John McLaughlin: ¡°Paco de Luc¨ªa estaba a la altura de Miles Davis y Stravinski¡±
'Live at Montreux1987' recoge la actuaci¨®n del artista brit¨¢nico y de Paco de Luc¨ªa

¡°Una tarde me llamaron por tel¨¦fono y me dijeron: ¡®?Pon corriendo la radio!¡¯. As¨ª que la puse y, sencillamente, no pod¨ªa creer lo que estaba escuchando. ?Pero qui¨¦n es ese tipo! Y entonces surgi¨® la voz del presentador: ¡®Acaban ustedes de escuchar a Paco de Luc¨ªa¡¯. Pens¨¦, ?Dios m¨ªo, tengo que conocerle!, ?pero ya!¡¡±. Quien habla es John McLaughlin (Doncaster, 1942). Lo hace por tel¨¦fono para comentar Paco & John, live at Montreux1987, una caja formada por un DVD y dos discos que recoge la actuaci¨®n del propio McLaughlin y Paco de Luc¨ªa en la localidad suiza de Montreux, el 15 de julio de 1987.
¡°Tengo el recuerdo n¨ªtido de toda aquella noche. Paco y yo hab¨ªamos llegado a un grado de complicidad que no he tenido con nadie m¨¢s, ni siquiera con Miles Davis. ?ramos dos chalados haciendo todo tipo de locuras. Sent¨ªamos que pod¨ªamos realizar cualquier cosa que se nos pasara por la cabeza. No tienes m¨¢s que ver la reacci¨®n de la audiencia¡±, confiesa el guitarrista de jazz, que anoche actu¨® en el festival Noches del Bot¨¢nico de Madrid.
McLaughlin ha recorrido un amplio espectro sonoro buscando su lugar bajo el sol de una m¨²sica que no conoce de g¨¦neros. ¡°De ni?o estaba loco por el flamenco. Antes incluso que m¨²sico de jazz, yo quer¨ªa ser guitarrista flamenco. Imag¨ªnese: viviendo en un pueblecito pegado a Escocia, nadie sab¨ªa lo que es el flamenco¡±, explica. ¡°Mi suerte es que ten¨ªa un hermano estudiando en Manchester al que iba a ver los ¨²ltimos jueves de cada mes. Un d¨ªa me meti¨® de tapadillo en un pub, porque no ten¨ªa la edad, y escuch¨¦ a un guitarrista flamenco llamado Pepe Mart¨ªnez. Fue una revelaci¨®n¡±.
Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, McLaughlin conocer¨ªa al guitarrista flamenco m¨¢s influyente de la historia. ¡°Despu¨¦s de escuchar a Paco por la radio, me puse en contacto con su compa?¨ªa discogr¨¢fica y result¨® que estaba en Par¨ªs. Le envi¨¦ un mensaje y dos d¨ªas despu¨¦s nos encontramos. Le dije: ¡®Paco, t¨² eres lo m¨¢s grande que ha parido el flamenco, m¨¢s que Sabicas y Ram¨®n Montoya¡¯. Nos sentamos y empezamos a tocar. No solo era un gran m¨²sico sino una gran persona, y sent¨ªa tanta curiosidad por mi m¨²sica como yo por la suya¡±.
En 1979 se pudo escuchar a la pareja en Espa?a compartiendo escenario con el tambi¨¦n guitarrista Larry Coryell. ¡°Empezamos un poco a ver qu¨¦ pasa, hicimos una primera gira europea y nos encontramos con que la gente enloquec¨ªa durante nuestras actuaciones¡±, relata.
La baja de Coryell debida a ¡°problemas personales¡± y su sustituci¨®n por el bastante m¨¢s previsible Al Di Meola abri¨® paso a un periodo de actividad fren¨¦tica para el Guitar Tr¨ªo. ¡°Nos convertimos en Los Tres Tenores de la guitarra¡±, asegura. Los padres de la criatura estuvieron a un punto de perder el control sobre su obra: ¡°Hicimos una primera gira americana y, de repente, aquello se convirti¨® en un fen¨®meno medi¨¢tico. Llen¨¢bamos estadios de f¨²tbol, vend¨ªamos millones de discos¡ pero Meola no es una persona f¨¢cil de trato, seguramente por eso la cosa no dur¨® lo que podr¨ªa haber durado¡±.
Jazz verdadero
De ah¨ª en adelante, ser¨ªan ellos dos solos, Juanito y Paquito. ¡°Han sido muchos a?os recorriendo el mundo juntos, compartiendo lo bueno y lo malo del oficio... Paco era un hombre muy valiente. Yo viv¨ª le ¨¦poca en que los puristas se dedicaban a crucificarle. A m¨ª me parec¨ªa algo ir¨®nico¡±, cuenta. ¡°Paco era el guitarrista flamenco por excelencia. No hab¨ªa nadie que se le acercara. Fue el primero en integrar las armon¨ªas del jazz y la m¨²sica cl¨¢sica en el flamenco tradicional, y lo pag¨® caro. Le llov¨ªan cr¨ªticas de quienes no entend¨ªan lo que hac¨ªa. S¨¦ de lo que hablo, yo tambi¨¦n he sido criticado por los guardianes del jazz verdadero. Pero es el sino de los innovadores¡±.
Dos d¨ªas antes del fat¨ªdico 25 de febrero de 2014, John McLaughlin recib¨ªa la llamada del tocaor desde su domicilio en Playa del Carmen. ¡°Est¨¢bamos preparando un disco juntos y quer¨ªa hablarme de una pieza que le gustaba especialmente. No pudo ser¡±. En mi ¨²ltimo disco, la grab¨¦ con el t¨ªtulo de El hombre que sab¨ªa.
Live at Montreux 1987 es un tesoro. ¡°El testimonio, puede que ¨²ltimo, de uno de los grandes artistas del siglo XX junto a Miles Davis e ?gor Stravinski. Me siento un privilegiado por haber compartido parte de mi vida con Paco¡±, concluye.
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