Entre sus instant¨¢neas del cuartel de la Monta?a, est¨¢ el primer ataque de los republicanos para reconquistarlo; los milicianos ovacionados por el pueblo; la bandera blanca de rendici¨®n izada por los sublevados; mujeres que hab¨ªan entrado con las milicias al cuartel saliendo con armas; o un guardia de asalto deteniendo en la calle de Ferraz ¡°a hombres del pueblo que sin ninguna clase de armas se quieren lanzar al ataque del cuartel". El recuerdo gr¨¢fico del primer gran combate de los insurrectos para conquistar Madrid.
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