Cabrita Reis ve doble
El artista portugu¨¦s ha expuesto este curso tanto esculturas con materiales de desecho como dibujos de desnudos que mostraba por primera vez
Es unSan Sebasti¨¢n en el purgatorio¡±, y se?ala los restos de un neum¨¢tico que el visitante estaba a punto de patear. ¡°Cuando me traigo algo abandonado, lo veo exactamente como ser¨¢, ya lo veo colgado en el MOMA¡±. En la casa-taller de Pedro Cabrita Reis (Lisboa, 1956) no se sabe bien si la taza con posos de caf¨¦ va al fregadero o se embala para alguna bienal. Ahora coinciden dos muestras de cabritas: instalaciones escult¨®ricas en Mallorca y papeles de desnudos en Lisboa; imposible adivinar que el artista es el mismo.
Despu¨¦s de casi 40 a?os de exposiciones, Cabrita Reis pinta desnudos por primera vez. ¡°No hay una presencia corp¨®rea. Es una construcci¨®n geom¨¦trica con pinturas, empastes y l¨ªneas geom¨¦tricas que evolucionan en la representaci¨®n del cuerpo femenino que nos lleva a un tiempo pasado, el del modelo. No hay afectividad en esos desnudos; son fr¨ªos, casi abstractos, como una representaci¨®n de la naturaleza pero sin identificaci¨®n¡±.
¡°Actualmente no veo mucho arte¡±, dice. ¡°Me concentro en el campo, en el vino, en mis ¨¢rboles y en el estudio"
Cabrita Reis huye del encasillamiento. El ¨®leo, la escultura, la fotograf¨ªa, la basura, materiales nobles como el oro, y vulgares como el hierro, objetos fabriles o rupestres, todo lo toca este artista que declara ir siempre con los o¨ªdos y los ojos abiertos. Cabrita necesita muy poco para transformar en arte una pared blanca (Melancol¨ªa, 2015), el esqueleto de una f¨¢brica (Les dormeurs, 2009, Lyon)o un pantano semivac¨ªo (Del color de la flores, 2011).
¡°Pero yo soy pintor¡±, se define categ¨®ricamente. ¡°Siempre me ha gustado dibujar, casi todos los d¨ªas dibujo, as¨ª como otros van al gimnasio. Es el ejercicio que me mantiene atento, que me abre el esp¨ªritu y me prepara para recibir¡±.
En la galer¨ªa lisboeta todos sus desnudos se vendieron el primer d¨ªa, pero Cabrita promete que no habr¨¢ m¨¢s. ¡°No me interesa convertirme en un artista esclavizado a su firma. Lo fundamental para el artista es desarrollar su trabajo y si tienes dinero puedes ir m¨¢s lejos. De joven hac¨ªa lo que me daba la gana y lo sigo haciendo. La libertad interior te deja libre para ir al l¨ªmite. Yo no hagocabritas, hago obras de arte y luego se dan cuenta de que es un cabrita. No se puede anticipar lo que vaya a hacer ma?ana¡±.
Para comprobarlo basta mirar a Palma de Mallorca; en un antiguo oratorio, ha erigido dos grandes cruces de hierro fundido y para el resto de las obras recogi¨® material entre los escombros de sus calles. El ojo de Cabrita les ha dado una segunda oportunidad. ¡°Reorganizo la memoria como la capacidad humana de cambiar el destino. La memoria no como nostalgia, sino como construcci¨®n de una imagen; cuando rescato una silla de tres patas veo fragmentos de historias que me interesan. La memoria es una construcci¨®n de la identidad. La historia se hace cada d¨ªa, pero hasta ma?ana no te contar¨¢n lo que pas¨® ayer; demasiado tarde¡±.
"yo soy pintor¡±, se define categ¨®ricamente. ¡°Siempre me ha gustado dibujar, casi todos los d¨ªas dibujo, as¨ª como otros van al gimnasio.
Entre su larga trayectoria, Cabrita Reis ha participado en la Documenta IX de Kassel (1992), en la bienales de Sao Paulo (1994 y 1998) y en la de Venecia (1995); en Espa?a, Juana de Aizpuru ha sido su galerista durante muchos a?os, la ¨²ltima vez con Herbarium;en el ¨²ltimo Arco ha sido uno de los artistas con m¨¢s demanda.
¡°Actualmente no veo mucho arte¡±, dice. ¡°Me concentro en el campo, en el vino, en mis ¨¢rboles y en el estudio y si me sobra media hora antes veo un Tintoretto que un Warhol. Mantengo la emoci¨®n de contemplar una crucifixi¨®n de Zurbar¨¢n, que cuando pasas por delante te agarra y sientes que te dice, eh, qu¨¦date un minuto m¨¢s. Su fuerza se mantiene 400 a?os despu¨¦s¡±.
El mismo que se desvive por el Cristo de Mantegna trabaja con los tubos fluorescentes de extintas f¨¢bricas. ¡°El fluorescente es la l¨ªnea perfecta, sin variaci¨®n en la intensidad de su luz, inmaterial, una luminiscencia espec¨ªfica de principio a fin. Adem¨¢s es un objeto casi exclusivo de la actividad industrial, y eso me interesa¡±
En la cocina, Cabrita Reis descuelga de la pared algunos objetos, fruto de sus caminadas, que ¨¦l ha dado nueva vida: ¡°Torso, nomenclatura cl¨¢sica para el cuerpo. Era una lata abollada; Man standing, hombre apoyado sobre un pie, que en la otra vida fue un clavo¡±.
¡°Una parte importante de mi trabajo consiste en construir el mundo a trav¨¦s del uso de objetos abandonados, que no inanimados. Trabajo como un recolector. Soy vanidoso y arrogante, pero en el trabajo me agrada esperar al final de la cola y recoger los desperdicios de los dem¨¢s. La basura viene cargad¨ªsima de miradas. El taller del artista est¨¢ en su cabeza; sus manos son los ojos, la mirada sobre las cosas¡±.
Descuelga la puntera de una horma de zapato y la muestra en vertical: A certain Nose, la nariz de Cleopatra que sedujo a Marco Antonio. ¡°La mirada del artista", dijo Duchamp, ¡°determina si un objeto es arte o no. A partir de ¨¦l, los artistas ya no representan el mundo, lo rehacen¡±.
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