Que rueden cabezas
Quienes linchan a Mar¨ªa Frisa por su libro '75 consejos para sobrevivir en el colegio' son precisamente los que dan ejemplo a los ni?os para que se conviertan en matones
Hace unos cuantos a?os trabajaba yo en un peri¨®dico y son¨® el tel¨¦fono en la mesa de una compa?era de la secci¨®n de cultura. Llamaban de recepci¨®n: un se?or estaba enfadado por no s¨¦ qu¨¦ cosa publicada en no s¨¦ qu¨¦ p¨¢gina y ped¨ªa hablar con alguien. La redacci¨®n estaba en pleno centro de la ciudad, lo que propiciaba que mucha gente entrara y buscase interlocuciones directas. Mi amiga baj¨® y se encontr¨® con un hombre muy alterado que le mostr¨® unos errores en la cartelera que hab¨ªan hecho que llegase tarde a una pel¨ªcula que proyectaban en los cines de enfrente. Disculpe usted, lo subsanaremos ahora mismo, le dijo mi amiga, volvi¨¦ndose hacia el ascensor, pero el hombre la retuvo un poco m¨¢s. No le bastaban esas disculpas. ?Y qu¨¦ m¨¢s quiere?, le pregunt¨® mi amiga. ?C¨®mo que qu¨¦ quiero? ?Quiero que rueden cabezas, que haya consecuencias!
Al estallar el affaire Mar¨ªa Frisa me acord¨¦ mucho de aquel hombre que, furioso por haber llegado al cine a la hora equivocada, quer¨ªa arruinar la vida del que hab¨ªa puesto mal los horarios en el peri¨®dico. Frisa, autora del libro juvenil 75 consejos para sobrevivir en el colegio (parte de una larga y exitosa serie de 75 consejos), est¨¢ siendo v¨ªctima de una campa?a de linchamiento. Miles de personas han pedido a la editorial la retirada del t¨ªtulo, alegando que fomenta el acoso escolar y el machismo, bas¨¢ndose para ello en cuatro p¨¢rrafos difundidos por Twitter. Fue muy significativo que uno de los instigadores del linchamiento pidiera el mi¨¦rcoles 27 de julio en su cuenta de Twitter que alguien le comprara el libro en formato electr¨®nico y se lo enviase. Para cuando dijo esto, demostrando que no hab¨ªa le¨ªdo el t¨ªtulo cuya prohibici¨®n reclamaba, la petici¨®n de Change.org que exig¨ªa a Alfaguara su retirada del mercado llevaba m¨¢s de 25.000 firmas.
La autora defiende precisamente los valores de los que presumen quienes quieren lincharla
Yo tampoco he le¨ªdo el libro. No es este texto, pues, una defensa del mismo, sino una defensa de la ficci¨®n, de la libertad de expresi¨®n y un alegato contra los linchamientos. Pero conozco a Mar¨ªa Frisa, he le¨ªdo otros libros suyos (para adultos) y pongo las dos manos en el fuego porque s¨¦ que defiende precisamente los valores de los que presumen quienes quieren lincharla. El libro es en realidad una novela con forma de consejos enunciados en primera persona por Sarita, la protagonista de la serie, que es una ni?a que pasa por momentos duros en el colegio y tiene dilemas y conflictos propios de cualquier personaje de ficci¨®n. Sarita se equivoca, se porta mal, es injusta y hasta malvada, como puede serlo cualquier personaje de ficci¨®n. Es un mecanismo cl¨¢sico de la literatura infantil, y es un mecanismo ¨¦tico: no hay moraleja si no hay ¡°pecado¡±. ?No recuerdan el cuento de Pedrito y el lobo? Para aprender que mentir est¨¢ mal, Pedrito tiene que mentir mucho, enfadar a todo el pueblo y ponerse en peligro de muerte. ?Es ejemplar la conducta de Pedrito? ?Por qu¨¦ los padres de tantas generaciones llevan contando a sus hijos esa historia para ense?arles que mentir es malo? Si los personajes de los cuentos mantienen una conducta intachable, no cabe moraleja alguna al final.
Siento un poco de verg¨¹enza por tener que explicar algo tan elemental. Somos animales narrativos, nos pasamos la vida cont¨¢ndonos cuentos y los ni?os aprenden desde muy peque?os los mecanismos de la ficci¨®n. ?Por qu¨¦ hay tantos adultos que parecen olvidarlos al crecer? ?Por qu¨¦ un ni?o de cinco a?os entiende perfectamente la diferencia entre autor y narrador y un adulto puede confundirlos hasta el punto de pedir la retirada de un libro de ficci¨®n?
Los p¨¢rrafos de cualquier obra sacados de contexto pueden arruinar la carrera y la vida de un escritor
Acepto que no se entienda ni se aprecie. Acepto que haya padres que consideren que el libro de Frisa no es una lectura aconsejable para sus hijos. Acepto que incluso abominen del texto. Lo que no puedo aceptar de ninguna forma es que no se contenten con expresar su (leg¨ªtimo) desagrado o con criticar el libro, sino que se lancen a las avenidas de las redes con antorchas y hoces pidiendo que rueden cabezas.
Puedo ir a mi biblioteca, coger pr¨¢cticamente al azar un libro de un autor espa?ol vivo (incluso de autores de literatura juvenil) y buscar en ¨¦l unos p¨¢rrafos que, colgados en las redes sociales con los signos de admiraci¨®n pertinentes, pueden arruinar la carrera y la vida del escritor. Estoy convencido de que ninguno pasamos la prueba de la pureza y de que en cualquier obra, si se descontextualiza bien, hay material para que rueden todas las cabezas que queramos, hasta que nos falten picotas para tanta testa. Puedo hacer pasar por machista, terrorista, racista o nazi a cualquier autor que me se?alen. Solo necesito un par de horas para encontrar una frase de un personaje o una iron¨ªa sacada de su hilo narrativo.
Hay algo m¨¢s en este affaire: la paradoja de que, quienes claman al cielo de Zuckerberg porque aseguran que el libro de Frisa hace apolog¨ªa del acoso escolar, utilizan los mecanismos del acoso contra la autora y la editorial. Al actuar en defensa de sus hijos, les est¨¢n ense?ando algo terror¨ªfico: que puedes prohibir y eliminar todo aquello que te desagrade si gritas lo bastante alto e intimidas al responsable de tu disgusto. Les est¨¢n ense?ando modales de mat¨®n de patio de colegio. Y, si un ni?o entiende f¨¢cilmente los mecanismos de la ficci¨®n, no entiende tanto las contradicciones del adulto, puesto que el aprendizaje se basa en la imitaci¨®n y en el ejemplo. A m¨ª me preocupa mucho m¨¢s qu¨¦ consecuencias va a tener para un ni?o crecer en la cultura del linchamiento y de la falta absoluta de empat¨ªa y comprensi¨®n por el linchado que los efectos de un personaje ficticio, por mal¨¦fico y p¨¦rfido que sea.
Por eso creo que precisamente los que nos dedicamos a juntar letras deber¨ªamos estar hoy al lado de Mar¨ªa Frisa. Por muchas razones. Una de las cuales es que ma?ana podemos ser nosotros los que veamos nuestras cabezas rodar escalones abajo.
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